Es hora de cerrar filas contra los contagios por coronavirus, la represión y la miseria
Hoy, mientras creemos que aun estamos a tiempo, tenemos la responsabilidad de alertar e intentar proteger a nuestro pueblo ante la tendencia al agravamiento de una crisis que puede convertirse en una tragedia nacional de proporciones inmanejables.
Denunciamos ante la comunidad internacional la intensificación de la represión por parte de las autoridades de la dictadura y el consecuente aumento del riesgo de contagio de COVID-19 para los ciudadanos que esta práctica conlleva. Alertamos sobre el peligro para la vida y la seguridad de nuestro pueblo por el desabastecimiento y la ausencia de condiciones sanitarias de los lugares públicos, incluidos los hospitales y centros de internamiento, debido a la inacción, la corrupción y la negligencia de quienes detentan el poder en Cuba.
En los últimos días, en la medida en que aumenta el número de personas contagiadas con el coronavirus, y de fallecidos por esta peligrosa enfermedad en Cuba, el régimen castrocomunista incrementa las acciones represivas contra opositores pacíficos, prisioneros políticos, defensores de los derechos humanos, periodistas independientes y contra todo el que exponga la alarmante realidad que se vive en medio de la escasez y la crisis entorno al COVID-19.
La represión aumenta cada hora. Muchos activistas, pero también ciudadanos no organizados, han sido detenidos, amenazados, despojados de sus celulares e incluso agredidos físicamente y llevados a prisión por las autoridades por tomar una foto o hacer una publicación en redes sociales. La dictadura emplea el artículo 68 del Decreto-Ley 370, que considera una infracción difundir, a través de las redes públicas, información contraria al “interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”.
Por todo el país se agrava el ya crónico desabastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad, mientras la dictadura persigue e impone prohibiciones a los cuentapropistas. Los cubanos deben realizar largas filas que se convierten en aglomeraciones masivas para adquirir lo poco que los mercados estatales ofertan, por lo que es prácticamente imposible cumplir medidas elementales para evitar el contagio. El transporte público está paralizado, la mayoría tiene que recorrer kilómetros y más kilómetros a pie buscando lo indispensable para sobrevivir. Todo tiende a agravarse con el paso de los días.
Mientras la vida se torna cada vez más difícil, el régimen, que controla todos los medios de comunicación masiva, con mentiras y propaganda trata de generar una falsa y peligrosa sensación de seguridad entre los cubanos, a la vez que manipula y exagera las noticias sobre los problemas que enfrentan otras naciones con gobiernos críticos del castrismo.
Especialmente indignantes son las condiciones en que se encuentran nuestros presos políticos y las acciones en su contra en momentos en que sus vidas corren mayor peligro. Hoy son víctimas de confinamiento en celdas de castigo, traslados a prisiones distantes de sus familiares, confiscación arbitraria de alimentos y productos de aseo, y suspensión de llamadas telefónicas, mientras el régimen obstaculiza la ayuda desde el exilio. A todo esto, hay que sumar el hacinamiento, la pésima higiene y alimentación, y la deficiente atención médica.
Considerando lo anterior, exigimos la liberación inmediata de los más de 8 mil inocentes que, sin haber cometido delito, se encuentran condenados por “Peligrosidad Pre-delictiva” y la liberación de todos los presos políticos. Ante el agravante de la pandemia del COVID-19 y la ausencia de condiciones sanitarias en las cárceles, la liberación urgente es lo “justo y necesario”, como ha pedido el Secretario General de la OEA, Luis Almagro.
Cuba necesita ayuda y queremos tomar la responsabilidad de solicitarla hoy a la comunidad internacional. Urge que la sociedad civil independiente y todo cubano de buena voluntad, demos de inmediato los pasos necesarios para crear mecanismos y poner en práctica medidas para combatir al coronavirus, frenar la creciente represión de la dictadura, y aliviar las dificultades y la miseria generalizada. Hacemos un llamado a la unidad del movimiento democrático cubano, en la Isla y la diáspora, y pedimos el apoyo de la solidaridad internacional, para superar la crisis que atraviesa nuestro pueblo.
Organizaciones firmantes:
Berta Soler, Damas de Blanco
Ana Carbonell, Instituto la Rosa Blanca, Promotores de Cuba Decide
Manuel Silvestre Cuesta Morua, Partido Arco Progresista
José Díaz Silva, Mov. Opositores por una Nueva República, Promotores de Cuba Decide
José Daniel Ferrer, Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Promotores de Cuba Decide
René Gómez Manzano. Corriente Agramontista
Alejandro González Raga, Observatorio Cubano de Derechos Humanos
José “Pepe” Hernández, Fundación Nacional Cubano Americana
Iván Hernández Carrillo, A. Sindical Independiente de Cuba, Promotores Cuba Decide
Javier Larrondo, Cuban Prisoners Defenders
Ángel J. Moya Acosta, Movimiento Libertad Democrática por Cuba
Félix Navarro, Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, Promotores Cuba Decide
Eduardo Marcos Pacheco, Movimiento Recuperación Democrática
Ramón Saúl Sánchez, Movimiento Democracia, Promotores de Cuba Decide
Rosa María Payá, Fund. para la Democracia Panamericana, Promotores de Cuba Decide
Individuos firmantes:
Camila Acosta Rodríguez
Frank Calson
Eduardo Díaz Fleitas
Dámaso Alberto Fernández Doimeadiós
Niober García Fournier
Elena Larrinaga
Librado Linares García
Ana Iris Miranda Leyva
Orlando Luis Pardo Lazo
Leticia Ramos Herrería
Omara Isabel Ruiz Urquiola
Ángel Santiesteban Prats
Diddier Santos Moleiro
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Invitamos a todos los ciudadanos y organizaciones en la isla y el exilio sumarse a este llamado.
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