April 28, 2024

Evert Matos Leyva: “Podré ser preso de conciencia, pero libre de corazón”

Evert Matos Leyva: “Podré ser preso de conciencia, pero libre de corazón”

“Debemos seguir luchando hasta que no exista la necesidad de hacerlo”, aseguró el activista holguinero a CubaNet, tras ser liberado después de cinco días en detención.

El activista Oscar Evert Leyva Matos (Foto: Facebook)

LA HABANA, Cuba. – El pasado 16 de enero, la policía política detuvo ilegalmente al activista holguinero Evert Oscar Matos Leyva. El 21, tras pasar varios días desaparecido, el opositor fue liberado bajo una fianza de 1.000 pesos, una de las medidas cautelares autorizadas por la Ley de Procedimiento Penal de Cuba.

Según contó Matos Leyva a CubaNet, se encuentra “pendiente a investigaciones” por los presuntos delitos de “otros actos contra la seguridad del Estado” (artículos 124-128 del Código Penal) y “propaganda enemiga” (artículo 103). Sobre su detención por parte de la policía política, el joven activista, residente en el municipio Moa, comenta a CubaNet:

“Cuando llegó la Seguridad a mi casa forcejeé con una mano para evitar que llegaran a mi teléfono antes de que yo pudiera apagarlo; después que lo hice seguí forcejeando, pero ya tenía tres (oficiales) encima de mí, incluyendo al mayor Parra y al jefe de Sector. Yo no me resistí, pero me inmovilizaron y esposaron como si fuese un delincuente, un terrorista”.

El joven activista aclara que los uniformados no le presentaron ninguna orden para irrumpir en su vivienda y registrarla. Sin embargo, le expresaron que ellos no habían violado la ley, pues el titular de su casa es su padre y había dado su consentimiento.

“Les dijo (el padre) que él no tenía nada que esconder, y que si era necesario un registro que se hiciera, que no le preocupaba, y entonces se basan en eso para decir que no violaron mi domicilio, pero mi papá no vive aquí hace años, en estos momentos yo soy el morador de la casa, y me encontraba con mi hermano que recién había llegado”, explicó Matos Leyva.

Sobre una presunta infracción del artículo 287 del Código Penal (referente a la violación de domicilio) por parte de los agentes, la directora del Centro de Información Legal Cubalex, Laritza Diversent, indica que “si los agentes hablaron con su padre, y este les dijo de forma verbal que sí, que podían entrar a hacer el registro, y lo hicieron sin él (el padre) estar en la casa ya que no vive ahí, entonces es totalmente ilegal porque el padre tiene que estar presente, o sea, tiene que ir con ellos y decirle a su hijo que los deje entrar”.

“Lo que digo es que el morador que menciona la ley, la persona propietaria del inmueble, tiene que estar presente cuando hacen el registro. Si al padre le dijeron por teléfono ‘Oye, ¿me das permiso para entrar a casa de tu hijo?’, pues eso no es válido”.

Según Diversent, cuando las personas no apelan a la inviolabilidad del domicilio y permiten que las autoridades entren a su vivienda aunque no tengan orden de registro, el acto se legaliza, explica la abogada.

“Por ejemplo, van sin orden de registro a inspeccionar tu casa y abres la puerta para que entren, ya sea por temor o por desconocimiento. Entonces no hay violación de domicilio. Si dices que apelas a tu derecho de inviolabilidad del domicilio, ahí si tienen que presentar obligatoriamente una orden de registro para entrar al inmueble”.

Por su parte, Matos Leyva agrega que el grupo de uniformados lo forzó a salir de su casa esposado. “Me empujaron; les dije que estaban haciendo una arbitrariedad, violando mis derechos, allanando mi domicilio”.

“Todo el mundo estaba observando. Yo sentía muchísima vergüenza por la forma en que habían acontecido los hechos y di gracias a Dios de que había conseguido sacar a mi hijo sin que viese nada semejante”, señala.

