CUBA

Escasez de alimentos, una economía decrépita y coronavirus: el fantasma del Periodo Especial regresa a Cuba

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Cierre de Cuba por el coronavirus

Las calles normalmente bulliciosas del centro de La Habana estaban en gran parte desiertas el miércoles 25 de marzo, un día después de que las autoridades cubanas cerraron oficialmente la isla a los turistas y restringieron las actividades sociales. 

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Cuando el gobierno pidió a los cubanos esta semana que adoptaran medidas estrictas para combatir el coronavirus, muchos se preguntaron cómo podrían enfrentar esta nueva crisis cuando escaseen los alimentos, las medicinas, el jabón e incluso el agua.

El gobierno cerró el turismo, los hoteles, las escuelas y los servicios de transporte local entre provincias a partir de el pasado martes en un intento por frenar la propagación del virus. Solo los cubanos y los trabajadores extranjeros que viven en la isla pueden ingresar al país. Se cancelaron los eventos masivos y se le dijo a la población que se quedara en casa, mientras el número de casos confirmados de coronavirus subía hasta 80 el viernes.

Pero las medidas de distanciamiento social se viven de modo muy diferente en países pobres como la Cuba comunista, donde solo unos pocos tienen internet en casa, no hay Netflix ni Walmarts. La infraestructura de la isla se está desmoronando; el país no puede permitirse importar todos los alimentos que necesita, y el salario promedio de los trabajadores estatales es de $30.

Ciudadanos desesperados han estado pidiendo al gobierno que arregle el servicio de agua, que ahora funciona cada dos días, o más, en muchos barrios de La Habana.

“No hay agua en Lawton”, un barrio de la capital, dijo la cantante cubana de reggaetón Dianelis Alfonso, también conocida como La Diosa, visiblemente molesta en un video transmitido a sus seguidores en Facebook.

“¿Cómo podemos lavarnos las manos? No es posible mantener la higiene cuando no hay agua”, repitió varias veces.

Antonio Rodríguez, un funcionario del gobierno a cargo de administrar los recursos hídricos del país, dijo esta semana que casi medio millón de residentes de La Habana no tienen servicio diario de agua. Rodríguez dijo que el gobierno estaba acelerando varios proyectos para mejorar la situación, pero una solución no parece inminente.

Una campaña en las redes sociales para pedirle al monopolio estatal de telecomunicaciones ETECSA que baje el precio de los servicios de internet, utilizando el hashtag #bajenlospreciosdelinternet, se ha intensificado esta semana a medida que más estudiantes y trabajadores se quedan en casa.

ETECSA respondió publicando en Twitter un artículo en el que llaman “mercenarios” a quienes piden una rebaja en los precios, una respuesta típica en un país donde las críticas al gobierno equivalen a traición. La compañía luego eliminó la publicación.

Pero para muchos, la lucha más difícil es conseguir comida, y la situación se está volviendo volátil.

El jueves, una multitud que esperaba comprar algo de pollo en un supermercado en el centro de La Habana estalló en una protesta espontánea cuando los miembros de la policía intentaron imponer una distancia física de un metro entre las personas en la cola. La falta de carne y pollo ha sido notoria durante los últimos meses, y las imágenes de las grandes colas han sido publicadas por medios de noticias independientes como Cubanet.

El gobierno dijo que proporcionará alimentos a precios subsidiados, pero otras medidas han molestado a la población. Después de cerrar los hoteles para turistas, todos manejados por el gobierno y empresas militares. algunos comenzaron a vender comida para entregar en CUC, una moneda fuerte que la mayoría de los trabajadores no gana con sus salarios. Un CUC equivale a 25 pesos cubanos.

El Hotel Parque Central en La Habana comenzó a vender cestas con “cereal nacional, jugo de pera, aceite de soya, yogures, una botella de vino, una barra de guayaba y caramelos”por 30 CUC, o $ 26, según reportó la agencia cubana de noticias ACN.

“Mientras todos los hoteles del mundo están donando los alimentos almacenados e incluso muchas paladares privadas en Cuba lo están haciendo (y gratis) ustedes salen con esto”, dijo un lector identificado como Ethan, quien dejó un comentario en la página web de ACN. “¿En qué beneficia esto a la lucha contra el Covid19? ¿Quién cobra más de 30 CUC en este país? Muy mal por su parte.”

Y esta vez, los cubanos que viven en el extranjero y los cubanoamericanos no podrán ayudar mucho.

El negocio de las “mulas”, las personas que cobran para llevar mercancías a la isla, casi se ha detenido en Miami, debido a la cancelación de vuelos y las restricciones de viaje en vigor.

“Esto es muy frustrante”, dijo Vanessa Carmenate, una cubana que ha vivido en Miami por más de 25 años.

