Régimen cubano imputa un nuevo delito a la presa política Aymara Nieto
De acuerdo con familiares, activistas y expertos legales, el régimen busca extender la condena de cuatro años que pesa contra la Dama de Blanco y miembro de la UNPACU.
LA HABANA, Cuba. – La dirección de la Correccional de Mujeres “El Guatao”, orientada por la Seguridad del Estado, acusó a Aymara Nieto Muñoz de haber sido la líder de un motín que ocurrió a principios de año en ese centro penitenciario. Por ese supuesto delito, a Nieto Muñoz, quien permanece desde 2018 en prisión cumpliendo una sanción de cuatro años de privación de libertad, pudiera extendérsele la condena.
La Dama de Blanco y activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) se halla actualmente en una prisión de Las Tunas. Mediante una llamada telefónica realizada a su esposo Ismael Boris Reñí, este 16 de diciembre, explicó que su expediente estaba en fase preparatoria y pidió a sus familiares que contrataran a un abogado defensor para el juicio.
A principios de año, cuando Nieto Muñoz aún se encontraba en El Guatao, las reclusas de ese penal quemaron varios colchones. Pero la presa política cubana asegura que ella nada tuvo que ver con tales sucesos: “La lucha mía es mía y es en la calle”, afirmó.
Hay al menos cinco mujeres implicadas en el proceso penal. Contra ellas, asegura Nieto Muñoz, en un primer momento la medida aplicada por la dirección del penal fue simplemente retirarles las visitas familiares y las llamadas telefónicas. Sin embargo, sin siquiera haberse demostrado la supuesta implicación de la activista de la UNPACU en el motín, las autoridades carcelarias ordenaron su traslado inmediato a una prisión de mujeres en Las Tunas, en donde permaneció alrededor de seis meses en celdas de aislamiento.
Para el abogado Edilio Hernández, este confinamiento prolongado viola el Reglamento de las Prisiones y las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela), según las cuales un recluso no puede permanecer más de 15 días en confinamiento.
Las conocidas como Reglas Mandela también establecen que entre “las sanciones disciplinarias o medidas restrictivas no podrá figurar la prohibición del contacto con la familia. Solo se podrán restringir los medios de contacto familiar por un período limitado y en la estricta medida en que lo exija el mantenimiento de la seguridad y el orden” (Regla 43.3).
Pese a que la hija mayor y el esposo de Nieto Muñoz han podido visitarla en Las Tunas en dos ocasiones, para ellos, el hecho de que esté a más de 600 kilómetros de La Habana, ha dificultado en extremo las visitas familiares. La pandemia de COVID-19 ha sido también un pretexto para impedirlas.
Asimismo, los familiares de la presa política denuncian que oficiales de la Seguridad del Estado han robado en varias ocasiones los suministros (alimentos, ropas y medicinas) enviados a la Dama de Blanco. Incluso, una vez las fuerzas represivas argumentaron que confiscaban tales bienes porque habían sido enviados por “los gusanos” del exilio.
Esta constituye la segunda prisión política de Aymara Nieto Muñoz. En 2017 fue condenada a un año de privación de libertad por “desorden público”, tras lo cual cumplió su sanción como prisionera de conciencia en El Guatao.
Poco después de su excarcelación, en mayo de 2018, fue detenida violentamente luego de una redada policial. Durante su traslado, fue golpeada dentro del auto patrullero. Permaneció 10 días confinada en una celda, tras los cuales requirió atención médica. Fue entonces transportada hacia El Guatao, en donde esperó el juicio. Resultó condenada a cuatro años de prisión por “desorden público”, “desacato” y “atentado”. Desde entonces, la amenazaron con trasladarla lejos de La Habana si continuaba denunciando las violaciones de derechos humanos que ocurrían en la prisión, así como por comunicarse telefónicamente con la sede de las Damas de Blanco.
Según un reciente informe de Prisoners Defenders, hasta el 1 de diciembre de 2020 había un total de 134 presos políticos en Cuba, entre ellos, Aymara Nieto y Marta Sánchez González, las dos integrantes de las Damas de Blanco actualmente en prisión. Para ambas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha otorgado Medidas Cautelares de Protección Internacional.
“El grupo de trabajo para las detenciones arbitrarias de Naciones Unidas ha exigido la liberación inmediata de Aymara”, aseguró Berta Soler Fernández durante su intervención virtual ante el Parlamento Europeo, el 10 de diciembre último.
“El ensañamiento con Aymara y con Marta es indescriptible”, añadió la representante de las Damas de Blanco. “No sabemos en qué condiciones saldrán de prisión, ni cuándo. Es habitual que a los presos y presas políticas les creen causas penales dentro de la prisión, por las más diversas causas, entre ellas, falsos delitos de atentado y desacato, solo con el testimonio de sus carceleros. Ninguno de los presos políticos recibe los beneficios penitenciarios ordinarios y son muy raros los casos en que se les da la libertad anticipada”.
Según la madre de Nieto Muñoz, Griselda Muñoz, esta segunda estancia en prisión de su hija ha sido particularmente difícil para toda la familia, sobre todo para las dos hijas menores de edad de la activista, una de 12 años y otra de seis. Las pequeñas no ven a su madre desde hace más de nueve meses.
Pese a los atropellos, la Dama de Blanco asegura que nada impedirá que continúe su lucha por el respeto de los derechos humanos de los cubanos.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.
Graduada en Periodismo en la Universidad de La Habana, 2016. Investigadora, Documentalista y Especialista en Comunicación del Club de Escritores y Artistas de Cuba (CEAC). Reside en La Habana, Cuba
More Stories
“Los ladrones nos están saqueando”: Campesinos se quejan del mal trabajo de la Policía en Cuba
Rosa María Payá pide a Europa que traduzca su solidaridad en acciones por un cambio en Cuba.
Caída de Assad muestra “vulnerabilidad” de regímenes como Cuba y Venezuela, señalan expertos