SANTIAGO, Cuba. – Este sábado llegarán a Santiago de Cuba, en calidad de deportadas, dos miembros del grupo opositor Damas de Blanco que se reunieron con la Encargada de Negocios de Estados Unidos Mara Tekach.

Se trata de las santiagueras Reina Rodríguez y Euledis Sánchez, madre e hija. Ambas asistieron el pasado 6 de marzo, junto a un pequeño grupo de Damas de Blanco, a una invitación en la residencia de la señora Tekach, con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

La diplomática ofreció un pequeño discurso mediante el cual honró a las activistas y culminó diciendo “todas somos Dama de Blanco”.

Al encuentro asistió la líder del movimiento, Berta Soler, junto a una pequeña representación de su grupo, entre las que se encontraba Reina y Euledis. Otras, como Leticia Ramos de Matanzas y Jacqueline Heredia de La Habana, no pudieron asistir; la primera por un operativo policial que la retuvo dentro de su vivienda; la segunda, producto a una detención cuando se dirigía al lugar del encuentro.

“Ellas dos vinieron desde Santiago de Cuba para participar del encuentro. Al finalizar, regresamos a la sede nacional y, sobre las 5:00 p.m., salieron para la terminal en busca de un transporte para regresar a su ciudad de residencia. Sin embargo, fueron detenidas y desaparecidas por órdenes del Departamento de la Seguridad del Estado aquí en La Habana”, denunció Soler a CubaNet.

Según la activista opositora, después de 72 horas, tuvieron conocimiento de que las dos activistas habían sido interceptadas por la policía política.

Euledis Sánchez (Foto: Cortesía de la autora)

Euledis Sánchez (Foto: Cortesía de la autora)

“El esposo de Reina, vía telefónica, nos informó que se encontraban las dos en el VIVAC. Luego, una representación de las Damas fue hasta este centro militar a proveerles aseo personal. Y aunque lo aceptaron, no permitieron visita”.

“Son partes de los métodos represivos que utiliza el régimen, personas que no sean de La Habana, las detienen en este centro de clasificación para luego deportarlas a sus provincias”.

Este viernes 13 de marzo -séptimo día de su detención- madre e hija fueron conducidas en un ómnibus, junto a otras reclusas comunes, custodiado por militares hacia Santiago de Cuba. Al llegar a la provincia, serán trasladadas a alguna unidad policial.

Según denuncias realizadas por otras activistas víctimas de esa violación, el viaje se hace generalmente esposado y tiene una duración mayor que de costumbre, hasta 18 horas de traslado.

Las deportaciones a opositores pacíficos, en calidad de ilegal, son mecanismos antiguos para crear inseguridad y miedo a los que viajan de cualquier provincia hacia la capital, o viceversa, a realizar labores como parte de su activismo opositor.