December 21, 2024

06 June 2020 ~ 5 COMENTARIOS “Moneda total”, la masacre al sector privado en Cuba. COLUMNISTAS INVITADOS Por: Vicente Morín Aguado. “Dentro de una caja fuerte se encontraron más de un millón 82 mil 502 pesos en moneda total.” Tribuna de La Habana, vocero del Comité Provincial del Partido* en la capital cubana, resume con las anteriores palabras el último operativo policial ejecutado contra los emprendedores privados en Cuba. La ola de arrestos bajo las figuras delictivas de “actividad económica ilícita” y “acaparamiento”, representa un genocidio económico de factura ideológica, acompañado del consecuente suicidio estatal. Se trata de una frase publicada repetidamente por oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria, Inspectores y periodistas; curiosa abreviatura asociada a la circulación monetaria de un país donde coexisten el dólar de los Estados Unidos (USD), el Peso convertible cubano (CUC) y el Peso moneda nacional (CUC). La masacre va sumando decenas de víctimas a todo lo largo de la Isla, sin distinguir entre pequeños vendedores de vegetales frescos, los integrantes de una cooperativa agropecuaria, el dueño de una cafetería “excedido” al vender alimentos enlatados, un fabricante de pinturas, alguien empeñado de suministrar auto partes de vehículos y, la tapa al pomo, hasta incluir un artesano fabricante de piñatas para cumpleaños. El genocidio vino precedido de una advertencia ideológica, publicada en Granma, órgano oficial del partido comunista (PCC) el pasado 6 de mayo. Firma la diatriba un Troll de ocasión, capaz de ensartar varios cientos de palabras vacías de contenido, sustituyendo por consignas y amenazas las propuestas de los economistas cubanos ante el eminente colapso de un país incapaz de pagar sus apremios monetarios. Por ejemplo, Joaquín Benavides, ex ministro de Fidel Castro, ha propuesto “Aprobar un instrumento legal que autorice la creación de PYMES**, principalmente en la actividad agroalimentaria y que puedan incorporarse, si lo desean, las cooperativas agropecuarias.” “No se entiende bien como se le teme al establecimiento de PYMES** con capital de ciudadanos cubanos, con independencia de donde residan. La inversión privada en Cuba, esta refrendada en la Constitución, será un elemento importante que puede contribuir a salvar al Socialismo Cubano después del COVIP 19.” Desde el exilio, el deber elemental de diagnosticar una enfermedad terminal, obliga al experto retirado del Fondo Monetario Internacional, Joaquín Pujol, a recomendar lo que sigue: “Eliminar las restricciones a la actividad privada, cambiando de una lista de lo que se permite a una pequeña lista de lo que no se permite. El sector cuentapropista es el único sector dinámico y relativamente eficiente de la economía que ha generado empleo y productividad aun con las restricciones existentes. Permitirle al sector privado tener un estatus legal claro.” Carmelo Mesa-Lago, académico en Pittsburg, con medio centenar de libros dedicados a su país de origen, sentenció recientemente: “Lo que quisiera es que la Isla se moviera hacia un tipo de modelo mixto que es el que apoya la mayor parte de los economistas académicos en el país. Un modelo mixto en el que el sector no estatal juega un papel primordial, no el papel complementario como es el caso de Cuba.” Desde una dimensión ideológica del tiempo y el espacio, la orden dada es de exterminio. El amparo legal de los operativos se encuentra en la Ley # 62, Código Penal, artículos 228 al 230, cuya última fecha corresponde paradójicamente al 2011, cuando el aún máximo gobernante, Raúl Castro, supuestamente impulsaba una apertura al emprendimiento privado, reforma lamentablemente amputada en sus comienzos. El instrumento legal penaliza la realización por parte de los ciudadanos de actividades con ánimos de lucro “sin poseer la licencia correspondiente; o realice alguna actividad de esa naturaleza no autorizada en forma expresa por disposición legal o reglamentaria.” Se agregan agravantes “Si para la