November 14, 2024

Crisis moral en Cuba, un boomerang contra la dictadura Lo que más preocupa a la dictadura es que lo que sembraron como “moral” se les vuelva y los afecte, en tiempos de escasez y desesperanzas Por Martha Beatriz Roque Cabello.

Crisis moral en Cuba, un boomerang contra la dictadura

Lo que más preocupa a la dictadura es que lo que sembraron como “moral” se les vuelva y los afecte, en tiempos de escasez y desesperanzas

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Pelea callejera con cuchillo en Holguín. Foto CubaNet

LA HABANA, Cuba. – La mayoría de los diccionarios y las personas que se dedican en especial a estos estudios, definen la moral como algo relativo a los usos y costumbres, es un conjunto de normas, creencias y valores que dirigen o guían la conducta de grupos de personas en la sociedad. Otra perspectiva la define como el conocimiento de lo que el ser humano debe hacer o evitar para conservar la estabilidad social.

No resulta fácil poder referirse a la moral y la política. Hay personas que incluso piensan que no tienen alguna relación, pero si se analiza lo que sucede en nuestro país, no cabrá dudas de que la teoría aquí se lleva a la práctica.

El Estado cubano ha impuesto de forma coactiva, a los que vivimos en la isla, una determinada moral que califica de “socialista”, tanto cívica como social, sexual y religiosa; y ha conculcado las libertades en todas estas relaciones bajo el pretexto del paternalismo en la salud pública, la educación y otros aspectos de la vida diaria de cada ciudadano.

Un ejemplo que de alguna forma ha tocado a todos es el de los niños en las escuelas. En particular en las enseñanzas primaria y secundaria. Estar en cualquiera de estos dos niveles implica pertenecer a la Organización de Pioneros José Martí, que plantea entre algunos de sus propósitos principales: “Desarrollar en los pioneros el amor a la patria socialista, inculcándoles sentimientos de respeto y admiración hacia los mártires… para que le sirvan de fundamento a su conducta; y también inculcar en los pioneros sentimientos antimperialistas”.

Los objetivos en los que se basa esta organización infantil no tienen siquiera que ser explicados. Sirven de sostén para crear una moral basada en la política del Estado totalitario.

Muchos de estos niños oyen en sus casas comentarios que les son prohibidos llevar al colegio y las personas acostumbran a decir que se les adiestra a tener una doble moral. La realidad es que se les enseña a ser “inmoral” (contra la moral) y entonces se vuelven personas “amorales” (sin moral), es como si se les estuviera instruyendo a perder valores.

Los padres de estos niños también fueron sometidos a los mismos requerimientos. Se les decía en la casa: “lo que oyes aquí no lo puedes decir en la escuela”, y de esta forma se han ido heredando las inmoralidades, por causa de la política.

Esto indica que en nuestra sociedad hay una crisis moral, de la que habla la dictadura de forma indirecta, pero al menos llega a reconocer algo. Sin lugar a dudas los responsables de esto se sientan en el Buró Político del Partido Comunista de Cuba y conocen muy bien que los lineamientos en los que se ha encauzado la sociedad cubana han hecho mella en la vida pública y privada de la gran mayoría de los ciudadanos.

Y es que no se puede tapar el sol con un dedo. Ahí está la prueba de todo lo que ha atrasado nuestra sociedad en materia de moral. El propio régimen ahora tiene que luchar con spots televisivos y otras actividades contra la forma en que se dejó conducir la cultura. En particular una cantidad de mal llamados músicos y cantantes, dejaron correr por las estaciones de radio e incluso por la televisión, música que el propio Díaz-Canel ha calificado de chabacana. La mayoría llena de malas palabras y haciendo mención al acto sexual. Pero en medio de las políticas de tolerancia que ha habido con toda esta música, ya es tarde para dar marcha atrás.

A partir de que sintieron que toda esta gente se separaba de lo que ellos llaman “Revolución”, es que han tratado de hacer nacer la cuestión moral, debido al contraste entre acciones tomadas por los artistas y las reglas que pretenden ser universales, válidas para cualquier caso de la moral.

Es por eso que hay que admitir que existe una relación entre la moral y la política, lo mismo que se relaciona la moral con la vida. Incluso si se analizan las leyes que se han puesto en los últimos tiempos en vigor, como en nuestro país las decisiones se toman a los altos niveles, también puede decirse que otra de las grandes afectaciones que tiene la sociedad cubana es por la interacción entre la moral y la política llevada al derecho.

Lo que más le preocupa a la dictadura en estos momentos, es que lo que sembraron como moral, durante tantos años, se les vuelva un boomerang y los afecte, en tiempos de grandes escaseces y desesperanzas. El pueblo puede aplicar los principios morales que les han enseñado y de forma muy vulgar salir para la calle, como se ha podido ver en diferentes lugares del país, y en los últimos días en Santiago de Cuba, cuando los gritos, las pedradas y la falta de afecto hacia los que se suponen cuiden la ciudadanía, ofrecieron un serio espectáculo que saben puede repetirse en cualquier momento y dada una circunstancia diferente.

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ACERCA DEL AUTOR

Martha Beatriz Roque Cabello

Martha Beatriz Roque Cabello

Martha Beatriz Roque Cabello Nació en La Habana, el 16 de mayo de 1945, hija de un matrimonio de inmigrantes canarios, que tuvieron 6 hijos, dos varones y cuatro hembras, ella era la hija menor. Estudió Licenciatura en Economía en la Universidad de La Habana, se graduó con honores y se quedó como profesora de la asignatura Estadística Matemática. En 1989 ingresa en la oposición, fundando el Instituto Cubano de Economistas Independientes. Posteriormente, forma parte del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, que fue llevado a prisión en el año 1997, por escribir La Patria es de Todos. En 2003 retorna a prisión como parte del Grupo de los 75, la única mujer. Una vez en licencia extrapenal organiza la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, que tuvo dos días de trabajo público en Río Verde, Boyeros, La Habana. Actualmente mantiene su línea de trabajo con la población a través de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.