Uno de los puntos oscuros que queda sin explicación en medio de la llamada “Tarea Ordenamiento”, y que tiene una vinculación directa con la subida del salario y el alza del costo de la vida, es la manutención de los niños de padres divorciados. Es un asunto que no ha sido abordado ni por los funcionarios que han dado las explicaciones a través de los medios oficiales, ni por prensa oficialista.

Pero miles de madres en todo el país ahora mismo se preguntan lo mismo que la holguinera Idania: “¿Cómo queda la pensión alimenticia de mi hijo ahora que todo sube? ¿Tendré acaso que volver al Tribunal con una demanda o eso lo arreglan automáticamente?”

“Hace falta que hablen de esto porque ya enero está aquí y nadie dice nada. Lo que recibo por mi hijo son unos ridículos 100 pesos mensuales y, si antes eso era una miseria, ahora con los nuevos precios es una falta de respeto”, añade Idania, madre soltera.

El caso de Susana es más incierto porque la pensión de sus dos niños es por “acuerdo notarial”.

“Tuve que divorciarme por rebeldía porque el papá de los niños era muy violento y controlador. Creía que era mi dueño y no aceptaba que me separara. No me daba ni un centavo para su mantención para así presionarme económicamente y que volviera con él. Pero no cedí”, explica Susana, separada del padre de sus hijos desde hace cuatro años.

“Comencé una demanda con el mismo abogado que me llevó el divorcio, pero quería salir de ese hombre lo más rápido posible porque me amenazaba y me tenía loca. Por eso negocié un acuerdo notarial de manutención dentro del mismo divorcio. Fueron 150 pesos para los dos niños. Es muy poco, pero el salario de él en papeles es bajo, lo que realmente vale más es lo que ‘lucha’, ya que es jefe de Aseguramiento de una empresa”, agrega.

“Ahora, ¿cómo quedan mis hijos?”, se pregunta. “Para cambiar un acuerdo notarial debemos estar de acuerdo los dos. Calculamos la manutención teniendo en cuenta lo que ganaba entonces, y los precios eran otros. Me jodí con la Tarea Ordenamiento esta, que ha cambiado todo y no veo que uno vaya a mejorar en nada. Ahora todo cuesta un ojo y la mitad de otro. Los 150 pesos no me darán ni para el desayuno de una semana”.

Niurka, madre de un niño pequeño, está en una situación desesperada. “El padre, cuando se acuerda, me da 100 pesos como mucho. No pregunta cómo le compro zapatos ni lo que come, porque 100 pesos de vez en cuando no dan para nada”, relata.

“Esa cantidad ya era una miseria y a partir de ahora lo será más. Tienen que hacer algo; no sé, exigir que suban la manutención y que la ley presione, porque si dejan eso a conciencia de los padres, será un dolor de cabeza. Es injusto que se quede sin mencionar”, opina.

Casos como estos hay miles en el país. Según un abogado asociado a un Bufete en Holguín, “los acuerdos notariales son muy frecuentes para resolver los conflictos de manutención y es habitual dejarlo plasmado como parte del proceso de divorcio. Por otro lado, numerosas madres divorciadas deben acudir a la Justicia para reclamar la manutención de sus hijos, por negativa o morosidad paterna”.

A partir de enero, esas madres tendrán una pensión legalmente estimada, pero varias veces más insuficiente de lo que ya es.

Debido al tradicional desfase entre salario y costo de la vida en Cuba, la protección asignada legalmente para los hijos solo ha sido un hecho “ante la ley”, porque en la práctica no cubre más que una parte insignificante de las necesidades de los niños. Y si después del “día cero” no hay un ajuste a la nueva situación, será mucho peor.

“La ley cubana establece la obligatoriedad de la manutención, pero no designa valores ni porcentajes de los ingresos de los padres para este fin, como sucede en otras legislaciones en el extranjero. Los tribunales los establecen valorando varios factores y hacen los estimados más justos con los elementos con que cuentan en ese momento. Pero tras estos cambios debe haber una solución”, considera.

Llama la atención que a pocas horas de comenzar el nuevo sistema de precios en el país y habiéndose determinado un adelanto salaria para los trabajadores, nada se haya previsto para la manutención de los niños. Un sector social muy vulnerable que, según dice el Gobierno cubano, es prioridad.