La producción petrolera de Venezuela, diezmada desde 2011 por falta de inversiones y afectada en este 2019 por las sanciones de EEUU en contra del régimen de Nicolás Maduro, potencia sus envíos a Cuba pese a las advertencias de Washington.
En el mes de septiembre, recién concluido, las exportaciones petroleras de Venezuela destinadas a Cuba subieron a 119.000 barriles diarios de crudo y combustible. El mes anterior, agosto, el promedio diario fue de 70.000 barriles por día. Estos datos los difundió la agencia Reuters citando a la firma Eikov, especializada en data global sobre refinación y venta de crudo.
Para analistas en Caracas el esquema de seguir enviando petróleo a Cuba es sencillamente inexplicable, dada la propia crisis que vive la industria petrolera venezolana.
Ante la falta de cifras difundidas oficialmente por el régimen de Maduro, es necesario cruzar información de fuentes diversas para poder dar información sobre la crisis venezolana.
La agencia Bloomberg indicó que en septiembre pasado la producción de Venezuela se ubicó en 495.000 barriles por día. Un mínimo histórico en las últimas siete décadas en el país.
De esta forma, el mes pasado el 24% de la menguada producción de crudo venezolano fue enviado a Cuba.
“Tenemos una industria severamente endeudada. La deuda de Petróleos de Venezuela (PDVSA) sobrepasa los 85.000 millones de dólares. La capacidad de refinación es de solo 1,3 millones de barriles y sabemos que no se opera, ni de lejos, al 100%”, explica el economista especializado en petróleo Rafael Quiroz a DIARIO DE CUBA.
Profesor de la Universidad Central de Venezuela, Quiroz dice que desde 2011 hubo un notable descuido en las labores propias del sector como son la exploración y perforación, a lo que se suma una ola de deserciones de personal calificado debido a los bajos salarios que paga en la actualidad PDVSA.
Al momento de llegar al poder Hugo Chávez, en 1999, Venezuela producía algo más de tres millones de barriles por día. Era entonces el quinto productor mundial de crudo. Tras dos décadas de gobierno chavista, ni siquiera figura entre los diez primeros.
Pese a la compleja situación interna de la industria petrolera, y a pesar de las sanciones de EEUU, que buscan ponerle freno al comercio petrolero venezolano, el envío de crudo de Venezuela a La Habana no solo se mantiene, sino que aumenta.
La falta de compradores, por las sanciones de Washington sobre PDVSA, que se anunciaron en enero pero que entraron en vigor en abril, ha empujado a Venezuela a enviar a Cuba el poco petróleo que sigue en producción.
De acuerdo con Eikov, otra parte de la comercialización del crudo venezolano lo maneja la empresa rusa Rosneft, quien ha argumentado que lo hace para recuperar parte de la deuda venezolana con esta firma, que sobrepasa los 1.000 millones de dólares.
Por su parte, Jorge Piñón, director del Programa de Energía de América Latina y el Caribe en la Universidad de Texas, aseveró que, en medio de las restricciones para colocar su producción en el mercado internacional y ante el riesgo que significa paralizar su producción, PDVSA ha optado por enviar más petróleo a Cuba.
Consultado por El Nuevo Herald de Miami, Piñón aseveró que el petróleo que se envía en mayor cantidad no va destinado al consumo interno de Cuba, necesariamente.
“Ahora están utilizando a Cuba para almacenar crudo venezolano o productos refinados venezolanos, quizás pensando que en un futuro poder usar las instalaciones en la Isla como punto de transbordo”, aseguró el experto.
La situación de la exportación de crudo se ha tornado un asunto crítico. El pasado mes de septiembre, por ejemplo, se conoció que la estatal China National Petroleum Corp (CNPC) optó por suspender varios embarques de petróleo venezolano por temor al impacto de sanciones de EEUU. |
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