En la primera mitad del pasado siglo, los padres acostumbraban a asustar a los niños diciéndoles: “Ahí viene el coco”; algo que resultaba abusivo para la sicología infantil, porque el niño quedaba pendiente de quién llegaría y a qué llamaban por un nombre que lo asustaba. Algo parecido está pasando en estos momentos en Cuba, con el anuncio de la presencia de Rusia, en la economía y la sociedad, aunque todos sabemos que se trata de política.
Después de que una lista de funcionarios de alto rango pasaran por la Isla, y el anuncio de la cesión de tierras por treinta años, se ha destapado una especie de “rusifobia”, con una apuesta gubernamental a la ayuda que pueda venir de ese país; aunque también los dictadores cubanos hacen lo suyo, dando su apóyo incondiciona a la invasión rusa a Ucrania.
Claro, todo esto trajo su prólogo, por ejemplo: el régimen autorizó a las instituciones financieras, a aceptar –en cuentas bancarias- depósitos en efectivos de dólares estadounidenses; a pesar de que –según dijeron- las bóvedas estaban llenas de dóleres, lo que echó por tierra la unificación de la moneda y también la tarea ordenamiento. Y es que la dictadura tiene la costumbre de contradecirse una y otra vez, utilizando rumbos diferentes en la economía, de acuerdo al momento en que se vive.
Habría que preguntarse: ¿no es obvio que esta decisión contradice la tan cacareada “justicia social” que impera en el país? ¿no es esto una forma de seguir dividiendo en clases la sociedad?
A la vez, las consecuencias para los que viven de un pequeño salario, son pésimas, cae su nivel de vida y se incrementa la brecha entre los que tienen personas en el extranjero que les envíen remesas y los que solo viven del devaluado peso cubano.
Lo que no se pueden explicar los adiestrados en temas económicos, es: ¿qué fue lo que cambio, para que se tomara esta decisión? Es por eso que la mayoría de los especialisas en la materia, piensa que es solo un experimento más, al que no se le han evaluado las posibles consecuencias.
Los actores económicos tienen una línea de comportamiento en el mal llamado “Sistema Económico Cubano”, que está desmoronado por completo, porque lo que hacen los que dirigen el país, es mantener en movimiento constante un cachumbambé que no permite estabilizar una política de continuidad.
Como es natural esto ya trajo sus consecuencias, acompañado de algunas otras malas decisiones, el tipo de cambio informal subió –en los últimos días- hasta los 200 pesos cubanos por un dólar.
Como si fueran pocos todos los problemas que padece la población, por la ausencia de alimentos, medicinas, cortes de electricidad, falta de agua y un largo etcétera; aquellas personas que tienen vehículos automotores, se ven imosibilitadas de utilizarlos de forma normal, porque también hay falta de combustible; con un panorama que parece indicar que es algo que se alargará en el tiempo, porque la solución no se deja ver por ningún lugar.
Si bien es cierto que la invasión rusa a Ucrania, pudo traer, en algún momento, afectaciones en los mercados de combustible, no hay una crisis energética mundial, tal y como explicó el Ministro de Energía y Minas cubano, es solo una justificación de lo que sucede, para aquellos que no tienen información de los transacciones internacionales, porque para los que conocen, lo que allí acontece, es en realidad un desprecio a sus inteligencias.
Sin embargo, el Ministro en cuestión, debió decir que no hay financiamiento para los precios internacionales del petróleo, como consecuencias de la falta de moneda dura que tiene el país, provocada en primer lugar por la escasez de produccion en aquellas actividades que permitan exportaciones.
El escenario actual del país, se veía venir, y la dictadura fue incapaz de tomar las medidas necesarias par enfrentar esta crisis. Como siempre, no asume sus responsabilidades por el mal manejo de la economía y de las finanzas que tienen –primero que todo- que engordar las cuentas de algunos dirigentes que están nuevos en esta plaza y que no han conseguido tener el sufiiente dinero en los bancos extranjeros, para dar vida de millonarios en el exterior del país a su familiares.
Ahora, el camaroncito maduro que pretenden los saque del apuro es Rusia. Es también una forma de tener entretenido al pueblo, la esperanza de que al menos vuelvan las latas de carne rusa, con su vaquita pintada fuera.
Y mientras tanto, los rusos que están imbuídos en la guerra con Ucrania, se frotan las manos pensando que van a estar de nuevo a 90 millas de su enemigo: “el imperialismo yanki”
Por su parte, la administración Biden, recibe la presión de esta alianza, para ver si saca a la dictadura de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Cuba se hunde cada día más en el fracaso del sistema y ninguna estrategia podrá sacar adelante una economía destruída y una sociedad que pide a gritos el cambio. En definitiva tenemos un nuevo fantasma en la ópera
La Habana, 5 de junio de 2023
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