December 23, 2024

Información incompleta, indisciplina social y desconcierto: así va el Covid-19 en Cuba ‘Las pesquisas no son suficientes. A cualquier hora, en las esquinas de este barrio hay gente’, se queja una estudiante de Medicina.

Información incompleta, indisciplina social y desconcierto: así va el Covid-19 en Cuba

‘Las pesquisas no son suficientes. A cualquier hora, en las esquinas de este barrio hay gente’, se queja una estudiante de Medicina.

JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ
La Habana 
Calle de La Habana.
Calle de La Habana. AFP

Mientras realizaban las pesquisas médicas para la detección de Covid-19 en una docena de calles en la barriada de Los Sitios, dos estudiantes de Medicina accedieron a conversar “siempre y cuando mantengas la distancia y disimules que estamos hablando”.

Cursan el quinto año de la carrera y dijeron sentirse “comprometidas” a colaborar con la campaña contra la expansión del Covid-19 en la Isla, “aunque de todas formas es obligada la participación para todos los estudiantes de Medicina en el país”, acotó una de ellas.

Ambas se declararon “molestas” con el sistema de Salud Pública. No tenían, en su criterio, las condiciones sanitarias para realizar las pesquisas en medio de una situación en la cual “la información es dispersa, hay demasiada indisciplina social y excesivo paternalismo del Gobierno”, según señaló una de ellas mientras hacía las preguntas de rigor a las diez familias de una ciudadela: “¿Cuántos conviven? ¿Alguno ha tenido o tiene fiebre, tos, falta de aire”.

“Las pesquisas para detectar el Covid-19 no son suficientes. A cualquier hora las esquinas de este barrio están llenas de personas ‘haciendo media’, y eso es porque la información no llega o no le interesa a nadie”, opinó una de las estudiantes. “Desorden total”, la apoyó la otra.

Los Sitios está entre las barriadas habaneras rodeadas de más centros comerciales, y Centro Habana, junto Habana Vieja y Plaza, son los municipios que posiblemente reciben más personas a diario.

“Para el pollo, la salchicha, el detergente, el aceite, la leche en polvo… todos los días estamos cercados de colas. A estos consejos populares llegan personas de todos los municipios, ¿de qué control de pandemia estamos hablando con semejante aglomeración diaria?, cuestionó Rosa Mercedes, médico de familia de la barriada Pueblo Nuevo, cercana al Centro Comercial Carlos III.

La doctora consideró también que las cifras de Covid-19 conocidas en la Isla no son del todo fiables, como ocurre en otros países del mundo, debido a la cantidad de casos asintomáticos que pueden existir.

Muchos habaneros consultados cuestionaron el objetivo del “redoblamiento de la presencia policial” en las calles.

“Hacerse notar [la Policía] en centros comerciales y establecimientos que se consideren pertinentes no es observar el cumplimiento de las medidas orientadas frente al coronavirus”, dijo Hilario Mendoza en la cola del pollo de un mercado en avenida Reina.

“Ni siquiera velan por que en la cola la gente guarde la distancia indicada, que es una de las medidas de prevención del contagio. Se quedan ahí, mirando el tumulto y la aglomeración. ¿Más presencia para qué?, se quejó.

La pasada semana, el Dr. Manrique Uriarte, radicado en Estados Unidos, opinó que las medidas tomadas en los últimos días por el Gobierno cubano llegaron tarde, debido a una aplicación de los protocolos sanitarios que se utilizan para mitigar el impacto de la pandemia.

El doctor consideró un error relacionar las medidas tomadas para evitar la propagación del Covid-19 con el concepto de “transmisión comunitaria”.

“El concepto de lo que en Epidemiología se llama transmisión comunitaria es válido al inicio de una potencial epidemia. Ante el nivel de pandemia existente, el hecho de que exista transmisión comunitaria en Cuba es algo obvio, y la vía de transmisión es irrelevante”, declaró Uriarte a Radio Martí. También concordó en que haber esperado a confirmar contagios de cubano a cubano para intensificar las medidas puede considerarse una pérdida de tiempo.

Aunque la televisión estatal de la Isla dice ofrecer cobertura las 24 horas sobre la prevención y expansión del Covid-19 en el país, buena parte de lo que transmite es propaganda sobre la actuación de las autoridades.

Acaparar la narrativa de los hechos, así como las informaciones, ha sido parte de la estrategia del Gobierno desde el inicio de la emergencia nacional.

Por otra parte, a través del monopolio estatal de las telecomunicaciones, ETECSA, se ha buscado persuadir a los cubanos de no utilizar datos y recurrir a las llamadas para evitar “un crecimiento en el volumen adicional de tráfico sobre las redes [de la empresa] en más de un 10%”.

“Y la Policía no permite a las personas estar en los parques de conexión WiFi”, apuntó Yoan Carlos Espinosa, un joven vecino del consejo popular Príncipe, que pertenece al municipio Plaza.

“Lo que pasa es lo de siempre, no quieren que ‘otros’ digan su verdad, o la verdad sobre lo que realmente está pasando con el coronavirus en Cuba, y quieren monopolizar las conexiones”, opinó Espinosa, estudiante de Electrónica. “Es verdad que en países como Suiza, donde tengo familia, colapsó internet, pero en Europa la situación es otra”.

En un recorrido por parques de conexión WiFi de La Habana se pudo confirmar que la Policía conminaba a los internautas a dirigirse a sus casas.

“Pero todavía miles de cubanos no tenemos datos móviles y usamos la WiFi pública. Hace tiempo que el Noticiero Nacional quedó atrás con las redes sociales y la prensa independiente, y eso es lo que no quiere el Gobierno”, dijo Caridad Fundora, vecina del Cerro, mientras era “arreada” por un patrullero.

Su esposo Heriberto, a quien “invitaron” a cesar sus funciones como miembro de la Asociación de Combatientes, “por abrir demasiado los ojos”, dijo que sabe “más de lo que pasa en otros países, particularmente en Estados Unidos, que lo que ocurre en Cuba”.

“¿Por qué no sacan un reportaje en el noticiero de la televisión sobre cómo son las condiciones en que tienen a los ancianos, deambulantes o sin hogar?”, preguntó Heriberto a uno de los patrulleros, quien no le hizo caso.

Desde que fue declarada la emergencia nacional ante la expansión del Covid-19, en La Habana, ocurrió la clásica “recogida silenciosa” de vagabundos y mendigos, a quienes el Gobierno describe como personas en situación de vulnerabilidad social.

La prensa estatal, por su parte, ha guardado silencio sobre el lugar y las condiciones en que se encuentran estas personas, teniendo en cuenta el déficit que enfrenta el país de equipamiento y condiciones sanitarias ante una pandemia como esta, aunque el pasado 17 de febrero el oficial Granma publicó un extenso reportaje sobre ellos, titulado “En Cuba nadie quedará desprotegido“.

“Si no hay nasobucos, ni aseo personal, ni alimentos, ni instalaciones decentes para los sospechosos de contagio del coronavirus, imagínate qué quedará para estas personas”, dijo el custodio de Planificación Física de Centro Habana, en cuyos portales se suelen congregar usualmente vagabundos.