realización de los hechos a que se refiere el apartado anterior, se contratara mano de obra o se utilizaran medios o materiales de procedencia ilícita.” En la práctica, consustancial con lo antes dicho, casi siempre aplica el “acaparamiento”, cuando la persona “adquiera mercancías u otros objetos con el propósito de revenderlos para obtener lucro o ganancias; b) retenga en su poder o transporte mercancías o productos en cantidades evidente injustificadamente superiores a las requeridas para sus necesidades normales.” Una radiografía de los hechos se ofrece, basada en la televisión cubana, los órganos de prensa provinciales, junto a medios como ADN Cuba, Cubacute, CiberCuba y Cubanosporelmundo, entre otros. Luyanó, municipio 10 de octubre, calle fábrica # 254, intervienen la vivienda de un trabajador con licencia para la elaboración y venta de alimentos ligeros, considerada por las autoridades un almacén de víveres envasados. El 1er Teniente Alberto Simón declara la incautación de “un millón 56 mil 502 pesos en moneda total.” De gran relevancia se publicita el delito colateral de poseer la víctima un auto Audi. Bayamo, provincia de Granma, procesada una persona que acumulaba en su casa 80 cartones de 30 huevos cada uno, 9 quintales de pepinos (1qq=100 libras), 40 qq. de calabazas y 4 qq. de cebollas. Municipio Ciro Redondo, provincia de Ciego de Ávila, incautan 31634 libras de plátanos. Acusado el propietario de la finca Las Marías, productor y dueño del alimento, casi inexistente en los mercados cubanos. La policía ocupó dos tractores, dos carretas y un remolque, parte de los medios usados en la comisión de tales delitos. Un caso extremo sucedió al operar contra la cooperativa agrícola Julio Hidalgo en Sancti Spíritus, donde confiscaron dos cámaras de frío, consideradas de fabricación ilícita, una de ellas almacenando 80 toneladas de cebollas, cuyo valor vuelve a superar, según los uniformados, el millón de pesos en “moneda total.” Las autoridades declaran la existencia de materiales destinados a construir una tercera cámara refrigerada. Aunque perseguir a los productores-vendedores de alimentos es prioridad, la cruzada no tiene límites, el denominador común es todo lo que sea privado: Arrollo Naranjo, municipio de la provincia Ciudad de La Habana. Detectan una fábrica de pinturas, perteneciente a un individuo procedente de Camagüey, quien construyó en 3 meses el local, donde encontraron 1600 tanquetas de pinturas, 4 motores industriales, un auto moderno y otras propiedades menores. Volviendo a la capital cubana, en el municipio El Cotorro intervienen el domicilio de un ciudadano convertido en almacén de partes y piezas de autos. A simple vista se aprecian en la televisión cerca de 80 neumáticos nuevos, decenas de llantas, junto a diversas piezas y partes mecánicas automotrices. El emprendedor privado argumenta que se trata de compras fuera del país, introducidas legalmente, también vendía artículos dados en comisión por otras personas, sumando adquisiciones vía internet y negocios con proveedores estatales. Ante las cámaras, la Teniente Arianna Felicó, instructora penal, explicó: “El acusado tenía una Licencia de reparación de equipos mecánicos y de combustión, que encubre otras actividades económicas. Justificaba con un matiz legal sus actividades.” Los poco familiarizados con la cotidianeidad de los cubanos, necesitan valorar ciertos detalles: En todos los casos la policía ocupa almacenes clandestinos, donde se ocultan las mercancías, junto a instrumentos de trabajo, maquinarias y demás medios de producción. Los emprendedores privados, aun contando con la autorización para ejercer actividades económicas con fines de lucro, están obligados por las circunstancias a camuflar su gestión. Se trata del lugar oculto que en lenguaje popular llaman “El Clave”. Este depósito clandestino no falta en la casi totalidad de los comercios privados porque es imposible demostrar la completa legalidad de las mercancías y medios empleados por los cuentapropistas. El