September 21, 2024

ECONOMÍA Si creíste que 2020 era malo… no vayas a la bodega en 2021 RAFAELA CRUZ | La Habana

ECONOMÍA

Si creíste que 2020 era malo… no vayas a la bodega en 2021

RAFAELA CRUZ | La Habana

Bueno, ya se conoce cuándo es el día cero, los cubanos tendrán un final de año ambivalente; el habitual jolgorio alcoholizado de los días postreros de diciembre, estará matizado esta vez por una dura dosis de angustia financiera; quizás desde la Nochevieja de 1958 no se recuerde otra tan tensa como la de este fatídico 2020.

Nadie sabe si estos cambios son para mejor, o como suele resultar todo “invento” del Gobierno, serán una vuelta de tuerca más a la apretada realidad diaria del cubano común.

Hay quienes se alegran porque los precios de los alimentos básicos en las que pronto serán “las antiguas” tiendas en CUC cambiaron poco, pero si alguien se atreve a comentarlo en público no falta quien le espete iracundo: “¡¿Y cuánto más los iban a subir si ya están al 240%?!”. U otro que con la voz apagada de una víctima corrija: “Da igual, si ahí no hay nada, to’ está en MLC”. En La Habana no hay felicidad en las calles, hay contención, pero no satisfacción.

Aunque es difícil vaticinar la evolución de un proceso tan complejo, sí hay un cambio de precios que ya se puede analizar, los de la canasta básica, es decir, los de la bodega, que es un gasto fijo de todo cubano —menos los del Comité Central—. Para ello tomemos los productos más importantes y comunes a todos los consumidores y veamos cómo cambiarán.

La cuota mensual de todo cubano es la siguiente: siete libras de arroz, medio litro de aceite, media libra de frijol negro (cuando entra), media libra de frijol colorado (cuando entra), seis libras de azúcar blanca, tres libras de azúcar prieta, una libra de pollo, diez huevos, un paquete de café y 30 panes.

A precios de hoy, eso cuesta 11.30CUP por persona.

Quienes lean esa cifra desde fuera de la Isla pueden pensar que es irrisoria; y lo es, pero lo importante es lo que significa la cifra para los cubanos.

Para descubrirlo planteemos una hipótesis simple, si el precio actual de la cuota fuera bajo, lo normal es que cada núcleo familiar fuese una vez al mes a la bodega y extrajese todos sus mandados, evitándose así tener que repetir el viaje y la cola.

En la bodega del barrio de Luyanó donde yo compro se atienden 248 núcleos. De ellos, menos de 40 extraen sus productos de una vez. El resto va dos o más veces durante el mes a la bodega para ir sacando las cosas poco a poco. La bodeguera me contó que mucha gente saca la mitad del arroz los primeros días y la otra mitad a mediados de mes. Otros van sacando el café de paquete en paquete porque no tienen los cuatro pesos. Y no son pocos los que le piden que venda su cuota de azúcar —a dulceros y cuentapropistas— para con eso pagar el resto de los mandados.

Esa simple indagación muestra que el precio de 11.30CUP por la cuota de la bodega es importante para el 80% de los que allí compran, una inmensa mayoría.

Mientras la bodeguera me daba estos detalles, no podía yo dejar de recordar a Díaz-Canel, o antes a Fidel Castro, vanagloriándose de que el Estado subsidia los productos de la bodega, como si eso fuese una muestra de éxito económico, de bondad o acaso de justicia, cuando lo único que están haciendo es administrarle el dinero al pueblo, y de forma tan ineficiente que lo dejan en una situación tal, que a duras penas pueden adquirir lo subsidiado.

En cualquier caso, eso ya es pasado, se acabó el Estado socialista, centrémonos en lo que viene.

Según los nuevos precios, la cuota normada pasará de 11.30 a 169.00 pesos. Un aumento del 1.495%… Sí, 1.495%.

Claro, los salarios también subirán y hay que tenerlo en cuenta. Para analizarlo tomemos un ejemplo “solvente”, pensemos en un médico especialista. Mientras este médico hoy gana 1.653CUP, en enero cobrará 5.560CUP, parece una gran subida, pero mientras ese médico hoy utiliza el 0,68 % de su salario para adquirir cada cuota, a partir de enero tendrá que utilizar el 3% de su salario para lo mismo. Mal síntoma.

Con el cambio, un médico tendrá que utilizar una parte de su salario casi cinco veces mayor que la utilizada hoy. Es decir, para ese médico la inflación de los productos de la bodega será del 500%. Esto se debe a que, mientras al médico le multiplican por tres el salario, los precios de la bodega los multiplicarán por 15. Como dicen por ahí, “con esta gente nunca se gana”.

En su intervención anunciando el comienzo de la Tarea Ordenamiento, el presidente (designado) de Cuba dijo: “Los precios abusivos y especulativos no se permitirán, se enfrentarán con severas sanciones a los incumplidores”. ¿Se meterá preso el mismo?