MIAMI, Estados Unidos.- El vocero oficialista Iroel Sánchez publicó este lunes un artículo en el oficialista Granma, el medio de prensa del Partido Comunista de Cuba, en el que asegura que en la Isla no hay estallidos sociales porque los insatisfechos se van a Miami.

“Hay que reconocer que hay gente insatisfecha en Cuba, y muchos de esos insatisfechos se van a Miami. La acumulación de casi seis décadas de privilegios migratorios, junto al desarrollo de capacidades educativas y el estado de salud propiciados por el socialismo cubano, les hacen muy competitivos con respecto al resto de las comunidades no nativas”, escribió.

En el texto, Sánchez dice además que la falta de protestas en la sociedad cubana es gracias a la “eficacia política del Gobierno”, y culpa una vez más a la política de Estados Unidos de las “graves dificultades que atraviesa la economía”, y “las deficiencias en los servicios con los que choca la ciudadanía, en los que el impacto del bloqueo económico se puede mezclar con la desidia burocrática y provocar molestias e insatisfacciones”.

El autor del blog La Pupila Insomne se preocupó por los cubanos en Estados Unidos, que según él “sufren graves limitaciones para relacionarse con sus familias en Cuba gracias a las medidas de (Donald) Trump”, pero no dedicó una línea a los que están en Cuba y piden cambios de sistema y son acosados y apresados por ello.

Dice Iroel Sánchez que “en la historia de Cuba –de la reconcentración de Weyler a la dictadura de Batista, pasando por la de Machado– ningún régimen basado en la represión logró permanecer por tiempo prolongado al frente del país, a pesar de un ‘relajo’ en el que la corrupción era la dinámica de funcionamiento de la política y la economía a todos los niveles”, por lo que considera que los cubanos están satisfechos con el gobierno.

Y uno de los ejemplos es “el reciente referendo constitucional, a pesar de la intensa propaganda a la que cada año Estados Unidos destina decenas de millones de dólares y una bien financiada ‘Cuba Internet Task Force’”, señaló.

Sánchez acusó al exilio cubano de Miami de ser heredero de “la corrupción y las prácticas represivas, nada democráticas (de) la clase dominante en la Isla hasta 1959”, y atribuyó “los estallidos sociales” en países como Haití, Chile, Panamá, Ecuador y otros países de América Latina al “fracaso de las políticas neoliberales y descrédito de las fórmulas de la democracia burguesa”.

El funcionario del régimen aseguró que el Estado cubano “escucha al pueblo y trabaja para él”, y que la política de EEUU a la Isla solo “fortalece el sentimiento patriótico y la unidad nacional”, no sin antes repetir el discurso oficial de que la oposición cubana está financiada por Washington.

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