MIAMI, Estados Unidos.- Exiliados cubanos se dieron cita este lunes 13 de julio frente a la Embajada de Cuba en Washington D.C., en una manifestación silenciosa, con motivo del 26 aniversario del hundimiento del remolcador 13 de Marzo por parte del régimen cubano, hecho en el que murieron 37 personas, entre ellas 10 niños.

Según una nota de Radio Televisión Martí, al evento, convocado por The Center for a Free Cuba, dirigida por John Suárez, acudieron en representación del Instituto Patmos, el Pastor Mario Félix Lleonart Barroso y su esposa, la Misionera cubana Yoaxis Marcheco Suárez.

El crimen del castrismo no ha sido olvidado, y año tras año los cubanos en el exilio recuerdan uno de los episodios más dolorosos cometido contra civiles desarmados en la Isla. Desde el 13 de julio de 1994 “cubanos exiliados, la comunidad internacional, y organizaciones internacionales como Human Rights Foundation han pedido que se investigue y se haga rendir cuentas” a aquellos que hundieron una embarcación en la que civiles cubanos intentaban escapar del comunismo de Fidel Castro.

Shayla Zayas, una joven cubana que viajó desde Nueva York para el evento, dijo a Martí que “la manifestación se realizó dentro de un marco de índole espiritual, para hacer hincapié en el dolor del pueblo cubano, en particular, de los familiares que perdieron a sus seres queridos en un acto deliberado del gobierno cubano contra indefensos ciudadanos”.

“A la vez, pedimos justicia por la muerte, hace 8 años el próximo 22 de julio, de Oswaldo Payá y Harold Cepero, del Movimiento Cristiano Liberación”, agregó.

Por su parte, para la activista Yoly González, que acudió a la manifestación también desde Nueva York, “los sucesos del 13 de julio de 1994 representan un crimen que no debe, y tampoco podrá, quedar impune, mientras cubanos en distintas partes hagan reclamos por la justicia”.

“Estamos aquí en representación de todas las personas que murieron, y también lo estamos en representación de todas las personas que han muerto en el transcurso de 60 años de dictadura cubana”, dijo a Martí.

El Pastor Mario Félix Lleonart Barroso aseguró en el lugar que, aunque todos los presentes buscaban “justicia aquí y ahora, también es cierto que el crimen no queda impune ante el tribunal celestial, donde todo se sabe, donde todo se ve y donde todos tienen que rendir cuentas”.

“Dios Todo Poderoso, míranos aquí, en vigilia, a pie, silenciosos, clamando a Ti por un crimen cometido hace 26 años, y que aún permanece impune. Porque Tú eres un Dios de justicia y Tú vas a hacer justicia. Te pedimos también que aquí se pueda hacer justicia en la tierra, en los tribunales humanos y que se ponga fin a esta dictadura”, pidió el pastor evangélico.

Finalmente, Yoaxis Marcheco y Mario Félix Lleonart Barroso leyeron una carta que enviarían a la Embajada en Washington en la que demandan al canciller cubano Bruno Eduardo Rodríguez Parrilla que se retracte públicamente luego de que los relacionara al ataque a tiros a la Embajada, ocurrido el pasado mes de mayo.

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