Cuba impone nuevas medidas para controlar lo que se publica en internet y las redes sociales
Cuba: cómo un país se conecta con Internet
En octubre del 2015 habían 35 puntos de acceso público a Wi-Fi en Cuba, que se repletaban de usuarios a pesar del alto precio de conexión. En 2018 existían más de 1,000 de estos puntos.
El control que el gobierno ha mantenido sobre los medios de comunicación durante años ya tiene una versión para el mundo virtual. Hasta ahora, las publicaciones online han podido escapar a la censura legal que pesa sobre los medios analógicos, pero tienen los días contados.
Este jueves, las autoridades cubanas publicaron un conjunto de leyes “sobre la informatización de la sociedad en Cuba” que tienen como objetivo, “elevar la soberanía tecnológica en beneficio de la sociedad, la economía, la seguridad y defensa nacional” y “contrarrestar las agresiones cibernéticas”.
Una las contravenciones que más polémica ha generado hasta ahora es la penalización por “difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”.
Varios usuarios en las redes sociales han expresado su preocupación de que este acápite esté dirigido a controlar las opiniones en las redes.
Además, las nuevas regulaciones prohíben “hospedar un sitio en servidores ubicados en un país extranjero, que no sea como espejo o réplica del sitio principal en servidores ubicados en territorio nacional”.
Con estas normativas, el gobierno cubano expande a las redes el control que tiene sobre los medios de comunicación en el territorio nacional, e ilegaliza decenas de blogs, medios de prensa y revistas independientes que surgidas en la última década que habían podido hasta ahora escapar del control estatal.
“Estas son resoluciones que, a la manera del Decreto 349 [que regula la difusión artística] y de las últimas regulaciones sobre las señales inalámbricas, están pensadas no para aplicarse en su totalidad contra todo el que las contravenga, sino a manera discrecional contra individuos, medios de prensa independientes y ciertos fenómenos de difusión de contenido”, dijo el abogado Luis Carlos Rojas, residente de La Habana.
La medida no solo afecta a sitios informativos y espacios digitales dedicados al activismo disidente, sino también a portales que se dedican a la promoción de alojamientos para turistas, a los clasificados de compraventa o aquellos que promocionan restaurantes privados.
La multa por violar estas regulaciones puede ascender a 1,000 pesos cubanos, una cifra cercana al salario mensual promedio en la isla, recién subido a 1,067 pesos.
Las nuevas regulaciones establecen la obligatoriedad del uso de un antivirus nacional para las empresas. En caso de que se prefiera utilizar un software antivirus extranjero, deberá ser autorizado por el Ministerio de Comunicaciones. Además, los móviles que se comercialicen en territorio cubano deberán contar con apps desarrolladas en la isla.
El impulso al sistema de gobierno electrónico, la creación de aplicaciones para el pago de servicios y la legalización de las redes de datos privadas que funcionaban clandestinamente en todo el país, efectiva a partir del 29 de julio próximo, son algunas de las medidas dentro de esta política, criticada por algunos sectores que la ven como una forma más de control.
Las medidas podrían afectar directamente el entramado de medios independientes que han proliferado en la isla en los últimos años a raíz de la irrupción de las nuevas tecnologías. Desde portales dedicados al deporte, pasando por la moda y hasta llegar a los portales informativos hechos por reporteros y periodistas radicados en el país.
A finales de abril pasado por primera vez se comenzó a ofrecer en Cuba el servicio de alojamiento web (hosting) para personas naturales. Sin embargo, el anuncio fue recibido con escepticismo y críticas debido a los costos del servicio, que van desde 1.50 a 55 CUC ($1.50 – $55) mensuales.
Tras la publicación de la oferta en los sitios oficiales, los internautas mostraron su inconformidad. Un usuario con el seudónimo de Nick Bombadil aseguró que “con esos precios sale más rentable un hosting internacional” que por demás da más espacio de almacenaje y ancho de banda. Además de quitarte “los ojos de etecsa” de encima.
Para una usuaria identificada como Berta, el anuncio “no es serio” porque “los precios están por las nubes y la conectividad es pésima. ¿Quién va a hacerse responsable de un ataque al servidor o una avalancha de tráfico?”, preguntó.
En el sitio digital Web Hosting Secreto Revelado, dedicado a reportar las opciones de alojamiento web a nivel mundial, el diseñador y experto informático Jerry Low detalló a mediados de este año las mejores ofertas de este tipo. En el listado de las 10 mejores compañías, todas oscilaban en un precio mensual entre $4 y $9.95, con capacidad para cobijar desde un dominio a una cantidad ilimitada de ellos.
Para Rogelio A. Yero, el peligro está en cómo puede interpretarse esta nueva legislación. “Me pregunto quién definirá si la publicación está o no acorde con los intereses de la sociedad cubana”, advierte el internauta en alusión a uno de los incisos de la ley en que se tiene como una contravención “difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”.
La periodista Elaine Díaz, directora del sitio Periodismo de Barrio, llamó al Ministerio de Comunicación para obtener más información sobre lo referido al alojamiento web en otro país. “Me remitieron a un especialista. La especialista me dice que [la medida] aplica para cualquier persona natural. Le pregunto que si yo quiero tener, digamos, un blog en WordPress y no en un servidor nacional, qué pasaba. Me responde que es una contravención”.
“Hablo con una segunda especialista. Me dice que sí, que aplica para cualquier ciudadano natural. Le pregunto que si yo tengo mi blog en WordPress y no quiero tenerlo en un servidor nacional, ¿puedo ser multada? Me responde: ‘Bueno, si lo detectan’”, dijo Díaz.
El opositor y ex prisionero de la Primavera Negra José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba, anunció su rechazo ante la nueva legislación. “Declaro solemnemente que violaré al máximo las nuevas y dictatoriales regulaciones tecnologías de la tiranía. Tampoco pago multas”, escribió en Twitter.
Este artículo forma parte de un convenio entre el Nuevo Herald y el diario independiente cubano 14ymedio.
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