LA HABANA, Cuba. – En el sexto día de reclamos por la liberación del rapero contestatario Denis Solís, la policía política parece querer pactar con los activistas un cese “pacífico” de la manifestación.

“Si salimos de uno en uno no nos hacen nada, pero aún no hablan de la liberación de Denis Solís”, explica Luis Manuel Otero Alcántara sobre los intentos de la Seguridad del Estado de negociar el fin del susurro poético que desde ayer se lleva a cabo casa que artivista, que también funciona como Museo de la Disidencia.

En una transmisión en vivo a través de Facebook, Otero Alcántara reveló que también han comenzado las presiones sobre los vecinos para que no colaboren con la causa de los activistas, periodistas y artistas allí reunidos.

“Para hacernos doblegar han empezado a intimidar a los vecinos para que no nos pasen comida, agua o medicinas, pero Omara Ruiz Urquiola aún está resistiendo y ella es la medida”, explicó el joven.

La sede del Movimiento San Isidro se encuentra rodeada de ambulancias, perseguidoras, hombres vestidos de civil y de un cordón amarillo para que en la noche no pasara ninguna ayuda.

“Nuestra resistencia es nuestra creatividad y ellos no pueden con eso”, dijo Luis Manuel Otero Alcántara.

La curadora Anamely Ramos considera que el susurro poético ha quitado presión sobre la familia de Denis Solís.

“Creo que uno de las cosas que hemos logrado con nuestra presión es que dejen llamar a Denis a su familia…”, sostuvo.

En las llamadas realizadas por Solís en los últimos días, el joven ha denunciado las condiciones de insalubridad en la prisión de Valle Grande, lo que nos recuerda que es un artista y también un activista”.

Las llamadas de Solís desde prisión son un incentivo para el resto del grupo. Las denuncias que hace no solo tocan el tema de las prisiones, sino también de su familia.

“En el Vivac me amenazan de que iban a desalojar a mi familia”, se escucha en la grabación que hiciera su tío de una de las conversaciones telefónicas.

“Me dijeron que me iban a quitar los tatuajes que llevo en el pecho y que me iban a desterrar del país. Eso es para que tengan una noción de lo que está sucediendo conmigo aquí”, dijo Solís, quien además confirmó que la detención fue violenta.

“En el secuestro perdí las chancletas y me sacaron sangre del pie izquierdo… aquí no solo te privan de libertad sino de humanidad”.

Mientras se presenta una apelación al auto judicial que se recibiera con motivo del primer Habeas Corpus del caso Denis Solís, los artistas, activistas y periodistas se alistan para montar una obra de teatro experimental del poeta y dramaturgo espirituano Mario Fernández, porque de lo único que no podrán despojarlos es de la alegría con que han asumido el reto de querer liberar a un amigo pese a que las consecuencias para ellos mismos pueden ser catastróficas.

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María Matienzo Puerto

Maria Matienzo Puerto: Una vez soñé que era una mariposa venida de África y descubrí que estaba viva desde hacía treinta años. A partir de entonces construí mi vida mientras dormía: nací en una ciudad mágica como La Habana, me dediqué al periodismo, escribí y edité libros para niños, me reuní en torno al arte con gente maravillosa, me enamoré de una mujer. Claro, hay puntos que coinciden con la realidad de la vigilia y es que prefiero el silencio de una lectura y la algarabía de una buena película.