Biden: ¿la nueva esperanza de los cubanos?
No debe esperarse que la política de Biden hacia Cuba sea idéntica a la de Obama.
LA HABANA, Cuba. – Joe Biden, el presidente electo, era el resultado más ansiado por gran parte de la población en el pequeño archipiélago a 90 millas de la Florida. Los angustiosos resultados de las elecciones de Estados Unidos fueron seguidos por los cubanos machacados por las medidas del presidente Donald Trump. No menos hacían los gobernantes, según se apreciaba en los pormenorizados reportes de los medios nacionales.
Entonces surgía la esperanza de recuperar los pasados años de reunificación familiar, remesas, intercambio de visitantes propulsores de auge económico en los pequeños negocios privados, la ampliación de los conocimientos, y la disminución de los sobresaltos cotidianos por la propaganda, las campañas ideológicas y las manifestaciones contra el agresor yanqui. El embargo-bloqueo había dejado de ser la causa de todos los problemas, como justificación de las autoridades por sus descalabros económicos y la represión a quien expresara opiniones distintas a las oficiales. La laboriosidad de criollo resurgió. Pero entre 2017-2020 se activó el Título IV de la Ley Helms-Burton y se impusieron sanciones más fuertes que nunca. La crisis económica, política y social se profundizó.
En 2008, Raúl Castro había iniciado una apertura timorata, aunque comenzaba a abrir el férreo control totalitario, y Barack Obama ascendió a la presidencia de Estados Unidos. Castro utilizó el apresamiento del contratista estadounidense Alan Gross en 2009 para lograr el retorno de los cinco espías condenados en Estados Unidos. Los 75 prisioneros de conciencia encarcelados en 2003 recibieron licencia extrapenal por problemas de salud y el grueso salió hacia España en 2010. La política proactiva de Obama comenzó en 2009 con la autorización de los viajes familiares y el envío de remesas.
El 17 de diciembre de 2014 los gobernantes de ambos países sorprendieron con el anuncio del acercamiento y ocurrió el intercambio de prisioneros. Las relaciones diplomáticas se restablecieron el 20 de julio de 2015, y la Embajada de Estados Unidos en La Habana fue abierta por el secretario de Estado John Kerry el 14 de agosto. Obama y Biden, su vicepresidente, abogaron por el levantamiento del embargo; Estados Unidos cambió su voto de negativo a abstención en la Asamblea General de Naciones Unidas y sacó a Cuba de su lista de países auspiciadores del terrorismo.
Sin embargo, las autoridades cubanas se aterraron por la empatía con la población lograda por Barack Obama, durante su visita a La Habana en marzo de 2016, la segunda a ese nivel desde 1928; y por la influencia del amplio discurso del presidente de Estados Unidos al lado de Raúl Castro. Asimismo, se reunió con la sociedad civil independiente. Aún estaba el mandatario en el aeropuerto, cuando Fidel Castro y los voceros oficiales comenzaron las interpretaciones sobre sus propósitos. Las reformas internas ya habían empezado a revertirse o paralizarse. Si bien continuaron las conversaciones, el avance fue lento quizás por disparidad de opiniones en la cúpula cubana o por la convicción de que Hilary Clinton sería presidenta y continuaría el proceso.
Entre enero del 2015 y enero del 2017, el intercambio de delegaciones de ministros, congresistas, senadores, empresarios, científicos, artistas y académicos fue intenso, incluida la doctora Jill Biden, esposa del entonces vicepresidente. Se alcanzaron 22 memorandos de entendimiento en diversas esferas. Estados Unidos eliminó las políticas de asilo a los médicos y de “pies secos-pies mojados”. Unos 284.000 estadounidenses y 329.000 cubanoamericanos viajaron a Cuba en el 2016, lo que marcó un 34% de aumento en los viajes. Además, 223.000 cubanos visitaron la Isla en vuelos de ocho aerolíneas que entonces comenzaron a llegar a diez aeropuertos cubanos. El 2 de mayo de 2017 llegó al puerto de La Habana el crucero Adonia, de la empresa Carnival Corp., el primero en más de 50 años. Por su parte, el 28 de junio el hotel Four Points by Sheraton se convirtió en la primera instalación turística gerenciada por una compañía estadounidense en Cuba en más de medio siglo.
Aunque la Administración Trump no canceló los acuerdos suscritos, sus sanciones disminuyeron notablemente el envío de remesas y cerró las operaciones de Western Union, limitó los vuelos solamente al aeropuerto de La Habana, lesionó toda la actividad turística por la prohibición a los viajes individuales de los estadounidenses, los cruceros, y la utilización de instalaciones gubernamentales, medidas para castigar a los militares que apoyan al gobierno de Venezuela. Tampoco se renovó la licencia al Hotel Four Points. Las sanciones financieras y comerciales han tenido efectos devastadores sobre la economía del país, que no tenía suficiente liquidez en los años recientes. Esto, unido a catástrofes meteorológicas y la pandemia de COVID-19 iniciada en marzo, ha agudizado la debacle económica y la carencia de productos en las tiendas recaudadoras de divisas (TRD) y en pesos cubanos.
Para los intereses de Estados Unidos, la política de los últimos cuatro años ha sido contraproducente. El personal diplomático en La Habana disminuyó al mínimo tras los llamados “ataques sónicos”. La embajada está prácticamente cerrada, los escasos trámites consulares permitidos tienen que realizarse en terceros países, lo cual resulta costoso y perjudica la reunificación familiar, mientras no se cumple el acuerdo de otorgar 20.000 visas anuales.
Joe Biden probablemente reabrirá totalmente la embajada, restituirá muchas medidas y reactivará los acuerdos ahora en stand by. Aunque fue vicepresidente en la Administración Obama, no debe esperarse que la política hacia Cuba sea idéntica, tanto por su impronta personal como por la experiencia sobre las maniobras de las autoridades cubanas.
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Miriam Leiva, Villa Clara, 1947. Periodista independiente desde 1995. Vicepresidenta de Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling. Miembro fundadora de Damas de Blanco en marzo de 2003. Diplomática, profesora invitada del Instituto Superior de Relaciones Internacionales. Funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, del cual fue expulsada en 1992.
Actualmente mantiene el blog Reconciliacion Cubana www.reconciliacioncubana.com
Traductora y profesora de inglés
e-mail: [email protected]
http://blogs.cope.es/desdecuba/
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