MIAMI, Estados Unidos. – Tres allanamientos simultáneos y detenciones de varios opositores fue la respuesta del régimen cubano a la protesta pacífica que tuvo lugar el martes en Placetas debido a un prolongado apagón.

La activista Arianna López Roque lideró el cacerolazo que fue apoyado por varios vecinos del circuito #1, donde cortaron el fluido eléctrico sin previo aviso y por más de ocho horas.

“Había niños y ancianos con hambre, sin cocinar porque no había electricidad y después que empezamos a manifestarnos militarizaron el barrio”, dijo López Roque a CubaNet tras varias horas de detención arbitraria.

Tanto Arianna como Janny Corrales del Río, Didier Almagro Toledo y Gladys Paseiros fueron detenidos con violencia por fuerzas combinadas del Ministerio del Interior.

“Mi suegra Gladys fue liberada en la madrugada. Hasta esa hora mis hijos estuvieron solos en la casa sin un adulto y sin corriente, mientras que a Janny y a mí nos liberaron después de 12 horas de arresto”, contó la líder de la Academia Julio Machado.

Ambas jóvenes fueron puestas en libertad, pero bajo la acusación de “desorden público” y deberán enfrentar un proceso judicial bajo el régimen de prisión domiciliar.

Pero estas no fueron las únicas consecuencias de exigir el restablecimiento de la energía eléctrica en Placetas con una cazuela en la mano.

A las 5 a.m., mientras los tres activistas estaban en los calabozos de la estación policial del municipio, sus viviendas fueron allanadas por agentes boinas negras, de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y del Departamento de la Seguridad del Estado.

Los oficiales a cargo no presentaron orden de registro ni tampoco dieron copia del acta de objeto confiscados. Luego, fue llevado para la estación policial Alexeis Mora Montalvo, el opositor que informó a CubaNet de las primeras detenciones.

“Nos vaciaron la casa a Janny, Didier y a mí. Nos robaron de todo y hasta la comida que teníamos en los refrigeradores y ese operativo descomunal fue en presencia de mis dos hijos pequeños”, denunció la esposa del preso político y de conciencia Mitzael Díaz Paseiros.

En un contexto como el que se vive en Cuba, donde la escasez de alimentos es el principal problema las familias cubanas, la policía “confisca” la comida de niños y ancianos como parte de su política represiva.

Según la opositora, han tratado de contabilizar los objetos confiscados, pero todavía queda mucho por hacer y el desorden que dejaron los agentes ha impedido culminar.

En la lista se lee computadoras, teléfonos, ropa amarilla, un equipo de música, mesa de manicura con todos los accesorios, 420 CUC, discos duros, memorias flash, calderos, una bandera cubana, cinco huevos, entre otros.

“Este vandalismo es porque a la dictadura le molestó mucho no solo que estuviésemos protestando, sino que, desde sus casas, muchos vecinos se pusieron a tocar sus cazuelas, y toda la represión contra nosotros es un mensaje que la dictadura envía a esas personas”, agregó López Roque.

Aún permanece bajo arresto en Placetas Didier Almagro, de quien solo se sabe que fue acusado de desorden público.

No es la primera vez que el régimen totalitario cubano encarcela a ciudadanos por protestar contra un apagón. En abril, Maykel Herrera Bones, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotor de la iniciativa Cuba Decide fue detenido por salir a la calle en el municipio San Miguel del Padrón a reclamar el cese de los continuos cortes de electricidad.

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