La degradación y aberración los cederistas.

La degradación y aberración los cederistas.
Por Luis G. Infante PP#34028
Pte. PPHC.

El 28 de septiembre de 1960 se institucionalizó en Cuba la delación, la “chivatería” en el argot popular, con la creación de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), en cada cuadra, en cada fábrica, en cada centro de trabajo, etc.

En medio de la efervescencia revolucionaria al principio del triunfo de la revolución, en un acto frente al entonces Palacio Presidencial, el tirano Fidel Castro en un discurso estableció oficialmente una de las formas más horribles de la degradación y aberración del cubano. Y lo más triste, la gran mayoría del pueblo en el país aplaudió y aceptó.

Desde siempre los CDR le hicieron daño a la población. Quienes quisieron ganar prebendas y beneficios delataron a sus mismos vecinos por insignificante que fuera la falta, aunque fueran simpatizantes de la nueva ideología

Dijeron que el objetivo de los CDR era vigilar a los contra revolucionaros y bajo ese pretexto, cualquier desafecto al régimen, aunque no estuviera involucrado en actividades conspirativas, se convertía en un blanco indefenso.

Como decían que la revolución tenía ojos y oídos en todas partes, cuando ocurrían sabotajes u otras actividades del clandestinaje contra el gobierno, y los órganos represivos no podían dar con los responsables de los hechos, los Comités señalaban a un ciudadano desafecto o “gusano” de la cuadra y lo responsabilizaba. Así, muchos cubanos, por “convicción revolucionaria”, fueron condenados a cumplir largas condenas de prisión y hasta fueron llevados frente a un paredón de fusilamiento si los hechos eran connotados, aunque no tuvieran pruebas de los supuestos delitos.

Era y son un engendro diabólico de coacción e intimidación; con tan solo pararte en una esquina, desde los cuatro puntos cardinales de la misma, ojos ansiosos y llenos de maldad te estaban observando. Cada CDR de cuadra tiene su presidencia que en la época de sus inicios, se disputaban los más fervientes revolucionarios de último momento.

Los CDR llevan un libro de registro en el que se asienta el nombre de cada vecino, cuantos viven en la casa, quienes los visitan y si alguien de otro lugar viene a residir a la cuadra tiene que registrarse previamente. Son los que informan quienes no realizan trabajos voluntarios o no hacen guardia, o no pertenecen a la Federación de Mujeres Cubanas, etc.

Con el tiempo, a medida que la revolución iba repartiendo la miseria por doquier, además de vigilar a los “gusanos”, expandieron su rango de la “chivatería” a los que transportaban un pedazo de carne de res o de cerdo, o una libra de café, conseguidos en el mercado negro.

En la actualidad, ante tanta miseria compartida entre los de abajo, los responsables de los CDR en muchas ocasiones se hacen los de la vista gorda con quienes trafican con víveres y artículos de consumo, ya que éstos también suelen ser sus proveedores, los que “resuelven” según el decir callejero. Pero están ahí y siguen siendo dañinos y los cederistas,  cuando pueden sacar ventaja de su chivatería, aunque ahora muchos estén descontentos, no dudan en convertirse en verdaderos buitres. De hecho, son quienes informan a los jefes de sectores, acerca de los opositores pacíficos, de los periodistas independientes, de los activistas de Derechos Humanos y son facilitadores de los actos de repudio.

Recientemente Gerardo Hernández Nordelo,  el jefe de espionaje de la Red Avispa que operó aquí en los Estados Unidos, que fuera sentenciado a cadena perpetua y luego el ex presidente Barack Hussein Obama lo canjeara, fue designado Coordinador Nacional de los CDR.

Y no debe sorprender que Hernández Nordelo tenga como tarea principal, recrudecer la vigilancia y la delación de estos organismos de masa ante la corrupción de la que seguramente él forma parte y que corroe al sistema en todos los niveles, ya que por etapas los CDR han relajado sus fisgoneos a causa de la miseria generalizada. El nuevo Coordinador Nacional de los CDR tratará de entrar en cintura a su organismo y que retomen la función que mejor saben realizar y para los que fueron creados: CHIVATEAR.

FOTO: Lamentablemente siempre existirán.

Luis G.Infante PP#34028

News Reporting Level 1.

School of Continuing Studies.

University of Miami. (alumnus).