Joven fabricante de piñatas Yasser Ravelo, vecino de la calle Martí # 614 en la ciudad de Guantánamo, acosado por inspectores, policías uniformados y últimamente por la Seguridad del Estado-policía política-, hizo una denuncia: “Tienes que trabajar con todo robado, tienes que mantenerte en el cuento perenne del gato y el ratón. En realidad, lo que te tienen es comprometido, aquí todo es ilegal, todos somos ladrones y lacayos. Metiendo mentiras somos más fáciles de humillar, más fáciles de doblegar.” Yasser termina su video, publicado por ADN Cuba: “Yo acuso al estado cubano de crimen de odio. Donde hay un solo dueño todo el mundo es ladrón.” En Cuba la autorización de actividades económicas privadas no significa un derecho ejercido por el ciudadano, es un permiso concedido por el gobierno, cuya vigencia y modalidades están bajo la vigilancia permanente del poder político. Así lo ha denunciado el proyecto Cubadecide que lidera la opositora Rosa María Payá, hija del premio Sajárov y mártir de la oposición al castrismo, Oswaldo Payá Sardiñas. Otra característica singular, obligada por la triste realidad, es lo que pudiéramos llamar “la tapadera”, es decir, ante la obligada limitación impuesta a los gestores económicos, se usa el “permiso” para extender a riesgo otras acciones de hecho imprescindibles si se trata de alcanzar un nivel mínimo de ganancias, respondiendo a la insatisfecha demanda. En el caso citado del comerciante de auto partes, al reseñar los hechos, el locutor cubano lee su guión televisivo: “Mientras el país hace un esfuerzo por perfeccionar y mantener su parque vehicular, hay quien se aprovecha de las limitaciones, se cree astuto y emplea artificios para enmascarar su enriquecimiento ilícito.” La traducción al buen español es: existe una crisis en la transportación estatal, los privados intentan suplir esas carencias, obteniendo lógicas ganancias de su esfuerzo y riesgo. No es casual coincidencia que la instructora penal del caso reseñado declare haberle ocupado al comerciante un millón 82 mil pesos en…” moneda total.” Los medios de prensa al servicio de la represión, convertidos en monopolio mediático del binomio partido-estado, desarrollaron una encuesta popular con el objetivo de recabar apoyo a las acciones de la policía. El canal estatal Caribe, publicó un video donde opinan varias personas. Los entrevistados saben que solo publicarán opiniones favorables a la acción de los represores. Aun así, las respuestas son reveladoras: “Deben tener mano dura y sin piedad porque los niños, los ancianos, y los trabajadores estamos recibiendo el látigo de la ambición de esas personas.” Policías y demás autoridades asociadas a los hechos han reiterado que operan partiendo de la justa indignación popular, manifestada en las denuncias. “Tienen que investigar bien, no quedarse en los acaparadores porque alguien arriba de ellos les da la posibilidad de acceder a esos productos.” Efectivamente, una interventora, Teniente Yesenia Perdomo, había declarado a la televisión que parte de los artículos incautados procedían de “negocios con personas jurídicas”. En Cuba equivalente a funcionarios estatales. Usando el lenguaje cuidadoso de esta oficial, diríamos que “cierto matiz” de corrupción se esconde detrás de las actividades económicas ilícitas. La encuesta periodística alcanza el clímax cuando un joven bodeguero exhorta a la policía desde su establecimiento, localizado en la calzada de Ayestarán, esquina a 19 de mayo. El camarógrafo no pudo evitar un telón de fondo compuesto por la estantería vacía del establecimiento: “Está bien hecho, sigan haciendo, para que tu veas que esto se va a arreglar ya.” Desde hoy los vecinos de La Bodega deberían mantener un asedio permanente al lugar, símbolo de la racionalización de los alimentos que acompaña a la revolución de Fidel Castro desde hace más de medio siglo. Sumando los millones de “moneda total” incautados y por incautar, la masacre al sector privado en Cuba ha de repletar en breve tantos anaqueles vacíos.

