Los militares cubanos quieren ‘meter miedo a la población’ con el cierre de Western Union

DDC | Miami

“Las medidas están dirigidas a sacar a los militares de ese negocio, que es bien lucrativo, y por el cual ellos ingresan miles de millones de dólares todos los años. Los dólares nunca llegan a las manos de las personas a las que están destinados”, recordó Morales a DIARIO DE CUBA.

“Ese dinero pasa íntegramente a las arcas de los militares. Esa es la razón por la que el Departamento de Estado ha sancionado a estas empresas y decidido no permitir más transacciones con la estructura del sistema empresarial de los militares cubanos”, indicó.

Morales recordó que, al dar a conocer la nueva medida, el Departamento del Tesoro indicó que esta no entraría en vigor hasta el 27 de noviembre próximo.

“Le ha dado 30 días al Gobierno cubano para que tome la decisión de cambiar la ruta y asignar ese negocio a otras instituciones estatales, que lo hacen hoy. Es algo que pueden hacer perfectamente. Por ejemplo, tienen al Banco Metropolitano, al Banco Popular de Ahorro, al Banco de Crédito y Comercio. Y tienen a la empresa Correos de Cuba, que tiene oficinas en todos los municipios del país. Oficinas que pueden servir para que Western Union entregue su dinero. Correos de Cuba es una empresa del Ministerio de Comunicaciones que tiene negocios de remesas a través de giros postales. No es ningún problema que lo puedan hacer”, aseguró.

“El anuncio que hizo FINCIMEX de que van a cerrar todas las ventanillas de Western Union es puro humo, porque no han cerrado ni una. Lo que están es tratando de politizar el asunto e influir en las elecciones de EEUU, tratando de desviar los votos de Trump hacia Biden. No es una sorpresa”, aseguró.

Para Morales, “es vergonzoso que un país tenga a su población dependiendo de las remesas por su incapacidad para crear la condiciones para que sus ciudadanos puedan generar riqueza. La única solución posible para ese problema es la liberación de las fuerzas productivas y el establecimiento de un mercado de libre empresa, con oferta y demanda, donde se proteja la propiedad privada y el derecho ciudadano a generar riqueza. Tienen que liberar el monopolio de importación y exportación que tiene el Estado”.

“Hay que rescatar el carácter emprendedor del cubano y revalorizar el sentido y la dignidad del trabajo. Es la única manera de eliminar la parásita dependencia que tienen los cubanos de las remesas. El poder producir libremente es lo único que va a permitir a los cubanos tener un salario digno con el cual cubrir sus necesidades materiales y espirituales. No hay otra forma. Depender de las remesas es una relación parásita, que se ha generado a partir de estos años de emigración, que ellos explotan al máximo”.

Para el experto, las remesas suponen un negocio muy beneficioso para los militares cubanos, contra quienes apuntan las sanciones de Washington.

“Si no, quién explica que la empresa Gaviota, según las estadísticas de la ONEI, haya construido 57 hoteles de 4 y 5 estrellas entre 2017 y 2019. Si tenemos en cuenta que una habitación de hotel cuesta 150.000 dólares, y esos 57 hoteles implican más de 15.000 habitaciones, estamos hablando de 2.300 millones de dólares. Es una cifra gigantesca, que supera lo que el país gasta en comprar alimentos para la población. ¿De dónde salió ese dinero si el turismo no es capaz de generar esas ganancias?”

“El turismo genera entre 2.200-2.400 millones de dólares, pero de ahí tienes que descontar gastos de operaciones, pagos a proveedores, a turoperadores. Al final, podría ser que se queden con un 12% de ganancia. Pero, ¿cuánto es eso al año? 150-200 millones de dólares. Eso no alcanza para financiar 57 hoteles de 4 y 5 estrellas. Y más aún cuando no hay ni una sola empresa mixta creada para tales efectos. O sea, todas esas inversiones han sido 100% de GAESA, sin un centavo de nadie. En un país que no tiene crédito”, indicó.

“Entonces, ¿por qué el forcejeo de los militares para soltar el negocio de las remesas? Es sospechoso que construyeran todos esos hoteles en un momento en que la ocupación hotelera era de solo el 60%. Eso no tiene pies ni cabeza. Hay muchas interrogantes aquí”, advirtió.

Para Morales, la nota de FINCIMEX “es para meter miedo a la población cubana y decir que el imperialismo los avasalla. El Departamento de Estado no tiene ninguna intención de eliminar las remesas a Cuba. Han sacado este comunicado 30 días antes de la fecha límite, cuando no han cerrado una sola ventanilla de Western Union. Lo que quieren es influir en la población cubana que vive en Florida, especialmente en Miami, para incidir en el voto”.