December 26, 2024

El Movimiento San Isidro y el poder de internet que empiezan a entender los cubanos ALBERTO AREGO | Madrid

El Movimiento San Isidro y el poder de internet que empiezan a entender los cubanos

ALBERTO AREGO | Madrid

La protesta pacífica y el desalojo del Movimiento San Isidro en La Habana, el plantón frente al Ministerio de Cultura de unas 300 personas y los posteriores hechos que llevaron al Gobierno de la Isla a activar la propaganda estatal y el bloqueo puntual de páginas, ponen en evidencia el poder de internet. Sin embargo, los cubanos todavía no entienden cuánto pueden llegar a lograr a través de las redes sociales.

“El Gobierno ya tiene el interruptor preparado para cuando sucede algo. Cuando lo necesitan, apagan las redes sociales por el tiempo que sea necesario hasta que puedan controlar la situación”, afirma el periodista José Raúl Gallego a DIARIO DE CUBA.

La noche del desalojo de Damas 955 las redes sociales estuvieron caídas en la Isla y tras la reunión con el Ministerio de Cultura (MINCULT), los cubanos reportaron bloqueos puntuales de Facebook, Twitter y YouTube. El Observatorio de Internet NetBlocks confirmó las sospechas.

Norges Rodríguez, director del medio independiente Yucabyte, coincide en que Cuba no es el primer país que lo utiliza. “El Gobierno ya lo tiene concebido como el primer paso para cualquier escenario de inestabilidad política. Bloquean ciertas redes sociales específicas y pueden llegar al apagón de internet total como en Hong Kong. Es algo de manual para gobiernos totalitarios”.

Internet, plataforma para las protestas

Rodríguez reseña que Luis Manuel Otero Alcántara y el Movimiento San Isidro sí supieron aprovechar internet para alcanzar visibilidad, incluso antes de la protesta y la huelga de hambre de algunos de sus miembros en noviembre.

“Desde aquella obra que él hacía un striptease en la esquina del cine Yara hasta todo lo hecho luego, relacionado con el mismo Museo de la Disidencia, que es online, y la Bienal 00, donde el logo era la etiqueta”, recuerda.

Antes de la protesta de mediados de noviembre, publicaron en las redes y en medios independientes cada paso por la liberación de Denis Solís: desde la petición de información en la estación de Cuba y Chacón, la solicitud de su liberación y cuando estuvieron encerrados en la casa de Damas 955, sede del Movimiento San Isidro. Durante el encierro emitieron cada día en vivo, algo que otros grupos opositores no tuvieron la oportunidad de “mostrar a tantas personas” en otros tiempos.

“Eso fue básico para visualizar el fenómeno, e incluso dentro del grupo había dos personas que trabajan para dos medios de alcance, Iliana Hernández de CiberCuba y Esteban Rodriquez de ADN Cuba”, puntualiza.

Gallego, por su parte, cree que la estrategia de comunicación tuvo algunos fallos. “Por ejemplo, podían haber tenido un canal único. Había muchas cosas dispersas, se daban informaciones importantes por diferentes lugares y eso perdía a la gente. A veces, hasta la misma prensa se perdía noticias relevantes”, detalló.

Aun así, el mensaje del Movimiento San Isidro (MSI) caló y fue el detonante de la convocatoria espontánea frente a la sede del MINCULT, aunque los corresponsales de la prensa extranjera en Cuba no reportaron como los medios independientes o los propios cubanos en redes sociales.

Los dos periodistas cubanos coinciden en que el apoyo de la comunidad internacional fue mucho menos evidente, solamente se recibió de algunos países puntuales. Gallego detalla que los políticos europeos estaban en conversaciones, según informó Michel Matos, portavoz del MSI, e intentaron entrar a la sede.

El director de Yucabyte, en cambio, califica como “preocupante” el silencio de la comunidad internacional, cuando “había personas en huelga de hambre y el Gobierno incrementó la represión”.

En cuanto al “diálogo” del MINCULT con los artistas independientes, Rodríguez considera que solo fue “una jugada del Gobierno cubano” para bajar la tensión vivida ese día en La Habana.

“Este escenario es uno de los más críticos de la dictadura de Cuba en los últimos años (…) Existirá diálogo cuando estén contra la pared por una protesta de muchas personas y una presión de la comunidad internacional tan fuerte que los obligue a oír a la sociedad civil”.

Gallego insiste en que las redes sociales son el medio, pero el apoyo vendrá por algún hecho, como sucedió la semana pasada en La Habana con el desalojo del MSI.

Un despertar tímido de los cubanos

Los cubanos no tienen suficiente cultura digital porque no hay acceso decente a internet en el país, indica el también estudiante de un doctorado de Comunicación en México.

“Sin embargo, la gente sí está teniendo como una especie de intuición del poder de las redes, enseguida dicen ‘súbelo, súbelo, graba para que el mundo lo vea’ porque se dan cuenta de la fuerza que tiene la opinión pública y ese tipo de presión”, afirmó.

Las denuncias en las redes sociales son casi el único mecanismo para defender sus derechos o criticar una situación. “No puedes ir por la vía legal, no puedes ir por la vía política, no existe. Lo único que nos queda es compartir y visibilizar el caso lo más posible”.

Rodríguez, por su parte, espera que vayan de la mano en Cuba el mayor acceso a la información y la cultura democrática. Los ciudadanos podrán compararse con otros países y los derechos que le faltan a ellos.

“Los cubanos han ido aprendiendo que por las redes sociales pueden hacer denuncias e incluso convocatorias. Pero, hay que tener en cuenta que el acceso a internet en Cuba es reciente y para los mayores de 40 años es un proceso lento. Les cuesta más trabajo que a los jóvenes”, asegura.

Otra de las limitaciones es el alto costo de internet y de los dispositivos.

“Hay un despertar tímido, se van perdiendo algunos miedos, pero todavía, porque hay mucha gente que aun no identifica el origen del mal, dónde está la raíz del problema, y también hay mucho miedo, que es entendible porque está respaldado por un sistema totalitario que nos lo meten en las cabezas desde que somos pequeños”, afirma Gallego.

A ese miedo se suma la represión real que existe en Cuba. “Hablar ahora de una primavera es apresurado. Posiblemente tengamos más cerca una Primavera Negra que una Primavera Árabe”, señaló sobre posibles cambios en la Isla.

El periodista apunta que el acceso a internet en Cuba sigue siendo minoritario y muchos ciudadanos, en particular en provincias, las únicas fuentes que tienen son la prensa estatal. “Todavía hay muchas personas que se creen lo que ahí se dice”.

Los cubanos “no tenemos una cultura mediática como para desarrollar las vacunas suficientes para saber cuándo nos están engañando, nos están manipulando”. Algunos, cada vez menos, se creen las acusaciones de “mercenarios”.

“Hay señales esperanzadoras, hay un despertar y hay más gente que va abriendo los ojos, pero persiste una mayoría desconectada en Cuba que se va con el discurso estatal”.