September 21, 2024

DISCRIMINACION RACIAL EN CUBA TAREA PENDIENTE.

DISCRIMINACION RACIAL EN CUBA TAREA PENDIENTE.

     En Cuba los afrocubanos son discriminados por prejuicios raciales. La discriminación racial radica en negar derechos u oprimir socialmente a las personas que pertenecen a cierta raza con el argumento de que son inferiores. Pero no hay un solo argumento válido para afirmar que una raza es superior naturalmente a otra. Unos grupos raciales han tenido condiciones históricas y sociales más favorables que otros, pero no hay ningún signo de superioridad de los genes de una determinada piel sobre los de las demás razas.

Las tradiciones, formas de vida y costumbres de todos los grupos sociales deben respetarse siempre y cuando no afecten los derechos humanos, los derechos de terceros ni se pretendan imponer coactivamente a los miembros del grupo.

La Declaración sobre la Naturaleza de la Raza y de las Diferencias Raciales de junio de 1950, deja bien claro que las razas no existen, sino lo que existen realmente son los grupos humanos, que pueden ser grupos religiosos, nacionales, geográficos, lingüísticos y culturales, que no podemos definirlos, ni llamarlos como razas, debido a que no necesariamente coinciden con los grupos raciales; otro de los conceptos que se manejan en esta declaración de 1950 es que la inteligencia no tiene nada que ver con el color de la piel.    

Los afrodescendientes cubanos a través de la historia han brindado grandes aportes a la formación de su identidad nacional y han trabajado arduamente en el rescate de sus orígenes, su cultura y por el reconocimiento de su identidad; así como del auto reconocimiento.

Las Naciones Unidas definen como discriminación: “Cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en la raza, color, sexo, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, propiedad, nacimiento u otro estatus y que tiene el propósito o efecto de anular o impedir el reconocimiento, goce o ejercicio de todas las personas a sus derechos y libertades”. 

En Cuba la problemática de la discriminación racial se ha convertido en un gran flagelo, es una realidad que los afrodescendientes cubanos son los más desprotegidos, discriminados y desplazados, sin tener la oportunidad de gozar de algún mecanismo legal o institucional donde estos puedan llevar sus inquietudes y problemáticas al sentirse apartados, desprotegidos o humillados.

La Organización de Estados Americanos (OEA), que fue fundada en el año 1948 es una de las organizaciones que trabaja duramente en contra de todas las formas de discriminación, incluyendo la racial, son varios los instrumentos a los que se puede apelar para denunciar cualquier tipo de discriminación entre los que se encuentran La Convención Internacional contra todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD), Los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, La Convención Interamericana contra el Racismo, La Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancias, La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las mujeres y la Declaración de las Naciones Unidas para Asuntos de las Minorías.

La sociedad civil independiente en Cuba está en un momento fundamental. Su madurez como tejido nuevo en la sociedad, que ha cambiado y contribuido a las mutaciones cívicas que experimenta el país, nos permite adelantar la idea de potenciar, legitimar e institucionalizar nuestro intercambio con y desde la sociedad civil global, especialmente en nuestro hemisferio.  

Un punto de inflexión clave ha sido el creciente interés dentro de nuestra región por reinsertar a nuestro país en sus diversos procesos de integración. Algunos de ellos privilegiando exclusivamente las relaciones entre los Estados; otros favoreciendo la participación gradual de Cuba en los mecanismos legitimados por toda la comunidad de Estados hemisférica. 

En este último caso se encuentra la Organización de Estados Americanos (OEA) que ha venido haciendo ingentes esfuerzos para la inserción de Cuba. Un paso en esta dirección fue el levantamiento, en la Cumbre de la OEA celebrada en Honduras  en el 2009, del veto a que el gobierno cubano ocupara el asiento correspondiente a nuestro país dentro del más importante organismo regional en las Américas.  

Este cambio de estrategia, controversial, responde a un nuevo contexto en el que se toma en cuenta la profunda interrelación e interdependencia de un mundo cada vez más globalizado. En él se defienden los intereses pero, con más nitidez, se reconoce el papel de los valores democráticos para una integración desde los ciudadanos.  Es claro que las crisis que afrontamos indican que la América de los Estados solo tendrá sentido como expresión de la América de los ciudadanos. Los Estados solos no están en capacidad de afrontar el futuro. 

La Carta Democrática Interamericana de 2001, aprobada en Quebec, Canadá, pone en perspectiva y ratifica la importancia de conseguir que los valores democráticos constituyan el fundamento de nuestros procesos de integración, y ciertamente esto solo podrá lograrse con el fortalecimiento del papel, la presencia y la legitimidad de la sociedad civil en cada uno de nuestros países. Un proceso que solo podrá ser gradual y que por eso mismo debe empezar ahora frente a los desafíos y amenazas que siempre aguardan en la sombra de las sociedades civiles marginadas. 

En un momento de serios peligros para los valores democráticos a escala mundial, nuestro hemisferio puede enviar un mensaje global y pro activo de compromiso y trabajo compacto a favor de esos valores. Esto pasa por el reconocimiento de la OEA a las ONGIs en Cuba. El hecho de que el gobierno cubano haya sido invitado de regreso es una buena premisa para comenzar a trabajar con quienes en Cuba se reconocen en los principios e instituciones que fundaron a la Organización de Estados Americanos.    

