Consumir cultura en los espacios estatales cubanos a partir del próximo 1 de enero de 2021 costará hasta cinco veces más que hoy. Al cine, el teatro, los espectáculos musicales baratos, al arte asequible que ha pregonado por años el Gobierno cubano, le quedan pocos días.

Con la arrancada de la denominada “Tarea Ordenamiento”, que estableció el salario mínimo en 2.100 pesos y la pensión en 1.528, muchos cubanos tendrán poco o nada para gastar en entretenimiento después de pagar la “canasta básica” y otros alimentos, productos y servicios imprescindibles.

Así queda refrendado en la resolución 328 de la Gaceta Oficial Extraordinaria número 70, que establece “aplicar tarifas iguales en pesos cubanos para personas naturales cubanas y extranjeras en los servicios a los que mayoritariamente acceden cubanos, como los de entrada a museos, sitios históricos, patrióticos, cines, teatros, espectáculos culturales, deportivos y otros lugares afines”.

Según la norma, “para la determinación de las nuevas tarifas los jefes de los organismos, organizaciones superiores de dirección empresarial y otras entidades autorizadas, así como los consejos provinciales, incrementan las tarifas actuales en similar proporción al crecimiento promedio de los gastos por la prestación de los servicios, según sus características y clasificación”.

El Ministerio de Finanzas y Precios señala que “los límites de crecimiento sobre las tarifas actuales, por tipos de servicios” son “hasta tres veces el valor actual” en “museos, sitios históricos, cines y teatros locales, espectáculos culturales y deportivos locales”.

Los teatros nacionales, por su parte, podrán establecer precios a sus entradas hasta cinco veces más que el valor actual. En el caso de los espectáculos musicales locales, hasta cuatro veces; espectáculos musicales nacionales y salas de concierto, hasta cinco veces.

Teniendo en cuenta los precios actuales y la subida establecida, la entrada a los cines podría elevarse hasta 10 pesos. Acudir a los Premios Lucas del videoclip cubano del próximo año podría llegar a costar hasta 500 pesos, como otro ejemplo.

La resolución dice además que “para servicios de entrada a espectáculos y otros establecimientos, que actualmente se prestan en pesos convertibles (CUC) a personas cubanas y extranjeras con importes diferentes, se fijan tarifas únicas en pesos cubanos, multiplicando las que aplican a cubanos, por la tasa de cambio (1×24)”.

La normativa asegura que “se mantiene el tratamiento preferencial en el cobro de las tarifas a diferentes segmentos de la población, sectores e instituciones, mediante la aplicación de descuentos a niños, estudiantes, pensionados, actividades afines a su función estatal, entre otros, cuyas especificaciones deben quedar precisadas en las normas jurídicas que se emitan por los facultados a aprobar dichas tarifas”.

El Gran Teatro de La Habana, renombrado Alicia Alonso, ha sido una de las primeras instituciones culturales en dar a conocer los precios que regirán a partir de enero.

Una localización en platea costará 150 pesos; en primer y segundo balcones, 125; tertulia y paraíso, 50. La entrada para los extranjeros ha sido establecida en 750 pesos.

El desglose de las tarifas, publicado en el perfil oficial de Facebook de la institución estatal, ha generado decenas de comentarios críticos.

Para Jarocha Reyes Vega, es una “falta de respeto tan grande” en “un país que se ha llenado la boca de decir que la cultura es para todos”.

“¿Cómo acceder a estos precios una familia de cuatro personas?”, cuestionó.

“¡Qué triste todo lo que pasará en Cuba! Subirán los salarios, pero a la vez subirá todo lo demás. Por tanto, el tal aumento de salario es ficticio. Una total desfachatez”, comentó Malena Uriel Martínez.

Para Amel Martínez, está “demostrado” que “el ballet en Cuba es puramente elitista, pero desde siempre”, pese a que los difuntos Alicia Alonso y Fidel Castro lo presentaron como “un arte elevado, que el pueblo merecía conocer y disfrutar, como parte de la cultura nacional”.

Adela Ramos consideró un “horror las nuevas tarifas”. “¿El arte es para el pueblo, o para la elite con dinero?”, se preguntó.