El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, regresó a Caracas el lunes tras ignorar la orden del Tribunal Supremo de Justicia que le prohibía salir del país, en un claro desafío que se espera intensifique su lucha contra el gobernante socialista Nicolás Maduro.
“Sabemos los riesgos a los que nos enfrentamos, eso nunca nos ha detenido”, dijo Guaidó ante una multitud que incluyó a varios embajadores y encargados de negocios que se congregaron en el aeropuerto internacional Simón Bolívar para recibirlo.
“Estamos aquí Venezuela, estamos de frente”, indicó. “Debe entender el régimen, debe entender la dictadura… que estamos más fuertes que nunca, seguimos en la calle, seguimos movilizados”.
Guaidó regresó a Venezuela después de una gira por países latinoamericanos.
Embajadores y encargados de negocios de Alemania, Chile, Estados Unidos, Rumania, Francia, España y Portugal, entre otros, acudieron al aeropuerto para recibir y velar por la seguridad del presidente interino de Venezuela.
“Esperamos que no haya ninguna escalada y que la inmunidad parlamentaria se respete y se respete la constitución venezolana”, dijo a la prensa el embajador de España, Jesús Silva Fernández.
Guaidó inició de inmediato su traslado al municipio capitalino de Baruta, donde lo esperaban miles de seguidores concentrados en una plaza al este de Caracas. El dirigente opositor retorna tras una gira por algunos países de la región y después de gestionar la entrada de ayuda humanitaria internacional que el gobierno Maduro logró bloquear en puntos fronterizos con Colombia y Brasil, el 23 de febrero.
La empleada pública Gladys Solano, de 65 años, aseguró que venció el miedo y salió a manifestarse para “darle mi apoyo a Guaidó, que es un hombre de temple y que no se deja amilanar por nada”.
Con los ojos llenos de lágrimas y levantando una bandera venezolana, la mujer dijo en la plaza que seguirá en las calles “hasta lograr una Venezuela libre para mí, para mi hija y los nietos que vienen”.
Se desconoce qué acciones tomarían las autoridades en relación con el retorno de Guaidó, quien salió de Venezuela desatendiendo una orden del Tribunal Supremo de Justicia que le prohibía salir del país.
Horas antes de la protesta opositora, en la cuenta de Twitter de Guaidó se difundió un audio en el que el dirigente aseguraba que a su llegada “sea cual sea el camino que tome el dictador, vamos a continuar. Hay una ruta establecida”.
En abierto reto al gobierno, el líder opositor advirtió la noche del domingo, en un mensaje que difundió en las redes sociales acompañado de su esposa, que si las autoridades se atrevían a secuestrarlo al regresar al país “será uno de los últimos errores que cometan”.
Al culminar la gira que realizó por Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, alertó que si era retenido hay “claras instrucciones” para los aliados internacionales de la oposición y los miembros de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Estados Unidos y la Unión Europea han advertido que cualquier medida que ponga en riesgo la libertad del dirigente opositor podría desatar una “respuesta fuerte” y una “gran escalda de tensiones”.
Las autoridades judiciales no han ofrecido comentarios sobre el caso de Guaidó a quien el Tribunal Supremo, que controla el gobierno, le prohibió a finales de enero la salida del país y le congeló sus cuentas bancarias y activos por solicitud de la Fiscalía General que le abrió un proceso judicial por unas protestas de enero.
Guaidó hizo un llamado a los habitantes de todas las ciudades de Venezuela a inundar las calles para protestar contra Maduro.
Durante el intento de la oposición de ingresar la ayuda humanitaria por las fronteras de Colombia y Brasil, se registraron enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad y grupos pro oficialistas armados que dejaron al menos cinco muertos y más de tres centenares de heridos.
Mientras la oposición amenaza con escalar las tensiones, el gobierno se concentra en resaltar en los medios estatales y las redes sociales las celebraciones del Carnaval en un intento por desviar la atención de los venezolanos de la crisis.
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