Derechos Humanos
Ernesto Borges cumple 54 años, de ellos 22 en las cárceles castristas
Este lunes 23 de marzo Ernesto Borges Pérez cumplió 54 años de edad. El próximo mes de julio habrá cumplido 22 años en prisión de los 30 a los que fue condenado en 1998, por presunta tentativa de espionaje en un juicio sin garantías procesales.
Con motivo de la fecha, Radio Martí conversó con el padre del detenido, Raúl Borges, quien lo pudo ver el pasado 10 de marzo, y afirma que su hijo se encuentra tras las rejas pero con una moral muy alta.
Aseguró el padre del prisionero político que su hijo está en una situación indefensa y que está en manos de sus captores, “que pueden hacer de él lo que quieran”.
Según el entrevistado al prisionero le han hecho en los últimos dos años, diez propuestas de sacarlo en libertad a cambio de que se convierta en un colaborador de los órganos de la Seguridad del Estado, cosa a la que se ha negado rotundamente argumentando que la dignidad y los principios no se negocian a cambio de nada.
le han hecho en los últimos dos años diez propuestas de sacarlo en libertad a cambio de que se convierta en un colaborador de los órganos de la Seguridad del Estado
Agregó el entrevistado que su hijo no se arrepiente de su negativa a convertirse en colaborador de la policía política del régimen y que esa “actitud inclaudicable” es la que lo convierte en un peligroso enemigo para la dictadura, más cuando Ernesto proviene de las filas mismas de la Seguridad del Estado, hasta 1998, cuando decidió luchar por el pueblo de Cuba y evitó que 26 espías cubanos fueran penetrados en territorio norteamericano. “Por lo que no solamente luchó por su país sino por el pueblo de EE.UU, cosa que el régimen no perdona”, concluyó Raúl Borges.
Ernesto Borges Pérez nació el 23 de marzo de 1966 en San José de las Lajas, provincia Habana. Borges llegó a convertirse en oficial del MININT, ubicado en la Dirección General de la Contrainteligencia en el Municipio Boyeros.
Por su trabajo en el departamento donde se preparaban los agentes encubiertos que luego serían infiltrados en Estados Unidos, pudo recolectar y organizar información sensible que pensaba entregar a funcionarios de la Oficina de Intereses, pero al fallarle los mecanismos de entrega que había planificado y caer los mismos en manos de oficiales de la Seguridad del Estado, por lo cual la acción no se produjo, fue luego condenado en un juicio amañado.
Los detalles en el audio:
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