MIAMI, Estados Unidos.- El Mayor General Seyyed Yahya Safavi, asistente y alto consejero del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de Irán, confirmó este lunes que el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela paga a la República Islámica en oro por apoyo logístico, tecnológico y armado.

De acuerdo a una nota del medio persa Mehr, el funcionario reconoció que el país petrolero, en medio de la peor crisis económica, política y social de su historia, paga a Irán con lingotes de oro por la ayuda que el régimen árabe ofrece a la dictadura suramericana, a pesar de que esta cooperación se realiza mientras ambos gobiernos enfrentan sanciones de los Estados Unidos.

“Ayudamos a todos los países musulmanes y no musulmanes que nos piden ayuda, pero les quitamos el dinero. Le dimos gasolina a Venezuela y conseguimos lingotes de oro, y trajimos el oro a Irán en avión para que no le pasara nada”, dijo Seyyed Yahya Safavi.

El Mayor General ratificó además que Irán agradece el modelo “comunista” de Venezuela, el cual, representado por Maduro, “se acerca más a sus intereses políticos”.

“Queremos transferir la experiencia de la defensa santa no solo a las naciones islámicas sino también a otras naciones como Venezuela. Hoy los venezolanos son comunistas, pero se han enfrentado a los estadounidenses y los estamos ayudando, dándoles software e ideas, por ejemplo, cómo movilizar a la gente y cómo repeler los ciberataques”, declaró.

Asimismo, agregó: “estamos trabajando para profundizar la defensa de Irán contra nuestros enemigos ‘transregionales’ como Estados Unidos y los sionistas. Nos aliamos con Rusia para oponernos a la coalición de países árabes y occidentales en Siria, y nuestra alianza ganó”.

En mayo Maduro celebró la llegada de cinco buques cisterna iraníes que entregaron gasolina en el país, y el pasado mes de agosto Estados Unidos confiscó por primera vez la carga de cuatro buques cisternas por transportar combustible de Irán a Venezuela, como parte de la campaña del gobierno del presidente Donald Trump para aplicar la máxima presión contra ambas naciones, y por violar las sanciones de Washington a Teherán.

En ese entonces no se recurrió al uso de la fuerza para ejecutar los decomisos y los buques con combustible no fueron confiscados físicamente. “En su lugar, funcionarios estadounidenses amenazaron a los propietarios, aseguradoras y capitanes de los barcos con sancionarlos para obligarlos a entregar sus cargas, que ahora se han convertido en propiedad estadounidense”.

Los cuatro buques transportaban a Venezuela 1.1 millones de barriles de gasolina, pero los barcos nunca arribaron al país sudamericano y desaparecieron, según los fiscales estadounidenses. “Dos de los buques reaparecieron posteriormente cerca de Cabo Verde”.

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