06 June 2020 ~ 5 COMENTARIOS

“Moneda total”, la masacre al sector privado en Cuba.

Por: Vicente Morín Aguado.

“Dentro de una caja fuerte se encontraron más de un millón 82 mil 502 pesos en moneda total.”

Tribuna de La Habana, vocero del Comité Provincial del Partido* en la capital cubana, resume con las anteriores palabras el último operativo policial ejecutado contra los emprendedores privados en Cuba. La ola de arrestos bajo las figuras delictivas de “actividad económica ilícita” y “acaparamiento”, representa un genocidio económico de factura ideológica, acompañado del consecuente suicidio estatal.

Se trata de una frase publicada repetidamente por oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria, Inspectores y periodistas; curiosa abreviatura asociada a la circulación monetaria de un país donde coexisten el dólar de los Estados Unidos (USD), el Peso convertible cubano (CUC) y el Peso moneda nacional (CUC).

La masacre va sumando decenas de víctimas a todo lo largo de la Isla, sin distinguir entre pequeños vendedores de vegetales frescos, los integrantes de una cooperativa agropecuaria, el dueño de una cafetería “excedido” al vender alimentos enlatados, un fabricante de pinturas, alguien empeñado de suministrar auto partes de vehículos y, la tapa al pomo, hasta incluir un artesano fabricante de piñatas para cumpleaños.

El genocidio vino precedido de una advertencia ideológica, publicada en Granma, órgano oficial del partido comunista (PCC) el pasado 6 de mayo. Firma la diatriba un Troll de ocasión, capaz de ensartar varios cientos de palabras vacías de contenido, sustituyendo por consignas y amenazas las propuestas de los economistas cubanos ante el eminente colapso de un país incapaz de pagar sus apremios monetarios.

Por ejemplo, Joaquín Benavides, ex ministro de Fidel Castro, ha propuesto “Aprobar un instrumento legal que autorice la creación de PYMES**, principalmente en la actividad agroalimentaria y que puedan incorporarse, si lo desean, las cooperativas agropecuarias.”

“No se entiende bien como se le teme al establecimiento de PYMES** con capital de ciudadanos cubanos, con independencia de donde residan. La inversión privada en Cuba, esta refrendada en la Constitución, será un elemento importante que puede contribuir a salvar al Socialismo Cubano después del COVIP 19.”

Desde el exilio, el deber elemental de diagnosticar una enfermedad terminal, obliga al experto retirado del Fondo Monetario Internacional, Joaquín Pujol, a recomendar lo que sigue:

“Eliminar las restricciones a la actividad privada, cambiando de una lista de lo que se permite a una pequeña lista de lo que no se permite. El sector cuentapropista es el único sector dinámico y relativamente eficiente de la economía que ha generado empleo y productividad aun con las restricciones existentes. Permitirle al sector privado tener un estatus legal claro.”

Carmelo Mesa-Lago, académico en Pittsburg, con medio centenar de libros dedicados a su país de origen, sentenció recientemente: “Lo que quisiera es que la Isla se moviera hacia un tipo de modelo mixto que es el que apoya la mayor parte de los economistas académicos en el país. Un modelo mixto en el que el sector no estatal juega un papel primordial, no el papel complementario como es el caso de Cuba.”

Desde una dimensión ideológica del tiempo y el espacio, la orden dada es de exterminio. El amparo legal de los operativos se encuentra en la Ley # 62, Código Penal, artículos 228 al 230, cuya última fecha corresponde paradójicamente al 2011, cuando el aún máximo gobernante, Raúl Castro, supuestamente impulsaba una apertura al emprendimiento privado, reforma lamentablemente amputada en sus comienzos.

El instrumento legal penaliza la realización por parte de los ciudadanos de actividades con ánimos de lucro “sin poseer la licencia correspondiente; o realice alguna actividad de esa naturaleza no autorizada en forma expresa por disposición legal o reglamentaria.” Se agregan agravantes “Si para la realización de los hechos a que se refiere el apartado anterior, se contratara mano de obra o se utilizaran medios o materiales de procedencia ilícita.”

