Aunque no anunció ninguna medida concreta que pudiera poner en práctica a corto plazo, el Gobierno cubano anunció lo que denominó “novedades bancarias y financieras de la estrategia socioeconómica” para enfrentar la grave crisis económica que vive la Isla.

Durante el programa televisivo de la “Mesa redonda”, las ministras de Finanzas y Precios y del Banco Central de Cuba mencionaron algunas ideas que pretenden poner en práctica con “rapidez” y “oportunidad”, y cuya aplicación, dijeron, demandará de un cambio “en la manera de pensar y de actuar”.

Meisi Bolaños Weiss, titular de Finanzas y Precios (MFP), señaló que entre las medidas está:

– Hacer un presupuesto más flexible “para no solo financiar los gastos sociales sino impulsar el desarrollo económico”. “Queremos generar ingresos pero manteniendo las conquistas sociales de la Revolución”, enfatizó.

– Creación de un Fondo de Inversión para las empresas que produzcan bienes o presten servicios exportables.

– Potenciar el Fondo de Inversiones en el Presupuesto del Estado, para financiar proyectos de infraestructura y producciones de rubros exportables, además de desarrollar un grupo de empresas y servicios.

– Los presupuestos locales podrán ser utilizados por los municipios de manera más flexible, para así aumentar la autonomía y el autoabastecimiento de cada territorio.

– Permitir el acceso a mecanismos adicionales de financiamiento a corto plazo, mediante créditos bancarios o Letras del Tesoro.

– Fortalecimiento de la contabilidad en el país para garantizar la disciplina contable-financiera.

– Rediseñar el manejo de los recursos de la Contribución Territorial a través fideicomisos para financiar proyectos de desarrollo local, de manera que los recursos generados en un año que no sean utilizados queden disponibles para próximos ejercicios.

– Aplicar bonificaciones en el Impuesto sobre Utilidades: entre un 10% y un 40% para empresas estatales, sociedades mercantiles cubanas productoras de bienes y prestadoras de servicios con destino a la exportación y la Zona Especial de Desarrollo Mariel; entre un 10% y un 30% para empresas mixtas y contratos de asociación económica internacional; y entre un 5% y un 20% para cooperativas que producen bienes exportables o con destino a la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

– Aplicar una bonificación del Impuesto sobre los Ingresos Personales para el sector privado: entre un 5% y un 15% para trabajadores por cuenta propia y otras personas autorizadas.

– Aplicar incentivos fiscales dirigidas al desarrollo de las empresas de alta tecnología, las producciones agropecuarias, las fuentes renovables de energía y otros sectores implicados en los ejes estratégicos del Plan de Desarrollo Económico Social hasta el 2030.

– En el caso de las empresas de alta tecnología, se aplicará un tipo impositivo del 15% para el pago del Impuesto sobre las Utilidades; se eximirá del pago del Impuesto sobre Ventas cuando corresponda y del pago de aranceles por concepto de importación de equipamiento y tecnologías.

– Implementar en el mes de agosto una bonificación del 3% para aquellos contribuyentes que mensualmente salden sus tributos mediante las plataformas digitales de pago y el comercio electrónico.

– Aplicar a partir de 2021 de un impuesto por la ociosidad de la tierra.

– Crear un mercado de deuda pública, autorizando la participación de las empresas en la adquisición de Bonos Soberanos de la República de Cuba, así como la incorporación paulatina de personas naturales a ese mecanismo.

– Establecer de manera gradual “una política de precios única, inclusiva y en igualdad de condiciones para todos los sujetos de la economía, tanto del sector estatal como no estatal”, si bien “el Estado seguirá regulando aquellos precios de productos muy sensibles para la población”.

– Potenciar productos del seguro destinados al sector no estatal, que brinden protección a sus activos, labor productiva y a sus trabajadores.

– Disminuir la participación relativa del Estado en el financiamiento de la seguridad social, a partir de identificar nuevas fuentes para su financiamiento, como el seguro de vida.

En lo que respecta a las medidas en el ámbito bancario, Marta Wilson González, ministra presidente del Banco Central de Cuba, comentó que habrá cambios en las políticas bancarias, cambiarias y crediticias, así como en las acciones que confluyen en el reordenamiento monetario. Entre ellas están:

– Lograr la estabilidad en el poder adquisitivo de la moneda y contribuir a alcanzar los indicadores macroeconómicos positivos.

– Avanzar en el logro de la convertibilidad en moneda nacional en correspondencia con las divisas.

– Estimular el papel del crédito en la economía y “lograr que llegue a más sectores, siempre sin afectar la estabilidad del sistema financiero”.

– Perfeccionar la programación monetaria y las herramientas estadísticas para lograr análisis y estimaciones más precisos sobre las variables que inciden en el equilibrio monetario del país.

– Perfeccionar el mercado interbancario para que permita gestionar con mayor eficiencia los desequilibrios temporales de liquidez.

– Implementar un mercado de deuda pública, así como el diseño de un mercado cambiario en la medida en que el peso cubano alcance un mayor nivel de convertibilidad.

– Crear un fondo de reservas internacionales que permita respaldar el esquema cambiario establecido en cada momento.

– Diseñar e implementar un programa que estimule el acceso a créditos mediante incentivos fiscales y monetarios, sobre todo relacionados a las tasas de interés.

– Entrega de créditos al sector agrícola, para lo que podría crearse un banco para el sector, donde “los préstamos vayan directamente al productor”.

– Consolidar el comercio electrónico.

– Rehabilitar cajeros automáticos y disminuir las importaciones por concepto de piezas de repuesto.