November 13, 2024

EL ORIGEN DE ALGUNAS FRASES CUBANAS #1

 “No le salva ni el Médico Chino”.

Llegó a La Habana en 1858, con un contrato para realizar trabajos agrícolas en la localidad de Coliseo, en la provincia de Matanzas.

Cham Bom-biá, Acosado por denuncias de ejercicio ilegal de la medicina se traslada a Matanzas, Una nueva acusación hace que en 1872 se traslade a Cárdenas, por ser esta ciudad en aquella época asiento de un gran número de chinos, lo que le garantizaba una mayor aceptación.

En Cárdenas realizó curas maravillosas de enfermos desahuciados por médicos de fama de aquella ciudad y de La Habana, devolviéndoles a muchos de sus clientes la salud, la vista, el uso de sus miembros. Fué el más conocido de los médicos botánicos chinos en Cuba. Su verdadero nombre era Chang Pon Piang, pero según los historiadores Roig de Leuchsenring y Portell Vilá, el habla popular cubano lo transformó en Cham Bom-biá que su significa en castellano “Sol Amarillo”.

En el ejercicio de su carrera actuaba con absoluto desprendimiento, cobrando honorarios a los ricos, y conformándose con decirles a los pobres: “Si tiene linelo paga pa mí. Si no tiene, no paga”

Y nos deja también el conocido estribillo:
“Chino manila –Cham Bom–biá: Cinco tomates por un reá”

 

 

¿Conoces el origen de la frase: Chifló el mono? ~ El cortadito Web

Ed Coloma <[email protected]>
Thu, Jun 13, 8:21 PM (4 days ago)
to Eduardo

 

 

https://www.elcubanointransigente.com/2018/05/conoces-el-origen-de-la-frase-chiflo-el.html

¿Conoces el origen de la frase: Chifló el mono?

 

Según la leyenda durante los primeros años del siglo XX, la familia Betharte, propietaria del central Macagua, municipio de Santo Domingo, provincia de Santa Clara, tenía un jardín japonés y en él una jaula con forma de pagoda donde vivía una pareja de monos gibones, llamados Simón y Simona.

Una madrugada de invierno, y con el azote de vientos fuertes, se escucharon chillidos constantes y agudos provenientes del lugar donde vivían los primates.

Al día siguiente los vecinos del batey aseguraban que el frío había sido tanto que hasta los monos de Macagua habían chiflado durante toda la noche.

Al parecer tales aullidos penetrantes al ser escuchados en el silencio de una noche campestre por los residentes del batey, fueron confundidos con chiflidos.


Lo cierto es que cuando hace mucho frio los cubanos desde hace mucho tiempo decimos que:

“Chifló el mono”

 

Vivir como Carmelina: El origen de esta frase cubana

Por Kike Perdomo Publicado Mar 30, 2019 Última actualización Abr 4, 2019

En Cuba abunda mucho un tipo de personaje, masculino o femenino, que es el clásico “arrecostao”. Se le llama a quien no trabaja, no coge lucha con nada y siempre tiene alguien que lo apoye o lo mantenga.

Así, dicho en buen cubano, se le dice a quien quiere “vivir como Carmelina”, una frase que tiene su origen histórico y que Te amo Cuba te sintetiza, luego de consultar varias fuentes periodísticas:

Sucedió en la ciudad matancera de Cárdenas, allá por el año 1935, donde vivía Carmelina Arechabala, la mujer que inspira la historia y la frase en cuestión, a quien se le describía como “amable, dulce, bonita… y muy generosa”.

Hija de Carmela Arechabala y de Don Arechabala Sáenz, pero sobre todo nieta de José Arechabala Aldama, oriundo de Vizcaya, España.

Arechabala era propietario de un poderoso emporio industrial, y por tanto de una considerable fortuna, una de las más grandes en la Cuba de entonces.

Pues bien, resulta que el abuelo mimaba en demasía a Carmelina, quien tenía una vida de opulencia y comodidad. Ella organizaba fiestas y vivía literalmente como le daba la gana, al estilo de una princesa, gracias al negocio familiar.

Carmelina entonces no tenía necesidad alguna de ganarse la vida con un oficio o de estudiar una carrera. Ella se limitaba a disfrutar de los bienes de la familia y se le veía participar en fiestas de rigor, luciendo hermosos vestidos y trajes de seda.

No obstante, la versión cubana parece ser la original. No hay quien se detenga en escudriñar si fue una expresión traída de España y acuñada en la Isla. Los cardenenses juran que su Carmelina es la del refrán y ¡ya está!