Tras la campaña desatada por la oficialidad cubana contra Clandestinos, el grupo incógnito compartió un “comunicado oficial” en sus cuentas de Facebook, Twitter e Instagram donde llaman a “actuar” contra el régimen cubano.

“Salir de esta dictadura para siempre… vale, no es fácil, no es sencillo, pero no es imposible”, dice una voz modificada por filtros digitales y combinada con las imágenes de El Profesor, protagonista de la serie española La casa de papel. “No tengas miedo. Ponte tu máscara. Todos somos Clandestinos”, añade.

Las escenas el popular programa de Netflix dan paso a las imágenes de algunas intervenciones de Clandestinos en La Habana. “Llegó la hora… llegó la hora de actuar. Márcale la puerta a un chivato”, pide el grupo. “El cambio es ya”.

Las imágenes de un busto “sangrante” de José Martí preceden fotos fijas de monumentos emblemáticos de la Isla, incluidas la escultura de José Martí en la Plaza de la Revolución, la estatua ecuestre del Apóstol frente al Museo de la Revolución, y la de Antonio Maceo en Santiago de Cuba.

Este miércoles la prensa oficial de la Isla reportó el arresto de dos individuos que, presuntamente, habían vandalizado bustos de José Martí en la capital, pero pocas horas después Clandestinos negó en redes sociales que los detenidos fueran parte del grupo.

Desde entonces, el Gobierno organiza por toda Cuba “actos de desagravio” y condena a Clandestinos como los “autores de la profanación”. Los medios oficiales han informado sobre acciones de repudio en la Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus. En él participaron, según el reporte oficial, estudiantes, profesores y demás trabajadores, quienes expresaron “su más enérgica condena a quienes, instigados por el imperialismo y la contrarrevolución, profanaron algunos bustos del Héroe Nacional en La Habana”.

Pocos días antes, periodistas de la revista estatal Bohemia y de la Editorial Verde Olivo, de las Fuerzas Armadas, se reunieron para denunciar a los “seres viles” y “contrarrevolucionarios” que habían profanado el Apóstol, en un encuentro que recordó los habituales “actos de repudio” que el régimen realiza contra opositores.

El pasado 2 de enero, el grupo incógnito Clandestinos salió a la luz pública tras compartir en redes sociales varias imágenes de bustos de José Martí manchados de un líquido rojo, una metáfora de “la nación sangrante”, según varios usuarios de Facebook y Twitter.

“Así amaneció La Habana”, publicó ese día Clandestinos. “Calentamos La Palma, la Policía del Cerro, el Latino, Alta Habana y otros”, en un post acompañado por las etiquetas #LlegóLaHora, #Clandestinos y #ElCambioesYa.

De inmediato, las publicaciones generaron una intensa polémica en la que han coincidido lo mismo opositores del Gobierno que voceros del régimen, ofendidos por la “profanación” con las imágenes del Apóstol cubano.

A las críticas, Clandestinos respondió con la publicación en sus redes sociales de una nueva imagen donde, presuntamente, habían manchado de rojo la cara de Fidel Castro en una valla pública de la capital.

Tras la aparición del fenómeno Clandestinos, el propio Miguel Díaz-Canel Bermúdez compartió en su cuenta de Twitter un texto titulado “No merece la pena llamarse cubano quien mancilla su más profunda raíz”, publicado en el sitio oficial Cubadebate por la funcionaria de la Editorial Oriente Teresa Melo.

Poco después el grupo incógnito también respondió al gobernante: “Clandestinos somos todos, y no vamos a parar hasta que la dictadura de Miguel Díaz-Canel Bermúdez y los Castro liberen la voz del pueblo de Cuba”.