Mientras el Covid-19 se expande por la Isla, el Consejo de Estado ha aprobado seis nuevos decretos-leyes y la población habanera continúa a la espera de la llegada de los “módulos” de alimentos prometidos por el Gobierno.
La opinión de muchos habitantes de la capital es que el Gobierno los “trata de marear” con los reportajes de la televisión estatal, donde se resalta la distribución y venta de módulos de alimentos en varias localidades del país, pero que no llegan a todos.
“Ni siquiera les han funcionado las ventas online a las que tanto bombo y platillo le dieron en la prensa, cómo le vamos a creer que funcionará lo físico. Ni aun muriéndose este Gobierno es capaz de admitir que toda promesa le queda grande”, dijo Estrella Cancio, quien propuso que las autoridades de la Isla “se concentren en cumplir y no en perseguir quienes dicen la verdad”.
“Esas distribuciones, entregas y ventas de módulos solo están ocurriendo en la televisión porque en las comunidades no llegan. Y los cubanos no vivimos en las redes sociales, vivimos en los barrios”, cuestionó Cancio.
En las últimas semanas el Gobierno se ha dedicado a multar a quienes difunden en sus redes sociales publicaciones críticas sobre la situación que atraviesa el país. Para ello aplica el Decreto Ley 370, popularmente conocido como “Ley Azote”. Las multas llegan a los 3.000 pesos, más del triple del salario mensual promedio en Cuba.
El pasado miércoles, durante una reunión de trabajo, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, admitió los problemas del portal digital tuenvio.cu que fue habilitado para que los cubanos realizaran compras online, como parte del paquete de medidas “para mantener la vitalidad del comercio y contribuir al aislamiento social”.
La ministra culpó de las deficiencias de tuenvio.cu a la conectividad y al incremento de esa modalidad de compra.
Trabajadores de diversos sectores estatales confirmaron que sus respectivos directivos les habían anunciado la venta de módulos, que podrían ir de los 500 y los 1.000 pesos, moneda nacional.
“Nos dijeron que tuviésemos preparado el dinero para cuando llegaran los módulos. Esto fue hace una semana y todavía lo estamos esperando”, dijo una empleada bajo condición de anonimato, porque “a indicación es no correr la información para no crear confusión ni expectativas en la gente”.
Otros trabajadores preguntados coincidieron en que las autoridades manejan el tema de los módulos “con mucho secretismo y hasta con amenazas”, un hecho corroborado con la trabajadora que filtró, el pasado 17 de abril, las imágenes de los módulos confeccionados en El Pedregal, La Lisa, para entregar a la PNR.
Esta trabajadora de uno de los establecimientos de la cadena estatal CIMEX, y madre de una menor de edad, se encuentra en proceso de investigación.
En barriadas habaneras como Carragüao, Los Sitios, El Canal, Reparto Eléctrico y Nuevo Vedado, la población sigue a la espera de los módulos prometidos y afirma que solo han llegado los productos normados por la libreta de racionamiento.
“El coronavirus le sirve al Gobierno cubano como le ha servido el bloqueo: para justificar lo injustificable. Prometieron abastecer a los establecimientos dentro de los barrios, y nada. Después se corrió el rumor de los módulos, y nada. Nos culpan, al pueblo, por las colas y las aglomeraciones, y tienen una campaña contra revendedores y acaparadores. Pero no solucionan el problema: la obligación que tenemos de caminar La Habana para encontrar comida”, comentó Daniel Urrutia, vecino del Cerro.
Miguel Díaz-Canel afirmó el martes, en referencia a revendedores y acaparadores: “Ya ahí no hay que explicar nada, es actuar con severidad, porque esas son las personas que nos están complejizando la situación”.
“Lo poquito que tenemos lo estamos tratando de dar en las bodegas y en las cadenas de tiendas, en nuestros mercados”, se quejó el gobernante.
“Quienes están complejizando la situación son ellos mismos, que no han dado pie con bola en la distribución de ese ‘poquito'”, respondió el administrador de una bodega en Centro Habana
“Revendedores y acaparadores existen desde antes que el coronavirus pisara este país, y esa no es justificación decente ante el problema del cual son ellos [el Gobierno] los únicos responsables”, añadió.
Según Tribuna de La Habana, periódico estatal de la capital cubana, a partir de este fin de semana se empezará a distribuir en los territorios del municipio Playa un módulo de alimentos para personas mayores de 65 años de edad.
El módulo, que se entregará de forma “liberada controlada”, cuyo precio no será subsidiado y que se anotará en la libreta de abastecimiento, consta de cuatro huevos, un kilogramo de harina de maíz y uno de pasta alimenticia (coditos), y siete libras de viandas y hortalizas. “Para quienes no tengan libreta de abastecimiento, se prevé [también] la entrega de dicho módulo”, indicó el periódico.
La misma publicación reportó que un grupo de 15 “colectivos estratégicos”, cuyo personal “tiene un protagonismo en la batalla que libra el país en el enfrentamiento de la pandemia” —como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y el Centro de Investigaciones Científicas (CENIC)—, serán beneficiados con módulos de productos de aseo y alimenticios.
“Mientras tanto, el pueblo seguirá en las calles, aglomerado en colas para conseguir el ‘poquito de Díaz-Canel’, corriendo el riesgo de contagiarse con coronovirus, como sucedió con mi hijo”, dijo la madre del primer positivo de Covid-19 en la barriada de Los Sitios. |
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