December 25, 2024

ECONOMÍA La inflación será inevitable, el mercado negro ‘se disparará’ y el Estado no podrá controlarlo DDC | La Habana

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La inflación será inevitable, el mercado negro ‘se disparará’ y el Estado no podrá controlarlo

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Pese a que las autoridades cubanas fijaron la tasa de cambio entre el peso cubano (CUP) y el dólar estadounidense (USD) en 1 por 24, cinco economistas consultados por DIARIO DE CUBA temen que no sea factible en la práctica. Dicha tasa “no refleja las condiciones reales de la economía cubana”, advirtió Mauricio de Miranda.

En declaraciones a DIARIO DE CUBA, De Miranda, profesor en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia, opinó que en la situación actual de la Isla debió “adoptarse un valor de partida más alto, en torno a lo que está reflejando el mercado, con la posibilidad de corregirlo a la baja en la medida en que la economía nacional se recupere”.

Para Carmelo Mesa-Lago, catedrático emérito de la Universidad de Pittsburgh, no se puede saber si la tasa es alta o baja “porque el valor de ‘equilibrio’ del CUP no se conoce porque ni el CUP ni el peso cubano convertible (CUC) se tranzan en el mercado internacional, que es el que podría determinar dicho equilibrio”.

No obstante, Mesa-Lago consideró que “el CUP está sobrevaluado”, por lo que no duda que eventualmente las autoridades tengan que subir la tasa.

A Omar Everleny Pérez Villanueva le preocupa el impacto que puede tener la unificación cambiaria en las finanzas de las empresas, pues algunas entidades acostumbradas a trabajar con una tasa de 1×1 “podrían ser irrentables ahora”, indicó.

“La preocupación de esas empresas ahora es quién paga esa irrentabilidad. El Estado no será; por ende, deben pedir préstamos bancarios, reajustar sus gastos o quebrar. ¿Pero el Estado dejará quebrar a empresas que le resultan útiles?”, preguntó Pérez Villanueva, quien fue director del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de la Habana.

Elías Amor, economista y presidente de la Unión Liberal Cubana, opinó que la nueva tasa de cambio será competitiva para las empresas estatales y militares, pero perjudicará a la población y se depreciará rápidamente.

“Conviene tener presente que es inconcebible y poco racional plantear una devaluación de la moneda de un país buscando generar efectos asimétricos sobre distintos sectores económicos y sociales. Este tipo de decisiones acaba provocando más perjuicios que beneficios”, dijo.

Emilio Morales, presidente de la consultora Havana Consulting Group, coincidió en que la tasa actual no durará mucho tiempo. “Han lanzado la medida sin haber liberado las fuerzas productivas y sin liberar los precios, (…) el Estado ha fijado los precios sin tener en cuenta la dinámica del mercado. Por tanto, la medida ha nacido coja, y lejos de convertirse en regulador positivo para intentar sanear la economía, se va a convertir en un verdadero lastre que acelerará su actual proceso de colapso”, afirmó.

Además, Morales señaló que “han aumentado los salarios de los trabajadores y las pensiones de los jubilados, así como los precios de los productos y servicios, eliminando subsidios, tratando de crear una ficticia sensación en los consumidores de que van a tener mayor poder adquisitivo, y es falso. Esto lo han hecho sin garantizar que haya un respaldo productivo. Por tanto, el proceso inflacionario crecerá a niveles no deseados y será muy difícil controlarlo por parte del Estado”.

En el mercado informal, la tasa de cambio entre ambas monedas tiende al aumento. Actualmente, el dólar se cotiza a entre 35 y 45 CUP. A juicio de Amor, será dicho mercado el que dicte la tasa definitiva.

“Esto ocurrirá porque la demanda de dólares de la población [campesinos para comprar insumos, gente para comprar en tiendas en Moneda Libremente Convertible, los que precisen dólares para viajar al exterior, etc.] será muy superior a la oferta [no habrá turismo, ni exportaciones suficientes, ni remesas], y por ello se producirán tensiones en el tipo de cambio desde el primer momento” agregó Amor.

Al respecto, Pérez Villanueva señaló que “si el Estado cubano no puede vender USD (…) aunque la tasa sea de 1 por 24, el mercado negro se encargará de llenar la necesidad de las personas que necesitan USD para viajar o comprar en tiendas en MLC”.

Miranda, por su parte, señaló que “el mercado no está reconociendo la tasa oficial como una tasa real, existe poca confianza en la moneda nacional y cuando en el mercado oficial no se puede asegurar una disponibilidad adecuada de divisas, entonces aparece un mercado paralelo en el que la divisa se cotiza a un precio más alto”.

Pese a que los especialistas coinciden en que el Gobierno no tendrá otra opción que ajustar la tasa de cambio, Morales considera que “el verdadero ajuste lo podrá hacer cuando libere las fuerzas productivas, los precios e instaure un mercado de libre empresa basado en la oferta y la demanda”.

Mauricio de Miranda, en cambio, considera que el ajuste a la tasa de cambio se debió hacer desde el inicio, mientras Mesa-Lago cree que la terminarán modificando a través de “aproximaciones sucesivas”.

Elías Amor considera que “el Gobierno debe ajustar el tipo de cambio si observa variaciones en el mercado informal”, pues “no atender al mercado informal de forma eficiente y con reflejos podría llevar a una situación como la que se vivió durante el Período Especial, cuando el dólar llegó a cambiarse en el mercado negro por 160 CUP”.

Los economistas consultados coinciden en la inevitabilidad de la inflación, pues como afirmó Mesa-Lago “en el sector empresarial estatal el cambio de 1 CUC= 1 CUP= 1 USD se devaluara 2.300%, lo que quiere decir que los precios subirán enormemente, y también el precio minorista”.

“Si el Gobierno trata de fijar tope de precios no funcionará porque el mercado negro se disparará; ya se ha probado que cada vez que ha intentado esto no ha tenido éxito; ojalá que no lo hagan de nuevo”, agregó.

En la opinión de Mauricio de Miranda “las autoridades cubanas creen que pueden contener la inflación con medidas coercitivas, con topes de precio, etc.”, pero “con ello solo conseguirán dinamizar el mercado subterráneo que funciona con una dinámica propia y en donde los niveles inflacionarios podrían llegar a ser muy grandes”.

“En las actuales medidas no se ha incluido algo que es fundamental y es estimular las condiciones para el impulso de la producción y, por tanto, de la oferta. Un aumento notable de la oferta monetaria sin respaldo suficiente en bienes y servicios produce inflación. Eso está demostrado ampliamente en la historia económica”, añadió.

Para Pérez Villanueva lo más importante será “no llegar a una hiperinflación incontrolable”, pues “si los insumos que reciben las empresas productivas se van a incrementar en varias veces, obligatoriamente los costos aumentan y con ellos los precios”.

Con ello coincide Emilio Morales, quien insiste en que para evitar una hiperinflación es necesario un respaldo al que solo se puede llegar “liberando las fuerzas productivas, creando un mercado de libre oferta y demanda, de libre empresa y de liberación de precios”.