MIAMI, Estados Unidos.- En la tradicional Marcha de las Antorchas en La Habana el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), José Alejandro Fernández, aseguró que las calles en Cuba “seguirán siendo de los revolucionarios”.

El líder de esa organización comunista se refirió así, de manera solapada, a las acciones que desde inicios de este mes de enero tienen lugar en la Isla a manos del grupo anónimo Clandestinos, pero no dedicó ni una sola de sus palabras a las tres niñas que murieron esa misma tarde luego de que un balcón les cayera encima en el barrio capitalino Habana Vieja.

Desde la escalinata de la Universidad de La Habana Fernández habló de Martí y dijo que él solo “pertenece a los cubanos dignos y a todos los que en el mundo están del lado de la justicia y la razón”, los dirigentes se reunieron una vez más, la propaganda castrista no escatimó en actos y ceremonias, mientras varias familias esa misma noche lloraban la pérdida de sus niñas, apenas de sexto grado.

Un medio y otro, de manera consecuente, fueron haciendo énfasis en la campaña que ha llevado el grupo anónimo en Cuba, sin mencionarlos o darles crédito directamente. El acto lo presidieron Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro, se habló de odio, de derecha anticubana, “condenaron” a aquellos que quieren un cambio de rumbo político, pero no mencionaron el dolor que embargaba a varias familias cubanas por la negligencia de sus líderes.

Miguel Díaz-Canel incluso hizo uso de su red social Twitter para convocar a la Marcha de las Antorchas y “condenar” los actos de Clandestinos, pero hasta el momento de la redacción de esta nota no había tuiteado ni una sola palabra del balcón que al desplomarse mató a tres niñas en La Habana Vieja, ni una condolencia a los familiares.

La Marcha de las Antorchas de este lunes 27 de enero estuvo marcado por la propaganda comunista y las “condenas” a todo aquel que no promulgue los mismos ideales que el régimen imperante hace 60 años. Se derrocharon recursos, se reunieron cientos de personas, se gastó en propaganda mientras los edificios en la Habana siguen cayendo como moscas, y cobran la vida de niños inocentes, los mismos que el régimen utiliza para sus campañas políticas.

Este lunes en la tarde tres niñas habaneras murieron tras desplomarse un balcón de un edificio de la Habana Vieja. Varios vecinos, incluso, se quejaron de que el derrumbe fue producto de negligencias, pues el edificio lo habían comenzado a demoler desde la parte trasera, y no pusieron avisos de peligro ni acordonaron el lugar para así evitar accidentes como este.

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