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El monto recaudado sería utilizado por las entidades de cada territorio para el fomento de la producción de alimentos.

El gobierno de Cuba anunció este lunes la apertura de dos cuentas bancarias para recibir donaciones en moneda nacional o en pesos convertibles (CUC), basado en el supuesto interés de cubanos de aportar a la batalla contra la pandemia en la isla.

En la reunión habitual de la cúpula gubernamental, el ministro de Economía, Alejandro Gil, dijo que “se ha conciliado con el Banco Central de Cuba para ésta apertura de las cuentas en los territorios y en los niveles provinciales para las personas naturales”.

Según Gil Fernández, el monto recaudado será utilizado por las entidades de cada territorio para el fomento de la producción de alimentos.

En el caso de las personas jurídicas que no pueden hacer ningún donativo en efectivo por tratarse de recursos del Estado, se emitirá una regulación, porque “se dan algunos casos de trabajos productivos y voluntarios que realizan entidades estatales a entidades del sector no estatal, básicamente en labores agrícolas”.

Esta iniciativa del régimen cubano es una muestra palpable de la asfixia económica a la que se encuentra sometida la nación. Con la llegada de la Covid-19, la mayor de las Antillas se ha visto severamente afectada, sobre todo el sector turístico, primer renglón de la economía cubana.

Hasta el momento, se desconoce cuales serían los pasos a seguir para quienes decidan contribuir de esta manera con el gobierno castrista.

Muchas son las interrogantes que genera el tema, sobre todo porque se desconoce cómo será la maniobra para depositar el dinero, el verdadero uso que se le dará al mismo o si solo podrán hacerlo quienes residen en el exterior y tendrán que seguramente verse afectado con la política de cambio que impera en Cuba.

No es la primera vez que Cuba abre cuentas de este tipo. En 2017 los cubanos donaron para la recuperación tras el paso del huracán Irma; y más recientemente se hizo la misma operación luego de los estragos de un tornado en La Habana.

Lo que sí deja muy claro la idea de Gil es que el Gobierno está desesperado, mientras la escasez de recursos, sobre todo de alimentos y aseo, se va acrecentando y pudiera ser peor, mientras sigan cerradas -a su conveniencia- las fronteras cubanas.