El turismo a Cuba cayó un 19,6% interanual en enero pasado, plena “temporada alta”, cuando arribaron a la Isla apenas 393.762 viajeros, 95.856 menos que en igual mes de 2019, según datos publicados el jueves por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Canadá, el principal emisor de turistas a la Isla, tuvo un ligero crecimiento del 2,1%, aunque el mayor aumento lo experimentó Rusia, uno de los mercados que más crece tras el fortalecimiento de los vínculos entre Moscú y La Habana, y que ganó un 48,4%.
Con 24.842 viajeros, el pujante mercado ruso desplazó a EEUU como tercera fuente de turistas a la Isla, que sufre los efectos de las nuevas sanciones de Washington contra La Habana —a la que responsabiliza por su apoyo decisivo a Nicolás Maduro—, entre ellas la eliminación de los cruceros desde puertos estadounidenses y la cancelación de vuelos a todos los aeropuertos, con excepción de La Habana.
El desplome del número de visitantes de la nación norteamericana fue notable: un 68,8% menos que en enero del año pasado.
La comunidad cubana en el exterior, la segunda fuente de viajeros, se contrajo un 12,9% justo en el mes en que una parte del exilio llamó a realizar un parón en los viajes y los envíos de remesas y recargas telefónicas, como mecanismo para ejercer presión sobre el Gobierno cubano para que respete los derechos humanos.
También es destacable la disminución de casi el 50% de turistas ingleses, en coincidencia con la quiebra en septiembre último del gigante Thomas Cook, hasta ese momento el principal emisor de británicos a Cuba.
El resto de los principales mercados europeos mantienen la tendencia a la baja percibida a fines de 2019: Francia (24,5%), Alemania (29,7%) e Italia (20,5%).
Solo España muestra una caída moderada, con una reducción del 6,1%, mucho menor que la de sus vecinos.
El Ministerio de Turismo cubano se ha marcado la meta de recibir a 4,5 millones de visitantes internacionales este año y revertir la baja de un 9,3% sufrida en 2019.
El turismo es la segunda fuente de ingresos del Gobierno, por detrás de las “misiones médicas”, entre otras que implican la comercialización de servicios profesionales al exterior, lo que contribuye en un 10% al producto interior bruto (PIB) y genera aproximadamente medio millón de empleos.
La Isla batió récords de llegada de viajeros foráneos en 2016 y 2017, cuando arribaron 4,5 y más de 4,6 millones de turistas, respectivamente.
La racha de crecimiento se mantuvo en 2018, con más de 4,7 millones de turistas, lo que hizo que las autoridades cubanas se mantuvieran optimistas a pesar del recrudecimiento del embargo estadounidense y fijaran para 2019 la meta de 5,1 millones de visitantes.
Poco después, el Gobierno cubano revisó a la baja sus estimaciones, primero a 4,7 y luego a 4,3 millones. Finalmente, llegaron a la Isla 4.275.558 viajeros, 436.352 menos que en 2018. |
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