Los agentes de la Seguridad del Estado lo trasladaron a los calabozos de la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Moa, donde permaneció casi una hora. Luego, “me condujeron al Centro de Instrucción Penal de Holguín, en la carretera central vía Bayamo, Pedernales”, indicó el activista.

Según Matos Leyva, la Seguridad del Estado lo acusa por supuestamente recibir financiamiento de Estados Unidos. No obstante, el joven holguinero alega que las autoridades “no tienen ninguna prueba; intentan valerse de que tengo recargas en mi tarjeta (SIM), pero mi teléfono es de dos líneas, una es mía y la otra la compré para mi hijo mayor que está en Matanzas”, explicó.

“No obstante, tengo entendido que las supuestas pruebas arrebatadas, transgrediendo la privacidad de mi celular sin autorización, son una violación y no deben ser estimadas en un juicio. Pero ellos tienen la sartén por el mango, y cuando están intimidados, cuando están movidos por la fuerza del verbo encendido de alguna persona que no se retracta y sabe lo que está diciendo, pues se vuelven peligrosos”.

Tras su arresto, Matos Leyva permaneció cuatro días incomunicado. Las autoridades solo le permitieron hacer una llamada para que notificara a su familia el día antes de salir bajo fianza. En ese momento supo que la activista opositora que había presentado el recurso de hábeas corpus en su nombre (denegado por el Tribunal Popular Provincial de Holguín) fue objeto de coacción por parte de la Seguridad, pues “repentinamente anunció que se retiraba de las redes y que iba a cesar de colaborar por razones familiares”.

Precisamente, las amenazas, el chantaje y el ataque directo a los familiares y amigos más cercanos de activistas, opositores y periodistas independientes son de los métodos más utilizados por el régimen para amedrentar a aquellos que disienten del Gobierno y luchan por conseguir una Cuba plural y democrática.

“A mi familia le llenaron la cabeza de cosas; los asustaron con mi caso, con hacerme tocar fondo. Me contaron que mi padre y mi cuñada, que está embarazada, se quedaron con la presión alta ese día. Mi hermano tuvo que hacer de tripas corazón porque si él se ponía mal, ¿quién iba a responder entonces por los demás?”, cuenta Matos Leyva.

Evert Oscar Matos Leyva, extrabajador de la fábrica niquelífera “Ernesto Che Guevara” de Moa, comenzó su activismo hace solo varios meses: “Me empecé a sentir un cubano libre, preso de conciencia, pero libre de corazón, porque no me escondo para decir lo que pienso, para filmar un video, para decir las cosas que a aquellos que les falta valentía cívica no dicen”.

“Creo que lo que motivó mayormente mi arresto fue esa directa donde denuncié que había sido objeto de un ataque sónico. Desde ese momento siento como si tuviera una cigarra cimbrando dentro del oído. Supe que (la artivista cubana) Tania Bruguera había reportado lo mismo”.

Actualmente, el joven activista mantiene una página de Facebook y un canal de YouTube llamado “El caimán libre”, donde denuncia y debate sobre la situación actual de su localidad y de Cuba en general, y donde intenta desmentir a los medios oficiales de prensa, “que son una burla al periodismo y al pueblo cubanos”, asegura.

“Esto tiene que acabarse ya, no puede pasar de este año. No nos podemos dar el lujo de desaprovechar esta debilidad enorme que están mostrando, y debemos seguir luchando hasta que no exista la necesidad de hacerlo. Incluso cuando se acabe la dictadura debemos luchar por superarnos nosotros mismos y crecer como individuos, dejándole una Cuba nueva a nuestros hijos y a las generaciones por venir, libres de adoctrinamientos, con libertad de expresión y de reunión, o sea, con todas aquellas libertades prohibidas o limitadas desde el 59”, termina.

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Claudia Montero, guantanamera de nacimiento, habanera por adopción. Graduada de Periodismo en la Universidad de Oriente en el año 2015. Gestora de contenidos en redes sociales. Soy periodista, la más apasionada de las profesiones a la que por desgracia el oficialismo ha mutilado.