Bayamo, agosto 12.  Al: Partido Provincial de  Granma.  De:  Julia Vidal Ramos, vecina de calle 3ra #503% Mártires y Bayamesa reparto Camilo Cienfuegos CI: 71050211355.  Me dirijo hacia ustedes ya que son la organización que se preocupa por su pueblo para que sepan en la situación tan crítica en que seguimos viviendo algunos cubanos de a pie y que cojan vergüenza por su pueblo y hagan algo para que eso cambie, no con las medidas que han tomado hasta hora porque por más que se quieran cumplir me parece que no son las correctas. Yo tengo a mi padre de 94 años de edad que apenas camina diagnosticado con una cardiopatía y depende de un balón de oxígeno en la casa para su falta de aire. Hace 3 años que presenta esta situación y les voy a decir algo: sí la salud en Cuba es gratuita, pero es una mierda ya que sería mejor pagarla pero recibir una buena atención mediante un buen trato pero no, aquí a cambio de esa gratuidad hay maltratos, peloteos, no hay medicamentos teniendo que tomar todos los meses antibióticos. No hay de nada y lo poco que se tiene son para las amistades y para otros países para hacerse el más humanitario, ¿y el pueblo qué? Eso no importa porque no hay una verdad más grande en este país que si tú no tienes una amistad en la salud no eres nadie y te mueres.

 

El día 5 de agosto me dirigí hacia el quiosco que se encuentra ubicado en calle Línea entre Milanés y calle 1ra que estaban vendiendo detergente, jabón, aceite y maquinilla para ver si le compraba estas cosas que tanto necesitaba para el cuidado y la higiene de mi padre.  Habían tantas personas me dirigí hacia los compañeros que estaban organizando la inmensa cola para comentarles en la situación en que me encontraba, hasta llevé pruebas para corroborar mi situación pero ellos ni me prestaron la atención que merecía ya que me dijeron con estas palabras que yo no lo necesitaba ya que el gobierno garantizaba para estas personas que se encontraban en la misma situación un módulo con todo, pero esto es una más de sus mentiras ya que a mí nunca me han dado absolutamente nada para mi padre, ni siquiera lo han ido a visitar para ver como se encuentra.

 

Soy yo la que tiene que salir a las calles a luchar y a enfrentarme a las inmensas colas de días para la comida, para sus medicamentos y los productos de primera necesidad para su higiene, corriendo el riesgo de infectarme e infectar a mi padre que está tan delicado ya que este país está sufriendo un rebrote por las mismas medidas tan incorrectas que toman el día día pero con todo y eso no me quisieron dar el nombre de la jefa del gobierno para yo dirigirme hacia ella con nombre y apellido.

 

Por la Defensoría del Pueblo, Manuel Rey y Julia Vidal

La Nueva República

LNR 267-B

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