“Estoy intentando ayudar a mis tías, dos ancianas solas que viven en Artemisa, pero no puedo. Necesitan pañales y alimentos. Religiosamente les envío un paquete una vez al mes para apoyarlas”, dijo.

Para Margarita Iznaga, una mujer de 68 años con diabetes que vive en Cienfuegos, una ciudad en el centro de Cuba, los medicamentos que su hijo le envía desde Miami son “vitales”.

“Mi hijo me manda todos los meses los repuestos para el glucómetro y un suplemento para diabéticos que aquí no se consigue. Ahora está desesperado porque no tiene cómo hacerme llegar las cosas”, dijo Iznaga a través de Messenger.

¿UN NUEVO PERÍODO ESPECIAL?

El coronavirus ha trastornado el mundo y casi ningún país se ha salvado, pero probablemente ha llegado en el peor momento para Cuba.

Su aliado más cercano, Venezuela, enfrenta la peor crisis de su historia, y ya no puede enviar tanto petróleo como antes. Brasil y otros países latinoamericanos cancelaron la contratación de médicos cubanos debido a la práctica del gobierno de la isla de quedarse con la mayor parte del dinero destinado a los salarios de los doctores.

La exportación de servicios médicos fue la mayor fuente de ingresos del gobierno en 2018, con $6.4 mil millones.

Las sanciones de Estados Unidos también han afectado duramente la economía de la isla, después de que la administración Trump prohibió los cruceros y limitó los viajes y las remesas en un intento por reducir los recursos financieros del gobierno.

Los ingresos por turismo aumentaron el año pasado, para un total de $2.6 mil millones, pero el número de visitantes disminuyó en un 20 por ciento este enero, según los datos oficiales más recientes.

Y, aún más determinante, el Partido Comunista que gobierna la nación se ha resistido a implementar reformas de mercado y expandir significativamente el sector privado.

Si Estados Unidos planea luchar contra una recesión inminente con billones de dólares en gastos, Cuba tiene recursos mínimos, y la decisión de cerrar el turismo, una medida necesaria para contener la propagación de la enfermedad, tiene a los economistas pensando de dónde puede el gobierno sacar dinero para enfrentar esta crisis.

“Son casi nulos los espacios para aplicar políticas económicas expansivas, pues estos ya se habían empleado para enfrentar el impacto de la crisis venezolana y de las sanciones de EEUU”, dijo el economista cubano Pavel Vidal.

“El déficit fiscal ya está en niveles récord; ya se aplicó un aumento salarial [estatal] sin respaldo financiero; el gobierno ya no ha podido cumplir con la mayor parte de los pagos de la deuda internacional, y Cuba no es miembro del Fondo Monetario Internacional “, dijo Vidal, profesor de la Universidad Javeriana, en Colombia.

En el corto plazo, el gobierno cubano está enviando médicos y enfermeras a varios países para combatir la pandemia. Y está comercializando agresivamente un medicamento, el interferón alfa-2, como tratamiento para el coronavirus, aunque no hay evidencia de que sea efectivo para tratar la COVID-19, la enfermedad causada por el virus. Pero esos ingresos no son suficientes.

Vidal cree que los cubanos podrían estar a las puertas de una versión más corta de la profunda crisis económica que siguió al colapso de la Unión Soviética en la década de 1990.

“Más ajuste y racionamiento por supuesto serán necesarios”, dijo Vidal. “Es probable que se viva un nuevo Período Especial, al menos por unos meses.”

Los economistas están de acuerdo en que el gobierno debe levantar las restricciones para que las cooperativas y los agricultores privados puedan aumentar la producción para asegurar alimentos para la población.

El gobierno también podría permitir a los cubanos formar pequeñas y medianas empresas privadas e importar directamente bienes y maquinarias, “por ejemplo, un tractor o un camión”, dijo el economista cubano Omar Everleny Pérez.

Mientras tanto, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió a la comunidad internacional “que alivie o suspenda las sanciones y bloqueos” que afectan a países como Cuba, Venezuela e Irán, como un gesto humanitario mientras esas naciones luchan contra el coronavirus.

Varias organizaciones que promueven mejores relaciones con Cuba, como el Cuba Study Group, Engage Cuba y el Centro para la Democracia en las Américas, pidieron a la administración Trump que “emita una suspensión de sanciones a Cuba por tiempo limitado para facilitar el flujo de ayuda humanitaria, desesperadamente necesaria, y suministros médicos para el pueblo cubano mientras hacen frente a la pandemia mundial COVID-19 “.

La administración Trump aún no ha respondido.

El reportero de el Nuevo Herald Mario J. Pentón contribuyó a esta historia.

Siga a Nora Gámez Torres en Twitter: @ngameztorres