November 13, 2024

Cuba antes y después de la Revolución

AGUSTÍN ITURRALDE – COLUMNISTA INVITADO

Cuba antes y después de la Revolución

Estos días se dijeron verdades, mentiras y, sobre todo, muchas verdades a medias.

En base a un trabajo Carmelo Mesa-Lago (*) del año 2008 intentaremos arrojar un poco de luz sobre el verdadero nivel de desarrollo alcanzado por el régimen cubano considerando su situación previa y la evolución general de América Latina. Puntualmente nos apoyaremos en datos de Cepal y el Banco Mundial.

En primer lugar, corresponde analizar el desempeño económico cubano. Según Mesa-Lago, en 1958 el PIB per cápita de Cuba era el tercero más alto de América Latina, sólo superado por Venezuela y Uruguay. Más allá de la discusión vigente sobre cuál es la mejor forma de estimar el PIB cubano, parece claro que hoy en día está por debajo de la media de la región y sólo supera a los países más pobres. Analizando datos de la Cepal y el Banco Mundial, hay al menos ocho países con un ingreso por habitante mayor al de Cuba. Cabe destacar que antes de la caída de la URSS en 1991, la economía cubana tuvo una trayectoria similar a la del resto de la región. Sin embargo, luego de esto comenzó una tendencia de crecimiento mucho más lento que la llevó de ser uno de los países más ricos a estar por debajo de la media latinoamericana.

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La educación es sin duda el mayor logro del régimen, Cuba tiene la población más educada de toda América Latina. La alfabetización está muy próxima a ser universal, situación similar a Chile, Uruguay y Argentina. Sin embargo, la diferencia la saca con tasas muy altas de matriculación en educación secundaria y superior, cercanas al 90%. Es de orden aclarar que la situación previa a 1959 también parece haber sido buena en términos relativos. El censo de 1953 da cuenta de un nivel de alfabetización de 76,4%, lo cual era mucho mayor de la media de América Latina, la cuarta más alta. En resumen Cuba ya en 1953 tenía una alfabetización relativamente alta, ventaja que fue maximizada por el régimen siendo hoy en día la población latinoamericana más educada. Sin embargo, citando a Mesa-Lago, esa muy importante inversión parece no traducirse en capital humano dadas “las bajas remuneraciones y falta de incentivos que fuerza a los profesionales a emigrar o abandonar sus trabajos estatales en busca de otros que les permitan sobrevivir”.

Los logros en salud también son motivo de orgullo del gobierno cubano. La situación es similar a la educación en la medida de que ya había una situación relativamente buena en la década del 50, pero se continuó mejorando. La esperanza de vida al nacer en Cuba en 1958 era 64 años, solo por debajo de Argentina (65) y Uruguay (68). Hoy en día, Cuba sigue teniendo el tercer lugar con una esperanza de vida de 79 años, Costa Rica la supera por decimales y Chile encabeza la lista con 81 años. Otros indicadores, como la mortalidad infantil o la cantidad de médicos muestran comportamientos similares. Cuba tenía en 1958 la menor mortalidad infantil de la región, cosa que sigue ostentando al día de hoy (nivel de país desarrollado: 4/1000).

Con respecto al acceso a otros bienes la situación es menos favorable; son conocidas algunas dificultades que experimenta la población. El mismo gobierno ha reconocido la insuficiencia del salario para cubrir necesidades básicas, citando a Mesa-Lago las cuotas de racionamiento de 2008 sólo alcanzaban “a cubrir una semana de alimentos al mes y el resto hay que comprarlo (…) a precios entre 90 y 300 veces superiores”. También existe en Cuba un importante déficit de vivienda que fue estimado en más de un millón en 2008, sin embargo Mesa-Lago no logró estimar la cifra para 1958. En cambio el economista cubano sí maneja algunos datos que dan cuenta de un retroceso en la modernidad relativa de Cuba entre 1958 y 2007 considerando cantidad de teléfonos, periódicos y autos cada 1000 habitantes, Cuba pasó del puesto tercero, tercero y quinto respectivamente entre 20 países latinoamericanos, al decimoctavo, vigésimo y decimosexto. En cuanto a teléfonos móviles e Internet, las estimaciones para 2008 ubican a Cuba en el último lugar de la región, por debajo de Haití.

En resumen Cuba era un país relativamente próspero para América Latina al momento de la revolución encabezada por Fidel Castro. El ingreso per cápita, la alfabetización y la esperanza de vida dan cuenta de esto. Luego de más de 50 años de régimen socialista la educación y la salud continuaron mejorando poniendo a Cuba a la vanguardia de América Latina y en algún caso del mundo. Sin embargo la economía está atrasada y Cuba pasó de ser el tercer país más rico a estar por debajo de la media latinoamericana. Podemos concluir que Cuba tiene lógicas sociales y económicas distintas que universalizaron prestaciones de salud y educación, pero la mayoría de los cubanos percibe ingresos extremadamente bajos. Se trata de un país cohesionado sin algunos problemas típicos de nuestra región pero con una economía asfixiada y gran falta de oportunidades para el emprendimiento y el desarrollo que se reflejan en millones de emigrados. Todo indica que los cambios que empezaron con la llegada de Raúl Castro al poder van a profundizarse porque la realidad así lo demanda, resta por saber cuán dentro de la institucionalidad “revolucionaria” será todo esto.

(*)Carmelo Mesa-Lago (2009). “Balance Económico-Social de 50 años de Revolución en Cuba,” América Latina Hoy (Universidad de Salamanca), No. 52, agosto 2009, p. 41-61. http://www.mesa-lago.com/uploads/2/7/3/1/27312653/balance_economico_social.pd