En Cuba es una realidad que el gobierno de la isla ha maniobrado para que no sea visible la  forma de discriminación directa, pero si es un hecho que prima la forma de discriminación indirecta, los afrocubanos al vivir en los barrios más insalubres, al tener acceso a los puestos de trabajo de menor remuneración, es evidente que están siendo objeto de discriminación la cual los lleva a ser mayoría en la población penal del país, son mayoría en los puestos de trabajo donde tienen que realizar un esfuerzo físico mayor con muchísimo menor salario que otros puestos.

Para tratar la problemática racial en la Mayor de Las Antillas se deben aplicar varias estrategias entre las que se encuentra la aplicación de Políticas de Acción Afirmativa, con la intensión no eliminar, pero si minimizar la discriminación existente, remediar practicas antiguas de discriminación, igualar oportunidades entre los distintos grupos, así como promover la diversidad, estas políticas de acción afirmativa deben transformarse en capacitaciones y creación de mecanismos de queja los cuales son inexistentes en la actualidad en Cuba, realizar estudios para poder determinar la magnitud y el alcance de la discriminación, crear sistemas de cuotas para los centros de estudios, así como sistemas de admisión diferentes, también creo que para la problemática racial cubana se debe trabajar en el establecimiento de instituciones que realmente funcionen las cuales sobre las manifestaciones delo racismo, monitoreen la legislación, incrementen la visibilidad sobre la problemática racial, produzcan y publiquen textos y documentos con el tema, promuevan políticas y prácticas para asegurar el tratamiento equitativo y que a la vez tengan la capacidad de asistir a las víctimas de discriminación racial. 

También creo que los grupos que defienden los derechos de los afrodescendientes dentro de Cuba deben conectar con comunidades y ciudadanos en búsqueda de auto reconocimiento y el conocimiento de sus problemas para poder diseñar políticas de verdadera transformación social, adquirir la mayor preparación intelectual y jurídica posible para impulsar la socialización del debate sobre la problemática racial y buscar conexiones al máximo de los mecanismos e instrumentos jurídicos internacionales que promuevan los derechos de los afrodescendientes.

 En la actualidad la elite gobernante cubana es mayoritariamente blanca y como expresé en párrafos anteriores los afrocubanos están en minorías y desventajas con respecto a los puestos laborales de mayor remuneración por lo que se debe aplicar entre las acciones afirmativas la de buscar un número más proporcionado de personas de ciertos grupos étnicos en instancias gubernamentales, así como diversificar los espacios laborales, universidades y escuelas.

Pero en la Cuba actual hay un gran camino que recorrer para poder enfrentar el azote de la discriminación racial, debido a que hay falta de voluntad por parte de las autoridades en reconocer y admitir espacios de discusión y debate público, hay una gran falta de referencia y conocimiento de la realidad social, hay también permanencia de una mentalidad colonizada de las victimas del racismo, lo que genera una muy pobre autoestima, orgullo e identidad de los afrodescendientes cubanos, así como una desconexión con el Movimiento global de defensa de los derechos de los afrodescendientes.

Comencemos por enfocar nuestros esfuerzos en la recuperación y la visibilizacion de la cultura de los afrodescendientes cubanos, muchos son ya los que desde su militancia en organizaciones independientes trabajan por el reconocimiento de su aporte a la identidad afrocubana, es hora ya que los afrodescendientes en Cuba se conviertan en actores políticos y sociales trabajando por la afirmación de sus derechos, al mismo tiempo que deben interactuar con organizaciones sociales independientes cubanas e internacionales en la lucha contra el flagelo del racismo y la discriminación racial en Cuba y por su inclusión en los espacios de toma de decisiones y definiciones de políticas públicas, así como deben atarearse en fortalecer el movimiento afrodescendientes dentro de la isla y trazar estrategias de trabajo que los logren insertar además en el movimiento social afrodescendientes mundial reconociéndose parte de él.

La problemática racial y la discriminación en la isla es uno de los principales problemas existentes hoy, Cuba es un país que necesita un cambio, no solo en su política económica, sino también en su política social, son muchos los grupos independientes que en la actualidad están abogando desde dentro de la isla porque este cambio llegue, pero si no tiene en su agenda y no se trata con la verdadera seriedad que merita el problema de la discriminación el cambio no va a llegar a ser profundo y real.

Hay que tener en cuenta que a la llegada de un cambio en Cuba, siguen siendo los afrodescendientes los más desprotegidos y a los que más va a afectar debido a su completa indefensión tanto política como económica.

Trabajemos para que los afrocubanos todos recuperen su lugar en la sociedad, para que conozcan que los principios universales de Derechos Humanos son principios de igualdad en todas sus fases y que son de libre asociación, que tienen carácter de universalidad, de igualdad y no discriminación, que son de completa indivisibilidad, pero que también tienen derechos y obligaciones.

Trabajemos para que conozcan que la discriminación no solo excluye, sino que también anula los derechos fundamentales de las personas.

 

FERNANDO EDGARDO PALACIO MOGAR.  

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