En la práctica, consustancial con lo antes dicho, casi siempre aplica el “acaparamiento”, cuando la persona “adquiera mercancías u otros objetos con el propósito de revenderlos para obtener lucro o ganancias; b) retenga en su poder o transporte mercancías o productos en cantidades evidente injustificadamente superiores a las requeridas para sus necesidades normales.”

Una radiografía de los hechos se ofrece, basada en la televisión cubana, los órganos de prensa provinciales, junto a medios como ADN Cuba, Cubacute, CiberCuba y Cubanosporelmundo, entre otros.

Luyanó, municipio 10 de octubre, calle fábrica # 254, intervienen la vivienda de un trabajador con licencia para la elaboración y venta de alimentos ligeros, considerada por las autoridades un almacén de víveres envasados. El 1er Teniente Alberto Simón declara la incautación de “un millón 56 mil 502 pesos en moneda total.”

De gran relevancia se publicita el delito colateral de poseer la víctima un auto Audi.

Bayamo, provincia de Granma, procesada una persona que acumulaba en su casa 80 cartones de 30 huevos cada uno, 9 quintales de pepinos (1qq=100 libras), 40 qq. de calabazas y 4 qq. de cebollas.

Municipio Ciro Redondo, provincia de Ciego de Ávila, incautan 31634 libras de plátanos. Acusado el propietario de la finca Las Marías, productor y dueño del alimento, casi inexistente en los mercados cubanos. La policía ocupó dos tractores, dos carretas y un remolque, parte de los medios usados en la comisión de tales delitos.

Un caso extremo sucedió al operar contra la cooperativa agrícola Julio Hidalgo en Sancti Spíritus, donde confiscaron dos cámaras de frío, consideradas de fabricación ilícita, una de ellas almacenando 80 toneladas de cebollas, cuyo valor vuelve a superar, según los uniformados, el millón de pesos en “moneda total.”

Las autoridades declaran la existencia de materiales destinados a construir una tercera cámara refrigerada.

Aunque perseguir a los productores-vendedores de alimentos es prioridad, la cruzada no tiene límites, el denominador común es todo lo que sea privado:

Arrollo Naranjo, municipio de la provincia Ciudad de La Habana. Detectan una fábrica de pinturas, perteneciente a un individuo procedente de Camagüey, quien construyó en 3 meses el local, donde encontraron 1600 tanquetas de pinturas, 4 motores industriales, un auto moderno y otras propiedades menores.

Volviendo a la capital cubana, en el municipio El Cotorro intervienen el domicilio de un ciudadano convertido en almacén de partes y piezas de autos. A simple vista se aprecian en la televisión cerca de 80 neumáticos nuevos, decenas de llantas, junto a diversas piezas y partes mecánicas automotrices.

El emprendedor privado argumenta que se trata de compras fuera del país, introducidas legalmente, también vendía artículos dados en comisión por otras personas, sumando adquisiciones vía internet y negocios con proveedores estatales.

Ante las cámaras, la Teniente Arianna Felicó, instructora penal, explicó: “El acusado tenía una Licencia de reparación de equipos mecánicos y de combustión, que encubre otras actividades económicas. Justificaba con un matiz legal sus actividades.”

Los poco familiarizados con la cotidianeidad de los cubanos, necesitan valorar ciertos detalles:

En todos los casos la policía ocupa almacenes clandestinos, donde se ocultan las mercancías, junto a instrumentos de trabajo, maquinarias y demás medios de producción. Los emprendedores privados, aun contando con la autorización para ejercer actividades económicas con fines de lucro, están obligados por las circunstancias a camuflar su gestión.

Se trata del lugar oculto que en lenguaje popular llaman “El Clave”. Este depósito clandestino no falta en la casi totalidad de los comercios privados porque es imposible demostrar la completa legalidad de las mercancías y medios empleados por los cuentapropistas.

