November 14, 2024

CUBA fue: por Frank Calzon

CUBA

Frank Calzon

02:12 (hace 10 horas)
para frankcalzon

From: Joe Noda <[email protected]>

Date: December 22, 2019 at 6:53:16 PM EST
Subject: FW:  CUBA

Cuba fue, hace ya mucho tiempo, un sitio que aparecía con frecuencia en el imaginario de un sinnúmero de ciudadanos del mundo que pensaban en abandonar sus países; pobladores de cualquier geografía indagaron en las bondades de esta isla para luego decidir el viaje. Desde Asia nos llegaron chinos y japoneses, y también tocaban nuestras costas, para establecerse, ciudadanos suecos, yucatecos, franceses…, e incluso norteamericanos.

Desde el siglo XVIII se hizo común que la isla de Cuba estuviera en el imaginario de quienes no se conformaban con el sueño y decidieron concretarlo, haciendo lo “imposible” para conseguir nuestras costas y disfrutar de las muchas ternuras de esta tierra. Desde hace siglos esta isla reconoció las tantísimas añoranzas de esos foráneos que pretendían abandonar sus países y probar suerte en estas latitudes.

Así, desde las islas Canarias, nos llegó Silvestre de Balboa, quien, con “Espejo de paciencia”, fundara la escritura literaria en esta tierra, en ese Camagüey al que llamaban Puerto Príncipe. Desde esa isla también nos llegaron Leonor Pérez y Mariano Martí, los padres del apóstol, y muchos, muchos más. A principios del siglo XX llegaron todos mis bisabuelos, cada uno “por su lado”, y aquí se unieron y fundaron sus familias, que era una manera de fundar la nación.

Esta tierra hacía notar, sin dudas, sus efluvios, esos chispeos que emanaban de ella para que atravesaran mares y montañas y fueran percibidos en lejanos pueblos. Esta tierra dio la bienvenida a muchos forasteros, y también grillete y cepo a los que hicieron el forzado viaje desde el África. Cuba fue pródiga con algunos y cruel con otros, sin embargo, el deseo de hacer el viaje para establecerse por acá no terminaría hasta 1959.

El Valbanera habla a favor de esas añoranzas que esta isla despertó en los forasteros. Muchos querían hacer el viaje, soñaban con echar anclas en la isla. El Valbanera, ese barco que se hundió cuando intentaba ingresar al puerto habanero con 488 personas a bordo que perdieron la vida, es prueba de ello. Y esa noche triste de la historia cubana cumple ahora cien años

Los cubanos ahora sueñan con un viaje que los aleje de estas costas, y muy poco se piensa en embarcación segura ni en fabricantes; poco importa que el navío salga de la ciudad de Ulsan en Corea del Sur o que se construya en Shanghai. A los cubanos una balsa les resulta suficiente, incluso unos neumáticos bien inflados para emprender un viaje sin regreso, un viaje que consiga un futuro próspero, como esos barcos que construyen los coreanos que no son comunistas, en la ciudad de Ulsan.

Acá se piensa ahora en el viaje que consigue la escapada aunque, en tiempos del Valbanera, muchos de quienes venían “de allende los mares”, asociaran a esta tierra con un futuro próspero, con un porvenir fértil que muchos conseguían realmente; pero los tiempos cambiaron, y ya a nadie le interesa exiliarse en Cuba. Ahora lo importante, “solo para los de acá”, es hacerse de una empresa naviera en casa para escapar luego, y poco importa ponerle un nombre a la embarcación que esté bien escrito, aunque por ello aparezca la misma mala suerte que asistió al Valbanera.

En Cuba se sueña con hacer el viaje, lo que antes de la llegada del comunismo no sucedía, al menos no con tanta fuerza y evidencias. Quizá sea culpa de que en esta isla, como en aquel Glasgow, ya no se reconoce la buena ortografía, y eso lo prueba esa maestra que escribió “Bienbenidos” en el pizarrón para hacer cumplido a sus alumnos en el primer día de clases; curiosamente ella cometió el mismo error que la compañía naviera. Ella cambio la “v” por la “b”, como aquellos viejos armadores de barcos en Glasgow.

Todavía muchos atribuyen la desgracia del hundimiento al hecho de poner una b donde debió estar una v; y ahora ese cambio nada sutil, de la maestra cubana, podría ser la causa de un sinnúmero de desgracias escolares, de incontables catástrofes en el nuevo curso, que puedan traducirse en suspensos, en repitentes, en una pésima formación de los futuros profesionales. Podría ocurrir que el capitán de un barco ordene girar a “vabor” y encalle, que se ofrezca al visitante una carta de “binos”, una “habitasión confortavle”.

Cien años hace que zozobró aquel barco lleno de sueños, de muchos que venían a conseguir la vida que añoraban, y nosotros ahora hacemos el camino al revés, porque cambiaron muchos las cosas, porque acá ya no somos bienvenidos, ahora somos “bienbenidos”, “vienamados”. Cuba se viró al revés, y se hunde como el Balvanera, y ojalá nos asista un poco de suerte, que ese pataleo que asiste a los ahorcados, a los que están por ahogarse mientras intentan llegar a otra geografía, termine salvándonos, y que no nos toque esa “suerte” que asistió a los tripulantes del Valbanera en aquella noche del nueve de septiembre, en la madrugada del 1910.

Tampoco olvidemos que los Castros sumergieron a Cuba en el fango Social y en la Prostitucion como medio de subsistencia..