Este miércoles entró en vigor la limitación de los envíos de remesas a Cuba desde EEUU, tras el anuncio que realizó a inicios de septiembre la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
El organismo determinó que a partir de este 9 de octubre quedaran restringidas las transferencias de dinero a la Isla a razón de un máximo de 1.000 dólares trimestrales.
La medida forma parte de las sanciones presentadas meses atrás por la Administración de Donald Trump para limitar las fuentes de recursos financieros del régimen cubano en represalia por su apoyo a Nicolás Maduro en Venezuela.
La OFAC precisó que el destinatario de la suma determinada no podrá ser en ningún caso un funcionario del Gobierno de Cuba, miembros del Partido Comunista o algunos de sus familiares cercanos.
La enmienda eliminó las autorizaciones de la oficina para remesas por donativos, pero no afecta las destinadas a ONG y para el “desarrollo de empresas privadas y la operación de la actividad económica en el sector no estatal” por “personas independientes”.
La disposición también prohibió a las instituciones financieras estadounidenses realizar transacciones bancarias con Cuba a través de terceras naciones, una de las medidas que autorizó la Administración de Barack Obama. Las conocidas como U-Turn permitieron a empresas estadounidenses ingresar y extraer dinero de la Isla para sus operaciones.
En mayo pasado, Carrie Filipetti, “número dos” del Departamento de Estado para Latinoamérica, aseguró que se fijó el tope de 1.000 dólares porque se consideró que esa cifra “era suficiente” para permitir que los cubanos tuvieran “lo que necesitaban” sin que “involuntariamente” eso permitiera “al régimen cubano apropiarse de esos recursos”, informó EFE entonces.
La diplomática defendió que, al proclamar las nuevas medidas, se tomó en cuenta “el efecto en los cubanos comunes y corrientes” y precisó que el objetivo del Gobierno de Trump es “asegurar un respeto a los derechos humanos” en Cuba y una “rápida transición hacia la democracia”.
Tras el anuncio en septiembre, Carlos Fernández de Cossío, director general de EEUU de la Cancillería cubana, acusó a Washington de intentar rendir al régimen al disponer con sus restricciones a las remesas que sean “11.11 dólares diarios los que puede alguien en EEUU enviar a un familiar o allegado en Cuba”.
“¿Creerán que con eso nos van a rendir? ¡Que poco nos conocen!”, tuiteó el funcionario a través de su perfil en la red social.
Fernández de Cossío se sumó así a las críticas con que los principales representantes del Gobierno cubano reaccionaron a la medida. Granma, el diario del Partido Comunista las catalogó como un intento por reducir la disponibilidad de divisas del Gobierno. |
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