SAN JOSÉ.- Exiliados nicaragüenses que han huido de su país como consecuencia de la crisis desatada por la dictadura de Daniel Ortega denunciaron en la capital costarricense un creciente número de cubanos en las tareas represivas de las fuerzas militares y de Policía en esa nación centroamericana.
Las querellas fueron presentadas en el marco de un foro realizado por la Comisión Justicia Cuba, organización integrada por abogados y activistas por los derechos humanos de 10 nacionalidades diferentes a la cubana, cuya misión es fiscalizar los delitos de lesa humanidad del castrismo y viabilizar la creación de un tribunal en el que sean juzgados esos crímenes.
Entre los testimonios recogidos por este comité internacional destaca el entregado por el joven nicaragüense Hugo Morales, quien relató cómo “paramilitares” al servicio del régimen de Ortega, bajo la “orientación de cubanos”, asesinaron a un hermano de éste en septiembre pasado.
“Después de ser ejecutado, le dejaron un mensaje en la barriga que decía que [yo] tenía que regresar para pagar por lo que había hecho”, dijo y explicó que esa acción fue perpetrada “simplemente por protestar por algo con lo que no estaba de acuerdo”.
sido escenario de constantes manifestaciones populares desde abril de 2018 con el propósito de lograr la salida del poder del dictador Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, quienes ostentan un sistema de gobierno represivo al que se le atribuyen decenas de violaciones de los derechos humanos.
La crisis política en ese país ha dejado centenares de muertos y una parálisis en la economía que ha obligado a miles de nicaragüenses a abandonar sus lugares de residencia, muchos de los cuales se han dirigido hacia Costa Rica, en donde especialmente el sistema de salud y el renglón del empleo registran problemas de saturación.
Entretanto, el activista Alejandro Bravo, quien dijo ser parte del Movimiento 19 de Abril, se refirió a la retención de un “represor” que había disparado en contra de algunos manifestantes en la ciudad de Masaya, y “al hacerlo hablar”, por su acento, pudieron constatar que se trataba de un cubano.
Bravo agregó que al principio se pensaba que el “paramilitar” era de origen venezolano. “Él no hablaba, no quería identificarse. La población lo estaba maltratando porque había disparado contra civiles. Él dijo que se iba con el ‘consolte’ en mi motocicleta a un hospital, una palabra que es muy cubana. Era un ciudadano de unos dos metros, de tez blanca y puedo testificar que era cubano”, subrayó.
Asimismo, el exmilitar nicaragüense Carlos Zamorán aseguró que desde los años 1980 ya había presencia de cubanos en las fuerzas castrenses de su país. Si embargo, señaló que en tiempos actuales la injerencia del régimen cubano es más evidente.
Según sus palabras, “estos cubanos eran supuestamente asesores, pero se preparaban para torturar y asesinar a campesinos”. Acotó que con el retorno de Ortega a la presidencia en 2007 “volvieron estos supuestos asesores cubanos” en mayor número.
Los testimonios escuchados en este foro de la Comisión Justicia Cuba serán evaluados por los miembros y asesores de esta organización que es impulsada desde hace dos años por el Directorio Democrático Cubano y la Asamblea de la Resistencia Cubana, con el respaldo de organismos como la OEA y diferentes países que se han sumado a esta causa.
De igual forma, un sexagenario que se identificó como Rigo Andrés Gómez aseveró que es tanto el adoctrinamiento cubano en Nicaragua que “hasta nos quieren cambiar nuestras creencias en Dios” y responsabilizó a la dictadura de Ortega de “invadir los templos para que el pueblo entre en pánico”.
Sobre este foro realizado en San José de Costa Rica, Martín Paz, exconcejal venezolano y miembro de la Comisión Justicia Cuba sostuvo que la misión final de ese comité multinacional es llevar “los crímenes del castrismo ante un tribunal internacional”. Anticipó que “esto será una realidad muy pronto”.
Por su parte, el abogado español Manuel Zalba, quien también integra esta comisión, indicó que “el régimen cubano impuso su modelo de represión en Nicaragua desde hace varias décadas”, a lo que la activista por los derechos humanos Berta Antúnez, añadió: “Nos hacía falta esta comisión porque el régimen de Cuba ha llevado sus tentáculos a otros países”.
Al hacer uso de la palabra, el exprisionero político cubano Luis Zúñiga resaltó el “coraje” de los nicaragüenses que asistieron al foro “para denunciar al régimen de Ortega”. De acuerdo con este opositor al régimen castrista, que estuvo 19 años en cárceles de la isla, “hay que tener valor para denunciar lo que pasa en Nicaragua”.
En similar sentido se pronunció el escritor y también expreso político cubano Pedro Corzo, para quien el foro “ha sido una oportunidad para que los nicaragüenses puedan pedirle al mundo que se haga justicia y para que estos regímenes no sigan oprimiendo a nuestros pueblos”.
A su turno, el asesor de la comisión Jorge Planas destacó el papel que cumple ese comité y dijo que “estamos aquí para recopilar su información y nosotros vamos a estudiar caso por caso para llevarlos a un tribunal internacional cuando llegue el momento”.
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