El Joven fabricante de piñatas Yasser Ravelo, vecino de la calle Martí # 614 en la ciudad de Guantánamo, acosado por inspectores, policías uniformados y últimamente por la Seguridad del Estado-policía política-, hizo una denuncia:

“Tienes que trabajar con todo robado, tienes que mantenerte en el cuento perenne del gato y el ratón. En realidad, lo que te tienen es comprometido, aquí todo es ilegal, todos somos ladrones y lacayos. Metiendo mentiras somos más fáciles de humillar, más fáciles de doblegar.” Yasser termina su video, publicado por ADN Cuba:

“Yo acuso al estado cubano de crimen de odio. Donde hay un solo dueño todo el mundo es ladrón.”

En Cuba la autorización de actividades económicas privadas no significa un derecho ejercido por el ciudadano, es un permiso concedido por el gobierno, cuya vigencia y modalidades están bajo la vigilancia permanente del poder político. Así lo ha denunciado el proyecto Cubadecide que lidera la opositora Rosa María Payá, hija del premio Sajárov y mártir de la oposición al castrismo, Oswaldo Payá Sardiñas.

Otra característica singular, obligada por la triste realidad, es lo que pudiéramos llamar “la tapadera”, es decir, ante la obligada limitación impuesta a los gestores económicos, se usa el “permiso” para extender a riesgo otras acciones de hecho imprescindibles si se trata de alcanzar un nivel mínimo de ganancias, respondiendo a la insatisfecha demanda.

En el caso citado del comerciante de auto partes, al reseñar los hechos, el locutor cubano lee su guión televisivo:

“Mientras el país hace un esfuerzo por perfeccionar y mantener su parque vehicular, hay quien se aprovecha de las limitaciones, se cree astuto y emplea artificios para enmascarar su enriquecimiento ilícito.”

La traducción al buen español es: existe una crisis en la transportación estatal, los privados intentan suplir esas carencias, obteniendo lógicas ganancias de su esfuerzo y riesgo.

No es casual coincidencia que la instructora penal del caso reseñado declare haberle ocupado al comerciante un millón 82 mil pesos en…” moneda total.”

Los medios de prensa al servicio de la represión, convertidos en monopolio mediático del binomio partido-estado, desarrollaron una encuesta popular con el objetivo de recabar apoyo a las acciones de la policía.

El canal estatal Caribe, publicó un video donde opinan varias personas. Los entrevistados saben que solo publicarán opiniones favorables a la acción de los represores. Aun así, las respuestas son reveladoras:

 “Deben tener mano dura y sin piedad porque los niños, los ancianos, y los trabajadores estamos recibiendo el látigo de la ambición de esas personas.”

Policías y demás autoridades asociadas a los hechos han reiterado que operan partiendo de la justa indignación popular, manifestada en las denuncias.

“Tienen que investigar bien, no quedarse en los acaparadores porque alguien arriba de ellos les da la posibilidad de acceder a esos productos.”

Efectivamente, una interventora, Teniente Yesenia Perdomo, había declarado a la televisión que parte de los artículos incautados procedían de “negocios con personas jurídicas”. En Cuba equivalente a funcionarios estatales. Usando el lenguaje cuidadoso de esta oficial, diríamos que “cierto matiz” de corrupción se esconde detrás de las actividades económicas ilícitas.

La encuesta periodística alcanza el clímax cuando un joven bodeguero exhorta a la policía desde su establecimiento, localizado en la calzada de Ayestarán, esquina a 19 de mayo. El camarógrafo no pudo evitar un telón de fondo compuesto por la estantería vacía del establecimiento:

“Está bien hecho, sigan haciendo, para que tu veas que esto se va a arreglar ya.”

Desde hoy los vecinos de La Bodega deberían mantener un asedio permanente al lugar, símbolo de la racionalización de los alimentos que acompaña a la revolución de Fidel Castro desde hace más de medio siglo.

Sumando los millones de “moneda total” incautados y por incautar, la masacre al sector privado en Cuba ha de repletar en breve tantos anaqueles vacíos.