El Ministerio de Salud de Perú (MINSA) pagará salarios de 2.000 mensuales por cada uno de los 85 profesionales de la salud cubanos enviados por La Habana el pasado 3 de junio para participar en la lucha contra la pandemia de Covid-19. Eso dice el contrato firmado entre los gobiernos de ambos países, según el diario peruano Gestión.
La publicación, que asegura haber accedido al contrato, indica que ese estipendio, sujeto al pago de impuestos según la ley peruana, “será depositado (a los profesionales de la salud de la Isla) en una cuenta de ahorros individual”.
El contrato solo atañe a la parte bilateral, no explica qué pasa una vez que los médicos reciben el dinero en sus cuentas, pero es poco probable que el Gobierno cubano les permita quedarse con esos 2.000 dólares. En otros países en los que se ha aplicado esa vía de pago, como Arabia Saudita, La Habana ha obligado a los profesionales a entregar más del 75% del salario, como ha podido confirmar DIARIO DE CUBA.
Según Gestión, el acuerdo con La Habana fue firmado por el ministro de Salud de Perú, Víctor Zamora. El Gobierno peruano deberá encargarse, además de los salarios, de los costos de seguro de vida y de salud de los profesionales, y de los gastos de traslado y retorno a Cuba.
Asimismo, deberá cubrir los gastos por evacuación a Cuba de los integrantes de la brigada que lo necesiten por enfermedad o accidentes graves, en el caso de que en Perú no existiesen las condiciones necesarias para su atención.
También tendrá que ocuparse del traslado del cadáver, en caso de eventual fallecimiento de algún profesional, así como del viaje de un acompañante.
El acuerdo tiene una vigencia de tres meses, con la posibilidad de ser renovado.
Otro compromiso del Ministerio de Salud de Perú es el de tramitar autorizaciones temporales ante los colegios profesionales locales, con el fin de que médicos y enfermeros cubanos puedan ejercer.
Los integrantes de la brigada médica cubana que están en Perú son 50 médicos y 35 enfermeros, que fueron enviados a Moquegua, Arequipa, Ayacucho y Áncash, según informó la Embajada de Cuba en Perú.
Según ha podido conocer DIARIO DE CUBA, el Gobierno peruano había pedido 45 profesionales a La Habana, pero esta envió 85.
Miguel Palacios, decano del Colegio Médico del Perú, dijo en una entrevista concedida a un medio local que esa entidad solo recibió la solicitud para autorizar a 45 médicos. Los otros 40 trabajadores añadidos por el Gobierno cubano estarían sin autorización.
“El Ministerio de Salud es responsable de las consecuencias que pueden derivar estos profesionales”, advirtió Palacios.
Según el MINSA, faltan 24.000 médicos en Perú y el déficit se ha agudizado con el Covid-19 y la necesidad de dar licencia para no trabajar a profesionales vulnerables al nuevo coronavirus.
La pandemia ya deja en Perú 200.000 contagios y más de 5.500 muertes.
Semanas atrás, el decano del Colegio Médico del Perú aseguró que el país cuenta con muchos más profesionales de los que hoy ocupan plazas estables en el sistema de salud público, pero muchos de ellos “se encuentran subempleados por el Estado”.
“Sí tenemos médicos, pero no se generan plazas adecuadas y orgánicas para que puedan ocuparlas (…). Pienso que primero deberían contratar a los médicos que tenemos en el país y, si luego de eso hacen falta más, traerlos del extranjero, pero en ese orden”, dijo Palacios, citado por Gestión.
La exportación de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios. En 2018 esta actividad generó ingresos de 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de “trabajo forzoso” y “esclavitud moderna”.
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