El nerviosismo de La Habana por la posible caída de su aliado Lukashenko

DDC | Madrid

La reproducción de la intervención pública de un líder extranjero, por demás viejo aliado de La Habana, es todo menos usual en los medios de comunicación de Cuba. Sin embargo, los medios oficiales han manifestado un creciente nerviosismo por la probable caída del Gobierno de Lukashenko.

Cubadebate evitó mencionar que el mismo día que el mandatario que lleva más de 25 años en el poder pronunció su discurso, 200.000 personas participaron en Minsk en la que ya es conocida como “La marcha de la libertad”, mientras que otras manifestaciones multitudinarias tuvieron lugar en importantes ciudades del país, como Grodno, Baránavichi o Brest, y mítines de menor envergadura abarcaron prácticamente toda la geografía del país.

Las protestas, a las que se han sumado huelgas en algunas industrias, no se han detenido hasta ahora. Los opositores a Lukashenko tienen tres exigencias: la liberación inmediata de todos los detenidos y presos políticos; la renuncia del mandatario; y castigo a los responsables de la represión y las torturas policiales.

No obstante, en sus palabras reproducidas por Cubadebate, Lukashenko insistió en la tarea que como presunto salvador del país ha jugado desde su asunción del cargo en 1994.

“Las tropas de la OTAN tocan a nuestras puertas. Hay una acumulación de poder militar en las fronteras occidentales de nuestro país. Lituania, Letonia, Polonia y, lamentablemente, nuestra querida Ucrania, sus líderes nos ordenan que celebremos nuevas elecciones. Si solo seguimos su ejemplo (…) pereceremos como Estado, como pueblo, como nación”, aseguró.

Lukashenko pidió a sus seguidores no permitir que el país se transforme en “una letrina para Europa” y aseguró que aunque los opositores se calmen “después de un tiempo saldrán arrastrándose como ratas de sus agujeros. Ya están controlados por extraños, titiriteros”.

Los titulares sobre la situación en Bielorrusia en la prensa oficial cubana hacen énfasis en la tesis de la injerencia extranjera y en la amenaza de la OTAN sobre su territorio y las fronteras de Rusia.

Pero no solo los medios tradicionales se han pronunciado con nerviosismo por el probable destino del mandatario bielorruso. El perfil anónimo en Twitter de la Seguridad del Estado, Guerrero Cubano, publicó el lunes imágenes de la gigantesca manifestación donde los reunidos coreaban “¡Fuera!” y, en una típica táctica de manipulación, se la adjudicó a los seguidores de Lukashenko.

“Gigantesca manifestación en Bielorrusia en favor del presidente Lukashenko, la llaman la más grande de la historia. Tiene que ser así en un país donde acaba de ganar las elecciones con más del 80% y la oposición solo obtuvo un 10% y no lo acepta. Increíble”, comentó la policía política, que acompañó su publicación con las etiquetas  #Cuba y #Venezuela.

Uno de los participantes en el foro de la publicación, quien firma como Cespedes1981, advirtió la falsedad: “Se les esta jodiendo el sistema de inteligencia. Colocando imágenes de la marcha de la oposicion. El G2 defiende a cualquier dictador de izquierda, del lugar que sea. Mírense en este espejo, no les queda mucho para salir pitando”.

Lukashenko, a menudo denominado “el último dictador de Europa”, ha visitado Cuba en varias ocasiones en visitas oficiales. La Habana le confirió su más alta condecoración, la Orden José Martí, en el año 2000.

En octubre de 2019, el bielorruso ofreció una cálida bienvenida a Miguel Díaz-Canel, en una ceremonia oficial en el Palacio de la Independencia, en Minsk, cuando usaron mutuamente el calificativo de “querido amigo”.

Bielorrusia tiene con la Isla acuerdos que van de lo político a lo comercial y apuntan a inversiones en los sectores agroalimentario, de la salud, el transporte, educación, investigación y la producción de medicamentos, entre otros.