No estamos de fiesta

El 26 de julio no debería ser un día festivo como se acostumbra a recrear con movilizaciones de masas por todo el país

Cuartel Moncada 26 de julio
Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba (Foto: Cubadebate)

LA HABANA, Cuba.- En una reciente reunión del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) se acordó que no se celebraría de forma masiva el 26 de julio, en su aniversario 67, día al que llaman de la “Rebeldía Nacional”. No obstante, aunque la dictadura se empeña en celebrarla esa fecha más bien debería ser un día luctuoso, por la cantidad de personas que murieron, tanto oficiales del ejército de Fulgencio Batista Zaldívar, como atacantes al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba.

El 26 de julio no debería ser un día festivo como se acostumbra a recrear con movilizaciones de masas, rotando la actividad entre las diferentes provincias del país y convirtiéndola en un galardón que se gana, luego de un análisis hecho por el PCC del trabajo que se realiza en los diversos territorios.

Como bien se conoce, esta operación armada se llevó a cabo por un grupo de jóvenes con el fin de derrocar la dictadura en el poder. En la acción perdieron la vida 55 asaltantes, entre ellos Abel Santamaría Cuadrado, Reinaldo Boris Luis Santa Coloma y Mario Muñoz Monroy, que son de los más conocidos; los otros apenas se han mencionado, o quizás hay un lugar con sus nombres.

De los 89 sobrevivientes, algunos fueron abatidos por las fuerzas del ejército de Batista, otros ya han muerto producto de la edad, como Fidel Castro Ruz, quien lideró la contienda. Entre los fallecidos se encuentra también Gustavo Arcos Bergnes, que se unió a la disidencia, formó parte del presidio político y dirigió el Comité Cubano Pro-Derechos Humanos. Su deceso fue a la edad de 79 años, y se produjo el 8 de agosto de 2006. Siempre que se habla de los asaltantes se oculta el nombre de este hombre, que fue herido en el combate y que soñó con una transición pacífica hacia la democracia.

Hay que decir además que, en el Calendario de la Iglesia Católica, el 26 de julio se celebra Santa Ana y San Joaquín, padres de la virgen María y por lo tanto abuelos de Jesús. Es por ello que, como una tradición, al parecer heredada de España, en esa fecha se conmemoraba en Cuba el Día de los Abuelos, práctica que se perdió de forma total con la llegada de la “Revolución”.

En Cuba se conoce a los que quisieron tomar este cuartel, y también el Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, como la Generación del Centenario, porque en ese momento se cumplían 100 años del nacimiento de José Martí, pero también porque dicen que El Apóstol es el autor intelectual del asalto a los cuarteles militares.

Ahora, producto de la situación existente con la pandemia del coronavirus, el PCC decidió, por primera vez en todos estos años de dictadura, convertir la celebración de esta derrota en actos locales. Convocaron a sacar la bandera para celebrar la actividad en las casas y en los centros de trabajo, aunque la mayoría de las entidades estatales no abrió pues la fecha cae domingo.

La situación que ha provocado la COVID-19 es una buena escusa para no hacer reuniones de masa, ya que la temperatura social está bien alta con el problema de la escasez, de todo tipo, que está viviendo el pueblo, además de la represión policial que tiene a la gente muy disgustada.

Cuando se anunciaron las nuevas medidas que se pondrán en vigor de forma paulatina, durante la intervención de Miguel Díaz-Canel ante el Consejo de Ministros se pudo constatar la ira con la que habla de la propaganda contra el sistema, en particular —al parecer lo que más le molesta— en Internet, y los comentarios generales que se pueden leer, los cuales no provienen solo de los que disienten.

Esa sección del pueblo que tiene acceso a las redes sociales en estos momentos está incontenible, pues se cuestionan muchas cosas que han pasado, pero sobre todo el desabastecimiento en la mayoría de tiendas del país mientras sacan a la venta por dólares una gran cantidad de productos. Las personas dicen ¿dónde está el bloqueo? ¿O es que solo se les aplica a los productos que se venden en CUC y CUP?

Si bien es cierto que la derrota de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes el 26 de julio de 1953 se ha presentado como una victoria todos estos años, el discurso insípido de Díaz-Canel, en el que se ofrecen al pueblo dos libras de arroz y 6 onzas de frijoles extras, ha dejado a las personas con más angustia que antes.

Las tensiones sociales crecen día a día, hay muertos que han “levantado ronchas”, y por mucho que quieran limpiar imágenes ya las personas no creen los sacos de mentiras que se acostumbran a decir. No es suficiente, pero ¿quién no recuerda al pastor luterano que explotó la paciencia de los rumanos e hizo que salieran del poder Nicolás y Elena Ceaușescu en 1989? Pero más cerca aún, el derrocamiento del ex presidente de Bolivia, el socialista Evo Morales.

El futuro cercano es incierto para la dictadura, los que están en el poder lo saben, se les acabó el tiempo y el reloj ahora mueve las manecillas al revés.

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ACERCA DEL AUTOR

Martha Beatriz Roque Cabello

Martha Beatriz Roque Cabello

Martha Beatriz Roque Cabello Nació en La Habana, el 16 de mayo de 1945, hija de un matrimonio de inmigrantes canarios, que tuvieron 6 hijos, dos varones y cuatro hembras, ella era la hija menor. Estudió Licenciatura en Economía en la Universidad de La Habana, se graduó con honores y se quedó como profesora de la asignatura Estadística Matemática. En 1989 ingresa en la oposición, fundando el Instituto Cubano de Economistas Independientes. Posteriormente, forma parte del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, que fue llevado a prisión en el año 1997, por escribir La Patria es de Todos. En 2003 retorna a prisión como parte del Grupo de los 75, la única mujer. Una vez en licencia extrapenal organiza la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, que tuvo dos días de trabajo público en Río Verde, Boyeros, La Habana. Actualmente mantiene su línea de trabajo con la población a través de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.