September 23, 2024

Luz larga para la esperanza y luz corta para la ansiedad

Luz larga para la esperanza y luz corta para la ansiedad

Por: Dra Patricia Arés
En este artículo: CoronavirusCOVID-19CubaPsicologíaSaludSARS-CoV-2Virus
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Mascarillas y nasobucos, símbolos de prevención. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Vivimos un momento inédito que nos enfoca primordialmente a valorar la importancia de resguardar la vida y el bienestar colectivo. Estamos aprendiendo a surfear las grandes olas de temor y ansiedad que nos asaltan todos los días. Al mismo tiempo, la palabra de orden hoy es la solidaridad y el esfuerzo colectivo por construir la esperanza.

Tenemos razones para estar confiados y saber que “más temprano que tarde” controlaremos la pandemia. Mientras, habrá que aprender a enfrentar entre todos la adversidad y salir fortalecidos. No podemos evitar el viento, pero podemos construir molinos.

Se ha hecho mucho hincapié en las medidas higiénico-sanitarias, pero no basta con protegernos del virus, hoy más que nunca tenemos que atender de manera consiente y voluntaria nuestro equilibrio emocional y el de los que nos rodean principalmente niños y ancianos. Podremos superar la pandemia pero hay que evitar las secuelas psicológicas a mediano y largo plazo.

Póngale luz corta a la ansiedad

  • Acepte el quedarse en casa, el alejamiento de la familia extensa y amigos, no como un contratiempo sino como una necesidad, sin resistencias ni dramatismos. Haga como hacen los marinos en tiempos revueltos, orientan las velas de frente a la tormenta. Estar en la negación y en la queja sin soluciones proactivas nos proporciona más infelicidad. Dice un proverbio judío Cuando no tengas alternativa enciende el espíritu del coraje.
  • Acepte los altos y bajos emocionales. Tendrá días más optimistas y otros de inevitables bajones.
  • No haga cálculos de tiempo de cuánto va a durar la situación, no se sabe. Amarre la mente al momento presente. Los vientos del mañana, soplaran mañana. Al final todo pasa, todo se supera, nada es para siempre. Esto también pasará.
  • Evite la infoxicación o exceso de información innecesaria. Infórmese de manera prudente a partir de fuentes oficiales y autorizadas, no haga abuso de las redes sociales. El veneno está en la dosis
  • No acuda a soluciones fallidas, instale su propio ecualizador. Nuestra actitud ante la vida nos salva o nos hunde El consumo de alcohol excesivo o la automedicación de psicofármacos, lejos de cancelar las preocupaciones las incrementan.
  • No se preocupe, ocúpese. Evite la tendencia a exagerar las sensaciones corporales benignas y a interpretarlas de manera catastrófica. Trate por todo los medios de mantener una actitud positiva y calmada. El que no enfrenta la adversidad no conoce de su propia fuerza. Respire despacio, haga ejercicios en casa dentro de lo posible, tome abundante agua. Al amanecer remánguese las mangas y dígase: Un día más de vida, uno menos de coronavirus.
  • Sin generar descalificaciones, ni herir susceptibilidades, póngase en contacto con el humor. La risa siempre es un buen recurso para tramitar situaciones difíciles.
  • Trate de asumir más el rol de cuidador, que el de paciente. Hay que cambiar el chip emocional y preguntarnos ahora ¿qué puedo hacer por los otros? en lugar de ¿qué deben hacer por mí?

Mantenga la luz larga a la esperanza Siempre habrá un amanecer para toda tiniebla.

Se nos está dando una oportunidad de ser mejores seres humanos y ordenar las prioridades.La adversidad nos hace recordar que la auténtica alegría y el bienestar se encuentran en las cosas más sencillas de la vida, lo que verdaderamente vale, no tiene precio

La realidad que vivimos marcará un antes y un después en nuestra forma de entender la vida. Ahora hemos logrado unos niveles de profundidad que en el modo cotidiano no alcanzamos a ver. No siempre vamos a tener esa posibilidad.

Si además de cuidarse, quedarse en casa y proteger a los suyos, logra mantenerse en calma e intenta propiciar bienestar emocional… Un aplauso también para usted