May 19, 2024

ORIGEN DE FRASES CUBANAS #3

“Vender gato por liebre” 

Se usa la frase para exponer un engaño típico o una estafa.

Durante la Edad Media, en Europa, comenzaron a funcionar ciertas posadas o restaurantes para alojar viajeros. Allí se podía dormir y comer, pero las condiciones no eran de las mejores. A veces, la falta de carne de ternera (o vaca) hacía que se ofrecieran otros platos, aunque no siempre se aclaraba la situación a los clientes. En el peor de los casos, se utilizaba carne de gato (muy similar a la de la liebre).

“Andar de capa caída” 

Con esta expresión se busca describir el ánimo decaído de una persona, en particular de quienes han perdido un lugar de prestigio y todos sus beneficios.

Debe sus orígenes al derecho romano, según el cual Capítis díminutio, apuntando al capital, significaba la pérdida parcial de los derechos, situación a la que se llegaba en general por enfermedad o deudas. La tradición popular la transformó en capa caída, aludiendo a la prenda de abrigo cuyo uso ha perdurado por siglos y que antiguamente revelaba, de manera simbólica, la condición social de las personas. La manera en que los hidalgos llevaban la capa, especialmente los empobrecidos, delataba su estado de ánimo, ya que éstos andaban arrastrándola por el piso cuando habían perdido los favores de la corte, contrayendo deudas de juego o cuando padecían mal de amores.

“Le falta un tornillo” 

Aunque cambie su formulación, siempre es empleada para señalar que alguien no está del todo cuerdo, que por sus acciones o por sus pensamientos, ha perdido o está perdiendo la razón.

Algunos se atreven a manifestar que todo se inició con la Revolución Industrial de fines del siglo XVIII, cuando las máquinas empezaron a formar parte de la vida cotidiana. La mayoría de las personas no sabía muy bien cómo funcionaban, pero entendían que la falta de una pequeña pieza (como lo es un tornillo) podía ser la causa de su mal desempeño. Hoy contamos con otras expresiones que apuntan a lo mismo: “le faltan jugadores”, “no tiene todos los patitos en fila”, “no le sube agua al tanque” o “le falta una corrida de ladrillos”.

 

“Morder el polvo” 

Hacerle “morder el polvo” a alguien significa vencerlo, derrotarlo física o espiritualmente. 

El modismo se basa en una remota acción de los señores medievales, de los que pertenecían a los sectores sociales más encumbrados. Cuando un caballero se sentía mortalmente herido en batalla, tomaba un puñado de tierra y lo mordía. En dicha actitud quedaba de manifiesto el amor y el respeto a su tierra, demostrado en forma de postrer beso. De allí que quien “mordía el polvo”, lo hacía porque se sabía irreversiblemente derrotado y a punto de dejar este mundo.