MIAMI, Estados Unidos.- El régimen cubano anunció a través de uno de sus voceros, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, que enviará más médicos cubanos en “misiones internacionalistas”, esta vez dirigidas a tres países africanos, para ayudar a frenar el avance de la pandemia de coronavirus.

Rodríguez Parrilla dijo en su cuenta de la red social de Twitter que tres brigadas médicas de la Isla llegarán próximamente a Sierra leona, Guinea Ecuatorial y Sao Tomé y Príncipe en una “necesaria solidaridad en tiempos de pandemia”.

Los tres destacamentos que salieron este domingo de la Unidad Central de Cooperación Médica de Cuba, despedidos por la viceministra de Salud Marcia Cobas, suman un total de 111 profesionales, dijo la televisión un reporte de la televisión local.

A Sierra Leona, llegarán 11 médicos, cinco licenciados en enfermería y un administrativo, procedentes de ocho provincias cubanas; a Guinea Ecuatorial, por su parte, arribarán 76 especialistas, y a Sao Tomé y Príncipe 19.

Desde el inicio de la pandemia el régimen de la Isla ha enviado a sus profesionales de la salud a varios países africanos como Angola, Sudáfrica, Cabo verde y Togo, además de naciones europeas como Italia, y Latinoamérica y el Caribe como México, Venezuela, Perú, Honduras, Jamaica y Haití.

La exportación de médicos cubanos es la principal fuente de ingresos en divisas del Gobierno de La Habana, que se queda con al menos el 75 % de los salarios que devenga su personal de salud en los países de destino. En 2018 el lucrativo negocio de los médicos ingresó a las arcas del régimen unos 6 400 millones de dólares.

El gobierno de Estados Unidos y diversas organizaciones de derechos humanos del mundo en múltiples ocasiones han denunciado que las llamadas “misiones médicas” de la dictadura castrista no son más que un mecanismo de explotación profesional, y que el trabajo que realizan los médicos es considerado “esclavitud moderna”.

A los médicos cubanos de “misión” no se les entrega contrato alguno, una vez llegan se les retienen sus pasaportes y son privados de la libertad de movimiento, además reciben entre el 10 y el 25 por ciento de los que los países receptores pagan por cada uno de ellos.

El pasado mes de mayo se conoció que La Habana recibe del Gobierno de Argelia 65 millones de euros anuales, lo que equivale a 71 millones de dólares, por concepto de prestación de servicios correspondiente a los 890 profesionales de la salud cubanos que se encuentran en ese país del norte de África.

Esta cifra equivale aproximadamente a 6 000 dólares al mes por cada médico, sin embargo, si el gobierno castrista les resta un 20 por ciento a esos salarios, a cada profesional le llega un poco más de 1000 dólares al mes.

Sin embargo, la propaganda de La Habana asegura que envía grupos de “solidaridad”, los cuales, ahora en tiempos de pandemia, ha aprovechado para despachar a diversos países, con el objetivo de ingresar más divisas a la ya fracturada economía cubana.

La pasada semana, en una conferencia en línea de la Fundación Memorial Víctimas del Comunismo, el director de Investigación de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba e investigador del Centro para una Sociedad Libre y Segura, Hugo Acha, dijo que las misiones médicas cubanas además de ser una violación a los derechos humanos del personal médico, constituyen un peligro para la salud y seguridad de las naciones que las reciben.

El investigador explicó que en estas llamadas misiones médicas el régimen cubano incluye personal de inteligencia, que se viste y actúa como doctores cuando en realidad no lo son. “Eso es peor aún porque, además de ser una violación a los derechos humanos, se pone en peligro la salud y la seguridad de sociedades enteras para obtener ganancias”.

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